18:05 | Martes 09 de Diciembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
El municipio de General Alvarado, cuya ciudad cabecera es Miramar, quedó en el centro de la escen: un proyecto de Fiscal Impositiva 2026 con aumentos promedio del 50% en las tasas municipales y la confirmación de que siguen vigentes tributos insólitos, como cánones específicos al sótano, al balcón y hasta a los metegoles de los comercios.
Según supo la Agencia Noticias Argentinas, la discusión se dio en el marco del tratamiento de la ordenanza que fija el esquema tributario para el año próximo. Además de una nueva tasa al combustible, el expediente dejó al descubierto un catálogo de cargos que parecen salidos de otra época: un comercio con un metegol debe pagar cerca de $9.800 mensuales, los peloteros rondan los $24.500, las viejas “fonolas” o jukeboxes tributan casi $5.000 por mes y hasta las calesitas infantiles tienen su propia tarifa. Todo, bajo la misma ordenanza base redactada hace más de 30 años y nunca actualizada.
Desde la oposición, el concejal Joaquín Sánchez Charro (PRO) aprovechó el debate para cargar contra la administración del intendente Sebastián Ianantuony (Unión por la Patria). Asegura que el “impuesto al metegol, al balcón o al sótano” se convirtió en el símbolo de un municipio atado al pasado, que prefiere sostener tasas “absurdas” antes que revisar de raíz la estructura tributaria y alinear el esquema impositivo con un perfil productivo y turístico más moderno.
El cuestionamiento no se limita a la excentricidad de las tasas. Los opositores también ponen la lupa sobre la cobrabilidad: estiman que apenas un 40% de las partidas de ABL se pagan efectivamente, en un contexto de vecinos que se quejan por la falta de contraprestación. Señalan problemas en la recolección de residuos, reclamos por inseguridad y un hospital público saturado, lo que alimenta el argumento de que “la gente no paga porque siente que no recibe nada a cambio”.__IP__
El oficialismo, por su parte, se apoya en la necesidad de reforzar la recaudación propia ante el recorte de transferencias nacionales y provinciales, y reivindica que muchas de las tasas cuestionadas ya existían en gestiones anteriores.
