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Trinidad y Tobago aprobó el uso de sus aeropuertos por aviones militares de Estados Unidos para combatir el narcotráfico

El Gobierno de Kamla Persad-Bissessar aclaró que las operaciones tendrán carácter logístico y se enmarcan en acuerdos de cooperación en seguridad con Washington en medio de su despliegue en el Caribe

Lunes 15 de Diciembre de 2025

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15:04 | Lunes 15 de Diciembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

El Gobierno de Trinidad y Tobago autorizó vuelos militares de Estados Unidos hacia y desde los aeropuertos internacionales de Piarco y Arthur NR Robinson durante las próximas semanas, como parte de una cooperación bilateral en materia de seguridad.

Las autoridades aclararon que los movimientos tendrán carácter logístico y se producen en medio de la mayor presencia militar estadounidense en el Caribe.

El Ministerio de Relaciones Exteriores informó que dio luz verde al tránsito de aeronaves militares estadounidenses por ambos aeropuertos. Según la cartera, Washington notificó que las operaciones “son de naturaleza logística, facilitando el reabastecimiento y las rotaciones rutinarias de personal”.

El ministro Sean Sobers sostuvo que la medida se inscribe en el diálogo permanente con la Embajada de Estados Unidos en Puerto España.

Trinidad y Tobago reiteró que la cooperación responde a un compromiso asumido por la primera ministra Kamla Persad-Bissessar para reforzar la seguridad nacional y regional. Sobers afirmó que la jefa de Gobierno “ha reafirmado el compromiso del Gobierno con la cooperación y la colaboración en la búsqueda de la seguridad para Trinidad y Tobago y la región en general”.

El anuncio se conoció una semana después de la publicación de la Estrategia de Seguridad Nacional 2025 de Estados Unidos, firmada por el presidente Donald Trump.

En el documento, la Casa Blanca plantea la intención de “reafirmar y hacer cumplir la Doctrina Monroe para restaurar la preeminencia estadounidense en el hemisferio occidental y proteger nuestra seguridad y acceso a geografías clave”.

La estrategia añade que Washington buscará impedir que actores externos a la región establezcan capacidades militares o controlen activos estratégicos en el hemisferio, un enfoque denominado “Corolario Trump” a la Doctrina Monroe.

Dentro de ese marco, Estados Unidos señala que trabajará con socios regionales para “controlar la migración, frenar los flujos de drogas y fortalecer la estabilidad y la seguridad en tierra y mar”. Trinidad y Tobago, por su ubicación en el Caribe, forma parte del área de interés definida en el documento.

Las autoridades de Puerto España destacaron beneficios concretos derivados de la cooperación bilateral. El Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que el país ha participado en ejercicios militares conjuntos, ha mejorado sus capacidades de vigilancia y ha fortalecido acciones contra el narcotráfico que permitieron la incautación de drogas valuadas en millones de dólares.

En los últimos dos meses, efectivos de la 22ª Unidad Expedicionaria de Marines de Estados Unidos realizaron ejercicios con la Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago, y el destructor USS Gravely hizo escala en el país.

El despliegue estadounidense en el sur del Caribe comenzó con el Gravely y otros dos destructores, fuera de aguas territoriales venezolanas. Luego se amplió con un submarino de ataque nuclear, buques anfibios, unidades de fuerzas especiales, una unidad expedicionaria de marines y el portaaviones USS Gerald R. Ford con su grupo de ataque.

En noviembre, marines estadounidenses instalaron en el aeropuerto Arthur NR Robinson un sistema de radar AN/TPS-80 G/ATOR, diseñado para detectar aeronaves, drones y misiles.

Persad-Bissessar confirmó su existencia el pasado 27 de noviembre tras consultas de la prensa. Un día antes había señalado: “Ellos nos están ayudando con algo en el aeropuerto”. Luego precisó que el plan incluía “la pista y un radar” para mejorar la vigilancia frente al narcotráfico.

La primera ministra atribuyó a ese sistema un papel en la incautación de marihuana valuada en 171 millones de dólares encontrada en una embarcación no tripulada en el pantano de Caroni. Tras el operativo, indicó que mantuvo conversaciones con funcionarios de la Embajada estadounidense sobre “nuestra cooperación continua en la lucha contra el crimen”.

El uso del radar generó cuestionamientos de la oposición, que fueron rechazados por el Gobierno. En paralelo, otros países caribeños también evalúan solicitudes de Washington. En agosto, Estados Unidos pidió a Granada permiso para instalar un radar en el aeropuerto internacional Maurice Bishop. El primer ministro Dickon Mitchell dijo que su Gobierno analiza la propuesta sin aceptar plazos externos.

Trinidad y Tobago mantiene además un acuerdo de estatus de fuerzas con Estados Unidos, firmado en 2024, que permite cooperación militar bilateral. Persad-Bissessar indicó en agosto que su país permitiría operaciones estadounidenses si Venezuela realizara una incursión en Guyana y mediara una solicitud formal, en el contexto de la histórica disputa por el Esequibo.

 

 

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