La vida del comisario preso en la causa del esposo de Jésica Cirio: country, vodka para un regimiento y caja chica en dólares

Amigos son los amigos. Y más cuando se trabajó en la misma fuerza de seguridad. Y más cuando se pertenece a la misma promoción (1998) en la Escuela de Cadetes de la Policía Federal. Y más cuando los gustos se comparten, sobre todo el gusto al dinero en cantidad y, en lo posible, en dólares.

El comisario Iván Carlos Helguero (50) -jefe de la División Robos y Hurtos Norte de la Policía de la Ciudad y Sebastián Carlos Smith (45)- alias "Lobo", exonerado de la Policía Federal en 2019 con el rango de inspector- tenían todo esto en común. Y más.

Sus historias están tan ligadas que ambos cayeron presos a la vez -el jueves pasado- como piezas clave de un procedimiento armado en el que fueron detenidos otros seis policías de la Ciudad y el empresario Elías Piccirillo (38), marido (en vías de ser "ex") de la modelo y conductora Jésica Cirio (40).

El grupo en cuestión está acusado de plantarle 1,280 gramos de cocaína y una pistola 9 milímetros (reportada como robada) al empresario cripto Francisco Hauque (41). El motivo: evitar que Hauque le siguiera reclamando a Piccirillo una deuda de 6 millones de dólares, dinero que había invertido en el banco tucumano Sucrédito, manejado por el esposo de Cirio.

Smith había conocido a Piccirillo cuando el empresario le pidió una asesoría por temas vinculados de logística y seguridad. El ex inspector de la Federal tenía planeado abrir una empresa de seguridad privada. Con el tiempo comenzaron a frecuentarse y el marido de Cirio empezó a tener confianza en sus movimientos. "Elías confiaba mucho en él. Hasta se cree que le realizó alguna cobranza", afirmó la fuente consultada. Smith fue quien reclutó al comisario Helguero y su brigada de Robos y Hurtos.

El caso tiene de todo y a medida que pasan los días se conocen más detalles, entre ellos la cómoda vida que llevaba el comisario Helguero en su casa del barrio cerrado La Horqueta de Echeverría Club de Campo, en Canning, que figuraba como domicilio en su legajo.

Allí vivía con su esposa y sus dos hijos. En la propiedad -con pileta, por supuesto- la Prefectura (a cargo del allanamiento) encontró una buena cantidad de dólares y pesos, vodka como para un regimiento y una Ford Territory.

Seguramente, en la investigación patrimonial el policía sostendrá que todo se lo debe a su mujer, empleada de una empresa de telefonía, porque él, con el sueldo de comisario raso (poco más de 3 millones de pesos), no puede justificar ni el tamaño del televisor de su dormitorio.

Según el análisis de los GPS de los autos policiales, de ese barrio privado salió el Toyota Etios no identificable la tarde del 17 de enero pasado rumbo a un operativo armado.

Operativo que les explotó en la cara en parte por las pruebas reunidas por la Justicia federal, en parte por los datos que aportó la propia Policía de la Ciudad (recorrido de los móviles de civil, cámaras de seguridad de calles) y en parte por la declaración como "imputado colaborador" de uno de los agentes detenidos.

Este policía contó que "Charly" Smith y Helguero se tenían máxima confianza porque eran compañeros de promoción y habían trabajado juntos en la Federal.

Helguero pasó en 2017 a la Policía de la Ciudad ascendiendo automáticamente de inspector a subcomisario. Smith quedó en el camino manchado por una causa abierta porque cobró coimas para desalojar un edificio a la fuerza, sin orden judicial.

Ya en la Policía de la Ciudad, Helguero pasó por las brigadas de las comunas 15,10, 1 y 13. También, por el Departamento de Espectáculos Públicos. En 2023 lo ascendieron a comisario y desde el 7 de febrero de 2024 era el jefe de Robos y Hurtos Norte.

Ahora está en servicio pasivo y nadie da un peso por su continuidad en la fuerza, más allá del resultado final de la causa penal.

El arrepentido

Según declaró el arrepentido, el 17 de enero hubo dos reuniones previas al operativo armado. Y aseguró que su jefe, el comisario Helguero, llegó a la zona cercana al Palacio Duhau (donde fueron detenidos Hauque y su esposa) en el asiento del acompañante de la camioneta BMW X6 blanca de "Charly" Smith.

En una clara estrategia para deslindar su responsabilidad, este policía sostuvo que Helguero lo mandó a él y a un compañero a juntarse con Smith (a quien no conocían) cerca de las 16.30 en la esquina de Pueyrredón y Marcelo T. de Alvear. Agregó que allí "Lobo" no les dijo que iban a armar un operativo, sino que él tenía los datos de un narcotraficante al que iban a agarrar.

La textual de la causa del imputado colaborador: "Nos dijo que tenía la certeza de que una persona, a quien describe como narcotraficante, iba a estar con su vehículo en la zona de Recoleta en horario de la tarde noche realizando comercialización de estupefacientes en gran cantidad, alertándonos que podía llegar a estar armado y que el mismo generalmente está con su pareja, agregando también de que su personalidad es fuerte y que seguramente cuando lo paremos él se pararía de manos y dirá que tiene contactos políticos".

"También nos dijo esta persona -Charly- que había hablado con Helguero para que si llegáramos a dar con esta persona iba a ser un procedimiento policial muy bueno y que podíamos llegar a ser reconocidos y premiados por la superioridad, a lo que yo le respondo que íbamos a hablar con Helguero a ver qué decidíamos”, agregó.

La causa es impactante y aun falta mucho por saber y muchos nombres por volcar al expediente. Aun no está claro, por ejemplo, de dónde salió la cocaína (casi un kilo y medio) que Piccirillo colocó en el asiento trasero de Hauque. ¿Robada de un procedimiento? No sería la primera vez.