Le quitó 4.000 millones de dólares al tren de alta velocidad de California. El gobernador Newsom lo calificó de “represalia política” y lo demandará.
08:15 | Domingo 20 de Julio de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que el estado demandará a la administración del presidente Donald Trump tras la cancelación de 4.000 millones de dólares en fondos federales para el proyecto ferroviario de alta velocidad de California.
Newsom criticó la decisión, calificándola de “mezquina” y “represalia política”, calificándola de “un ataque despiadado contra el Valle Central que pondrá en peligro empleos y medios de vida”.
“Estamos demandando para evitar que Trump descarrile el único ferrocarril de alta velocidad de Estados Unidos en construcción”, añadió.
La medida se produce tras las declaraciones de Trump en redes sociales: “Ni un solo centavo de los fondos federales volverá a destinarse a esta estafa de escoria periodística”.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, confirmó la cancelación ese mismo día, calificando el proyecto ferroviario como “la definición de incompetencia gubernamental y posible corrupción”.
Newsom respondió en redes sociales: “No seguiré el consejo del tipo que no puede mantener los aviones en el cielo”, en referencia a los recientes problemas de seguridad aérea bajo el liderazgo de Duffy.
Los funcionarios estatales mantuvieron repetidamente que el proyecto avanza según lo previsto.
La Autoridad Ferroviaria de Alta Velocidad de California (CHSRA) destacó la finalización de importantes obras de infraestructura, incluyendo 35 kilómetros de movimiento de tierras y 11 estructuras de puentes.
“La autoridad discrepa firmemente con las conclusiones de la Administración Federal de Ferrocarriles (FRA), que son erróneas y no reflejan el progreso sustancial logrado para la implementación del ferrocarril de alta velocidad en California”, declaró una portavoz en un comunicado.
A principios de este mes, funcionarios de la autoridad declararon en una carta que la administración Trump había decidido previamente revocar la financiación sin una revisión exhaustiva.
“Cancelar estas subvenciones sin causa no solo es incorrecto, sino ilegal”, declaró el miércoles el director ejecutivo de la CHSRA, Ian Choudri, en un comunicado.
“Estos son acuerdos legalmente vinculantes, y la autoridad ha cumplido con todas sus obligaciones, como lo confirman repetidas revisiones federales, incluso en febrero de 2025”, añade.
La autoridad agregó que 171 millas (unos 275 kilómetros) del proyecto se encuentran actualmente en construcción y diseño activos, con más de 15.000 puestos de trabajo creados hasta la fecha.
Sin embargo, según The New York Times, incluso si una futura administración restablece la financiación, podría llevar años volver a emitir contratos para infraestructura crítica como trenes y sistemas eléctricos, lo que retrasaría aún más la finalización.
Un proyecto con problemas de larga data
El proyecto ferroviario de alta velocidad de California tiene como objetivo conectar San Francisco y Los Ángeles con un tren que cubra la ruta en aproximadamente dos horas y 40 minutos.Una segunda fase eventualmente extendería la línea a Sacramento y San Diego, según su sitio web oficial.
Inicialmente aprobado por los votantes en 2008, el proyecto enfrentó retrasos, aumento de costos y repetidas revisiones.
Según el Departamento de Transporte, se suponía que el proyecto completo estaría terminado para 2020 y costaría 33 mil millones de dólares.
La agencia estimó entonces que el costo total del proyecto supera ahora los 100 mil millones de dólares.
Tanto Trump como Duffy criticaron duramente el proyecto, calificándolo de “un tren sin rumbo”.
“Este proyecto fue extremadamente caro, sobre regulado y NUNCA SE ENTREGÓ”, escribió Trump en Truth Social.
Louis Thompson, quien anteriormente dirigió el panel estatal de revisión por pares para el proyecto, expresó: “No creo que vayamos a ver trenes eléctricos circulando por las vías de Merced a Bakersfield durante mucho, mucho tiempo… no en 10 años sin fondos federales”.
Hasta ahora, menos de una cuarta parte de la financiación del proyecto provino del gobierno federal, y el resto proviene principalmente de bonos emitidos por el estado y del programa de topes y comercio de emisiones de California, informaron medios locales.
Pero perder el apoyo federal podría afectar significativamente el progreso, indica un informe de la agencia de noticias Xinhua.
“Si se les quita este dinero, podrían no poder continuar construyéndolo, al menos al mismo ritmo y escala que hasta ahora”, declaró Ethan Elkind, director del programa climático de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Berkeley.
Funcionarios federales cuestionaron la viabilidad del proyecto; por ejemplo, el administrador interino de la FRA, Drew Feeley, describió la iniciativa como “una historia de promesas incumplidas” en un informe del mes pasado.
Diana Furchtgott-Roth, subsecretaria adjunta de investigación del Departamento de Transporte durante el primer mandato de Trump, afirmó que el sistema, si alguna vez se construye, no tiene ninguna posibilidad de ser rentable y que es probable que la gente no quiera usarlo.
“Prefieren conducir”, afirmó, en referencia a los potenciales pasajeros.
La demanda marca otro capítulo en las tensiones entre la administración Trump y los líderes de California.
La ruptura se profundizó después de enero, cuando Trump se enfrentó a Newsom por los mortíferos incendios forestales cerca de Los Ángeles.
Afirmó que las políticas ambientales de California eran las culpables de los hidrantes secos y posteriormente escribió que Newsom debería dimitir.
Durante su presidencia, Trump cuestionó varias políticas de California, incluyendo sus regulaciones climáticas, la admisión universitaria y la protección de las personas transgénero en el deporte.
El profesor de derecho de Stanford, David Freeman Engstrom, declaró a The New York Times que, si bien las tensiones políticas entre Trump y Newsom pudieron haber influido en la decisión de financiación, podrían no ser suficientes para convencer a un tribunal.
Si California argumenta que la cancelación es “solo un intento de vengarse del gobernador Newsom, un enemigo de la administración, no estoy seguro de que un tribunal esté dispuesto a darle crédito a ese argumento”, declaró.
“Al volver al tema del tren de alta velocidad, Trump vuelve a erigirse en un poderoso símbolo de que la California liberal es el problema, no la solución”, añadió Engstrom.
California ya había impugnado un recorte de financiación similar en 2019 y logró restaurar una subvención de 929 millones de dólares después de que la administración de Joe Biden resolviera la demanda en 2021, según informaron medios locales.