Es notable como las elecciones pueden influir en la interacción entre los políticos y la comunidad. La expectativa de recibir atención y beneficios durante un año electoral a menudo lleva a un aumento de la participación de la ciudadanía
21:28 | Jueves 30 de Enero de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
En lugares como La Rioja, donde la historia política ha estado marcada por ciclos de promesas y desencantos, es comprensible que la gente busque aprovechar esta oportunidad para reclamar sus derechos y necesidades. La relación entre los ciudadanos y sus representantes puede ser un reflejo de la confianza y la desconfianza acumuladas a lo largo del tiempo.
El año 2025 marca un punto de inflexión en el panorama político de La Rioja. Con la inminencia de las elecciones, la sensación de descontento entre los ciudadanos se hace palpable. Las promesas incumplidas del pasado resuenan en cada rincón y la población se prepara para hacer sentir su voz, exigiendo un cambio real. Las reuniones en los barrios son frecuentes, y allí discuten no solo sus necesidades básicas, sino también sus expectativas de futuro.
Sin embargo, la estrategia del gobierno provincial parece centrarse en táctica tradicional. La entrega de subsidios y asistencia social, "la famosa dádiva" conocida en La Rioja como la militancia de Ricardo Quintela de la calle Santa Fe, lugar donde se entrega efectivo antes de cada elección, se convierte en una herramienta más para asegurar votos, mostrando nuevamente que para algunos políticos, la prioridad no es el bienestar del pueblo, sino la permanencia en los cargos. Mientras los punteros políticos, que actúan como intermediarios entre el gobierno y los ciudadanos, se ven inundados de recursos para satisfacer temporalmente las demandas de los más necesitados, creando una ilusión de atención que nunca será resuelta.
A medida que se acercan las elecciones, el pueblo se enardece. Las redes sociales y las reuniones barriales se convierten en espacios de debate y se organizan movimientos que buscan romper con el ciclo de promesas vacías. Los jóvenes, especialmente, se involucran viendo en la política una forma de cambiar su realidad y la de sus familias, sobretodo en una provincia como la nuestra, dónde el empleo privado es cada vez más escaso.
El gran desafío para los candidatos es presentar propuestas concretas que vayan más allá de la simple y temporal asistencia económica. El riojano está cansado de ser visto como un voto en una lista, quiere ser tratado con respeto y dignidad. A medida que se desenvuelven las campañas, se vislumbra una lucha no solo por los cargos políticos, sino por la credibilidad y el compromiso genuino con el desarrollo de la provincia.
El año 2025 no solo debería ser recordado por ser un año electoral, sino como un momento donde el pueblo de La Rioja, con su voz, su voto y sus acciones redefina su futuro.
