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Crece el conflicto por los sueldos del Hospital Garrahan y el Gobierno replica: “Los ñoquis se van”

Desde el Gobierno dicen que están ordenando el hospital y que hoy hay más personal administrativo que médicos. Acusan a la gestión kirchnerista en haber aumentado en 1.200 personas la planta y pondrán control biométrico.

Jueves 29 de Mayo de 2025

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17:09 | Jueves 29 de Mayo de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Las aguas del conflicto entre el Gobierno nacional y el personal del Hospital Garrahan parecerán calmadas por la conciliación obligatoria que este miércoles dictó el Ministerio de Capital Humano, pero todo indica que, a fuego lento, es un caldo que volverá a hervir. Mientras fuentes oficiales de Salud reivindican el horizonte del llamado “plan de eficiencia de hospitales”, médicos y residentes del mayor centro de pediatría del país sienten que las autoridades no ven lo evidente: que, por los honorarios bajos, hay áreas vacías o a punto de vaciarse, y que, por ese motivo, la atención a pacientes está en riesgo de desplomarse.

Las conversaciones con referentes de las distintas veredas reflejan un enorme problema de punto de vista. Mientras los profesionales de salud del hospital protestan por sus magros sueldos y comparan sus haberes con los que, por ejemplo, cobrarían en un hospital porteño o en el sector privado, el Gobierno (sea a través de la vocería presidencial, como de las comunicaciones que publica en X la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano) observa el todo a nivel macro. Una réplica discursiva de lo que ocurre en el plano nacional cuando se pretende que el déficit fiscal cero funcione de consuelo para el bolsillo doméstico golpeado.

En esa línea, desde afuera hacia adentro, fuentes oficiales del Gobierno subrayaron este jueves los principales puntos de este abordaje contra el “desorden administrativo”, en el centro de pediatría de referencia nacional.

Buena parte del problema arranca con la composición de la planta de empleados, dicen. Hay 953 administrativos y 478 médicos, lo que provocaría que se gaste "más en recursos humanos que en áreas sustantivas". Con la estrategia de “dejar ir” al personal no sanitario disconforme con los sueldos bajos, las autoridades buscan recuperar un orden perdido que focalizan previo a 2020, antes de que el Gobierno de Alberto Fernández arrancara con el abultamiento de la planta hospitalaria, que se incrementó en 1.200 personas, aseguran desde Salud.

Según explican, cada año la rotación de personal total de este hospital es muy alta. Entre 180 y 200 personas por año “salen, pero también entran”, informa el Gobierno. Con ese argumento minimizan la salida de empleados registrada en lo que va de 2025: son 70 empleados que dejaron sus cargos. Si bien certifican que cada profesional de la salud que se va está siendo reemplazado “uno a uno” (una estrategia distinta de lo que ocurre, por ejemplo, con los administrativos, cuya planta intentan achicar), hay médicos del hospital que dan versiones distintas.

La marcha de los residentes del Garrahan, este jueves. Foto: Emmanuel FernándezLa marcha de los residentes del Garrahan, este jueves. Foto: Emmanuel Fernández

Es el caso de Guadalupe Pérez, jefa de Clínica de Epidemiología, en la planta estable del Garrahan hace 17 años, tras haber hecho su residencia en el Hospital Gutiérrez. En diálogo con este medio, explicó que este año se fueron 50 profesionales de la salud que no fueron reemplazos y aclaró que cualquier cuestión relacionada al ordenamiento general del personal del hospital o de sus cuestiones administrativas, los excede: “Son temas macro que no le pesan al paciente”.

“Uno en este momento se está preguntando quién se va a quedar de guardia en tu área esta noche. Hay pedidos de cargo trabados en recursos humanos desde hace meses. Hay servicios que tenían 18 personas y ahora tienen 6, un 30% de lo que deberían”, agregó.

Los sueldos del Garrahan

En el Gobierno se reconoce que el reclamo salarial de los médicos y residentes es “entendible” y “justo”. Según la médica consultada, un médico con una especialidad que recién ingresa cobra $1.800.000 por 42 horas semanales. Esas horas incluyen el sueldo “regular” más una guardia de 12 horas por semana. Los residentes, en cambio, cobran poco más de $700.000 pesos. Pérez subrayó que en los hospitales porteños la ecuación es mucho más generosa: “Por 30 horas es $1.200.000. Y las cuatro guardias mensuales suman otros $1.800.000”.

Aunque destacan haber incrementado 244% el presupuesto del Garrahan entre 2023 y 2024 (habría pasado de $49.000 millones a $ 169.000 millones), desde Salud dejan claro que, sin ordenar del todo las cuentas, no se podrán elevar los sueldos.

En el mientras tanto, destacan una serie de medidas que consideran una “puesta en valor de los médicos”, tras haber podido sanear parte del déficit de ese centro de salud. Por un lado, dicen, sumaron un plus del 15% sobre el básico por “alta complejidad”. Por otro, en enero pasado, la hora de guardia pasó de $8.000 a $9.600.

El Ministerio de Salud destaca que “el diálogo está abierto”. Subraya que este jueves al mediodía hubo una reunión con la comisión directiva de este hospital SAMIC (la sigla que resume la gestión compartida, que en este caso es 80% de Nación y 20% de CABA) para tratar el conflicto puntual de los honorarios y la salida de residentes.

Garrahan: el molinete biométrico

Mientras el descontento de los profesionales de la salud crece, el Gobierno le sigue dando especial importancia a ordenar algunos aspectos que juzgan cruciales. Además de las licitaciones (ejemplificaron con horas de personal de seguridad por las que se pagaban $24.000 pudiendo abonar $16.000) suman la digitalización de todos los procesos, un tema que incluye el control de ingresos y egresos de personal, que pasará a ser biométrico.

Se plantea que “hay resistencias”, precisamente de parte de quienes “no trabajan” o tienen intereses sindicales o políticos. “Los ñoquis se van”, subrayan. Consultada por este punto, Pérez prácticamente dijo que el tema le da igual.

“Nosotros marcamos asistencia con una tarjeta. Nosotros estamos, así que no nos modifica en nada que el ingreso pase a ser biométrico. Si vos te fuiste media hora antes porque tenías alguna responsabilidad de otro tipo, eso se nota enseguida porque te vienen a buscar de todas las áreas para hacerte consultas de esto y lo otro. Y cuando te vas en tu horario, te mandan mensajes para resolver cuestiones todo el tiempo. Uno está todo el tiempo resolviendo algo. Los problemas no ocurren de 8 a 16”.

Luego, concluyó: “Es un punto que nos angustia particularmente. El Garrahan es un hospital que funciona, realmente. Vienen pacientes re graves, luego de haber estado peregrinando por hospitales de todo el país. Los recibimos y los tratamos”.

 

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