Productores de La Rioja se suman al reclamo nacional contra la caravana electrónica obligatoria

19:24 | Jueves 18 de Diciembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

La implementación obligatoria de la identificación electrónica individual de bovinos (SNIEA) sigue generando fuertes cuestionamientos en el sector ganadero. En las últimas horas, productores de la provincia de La Rioja formalizaron su postura a través de una solicitada presentada ante organismos técnicos y autoridades provinciales.

En el documento, los ganaderos solicitaron el acompañamiento del INTA La Rioja, la Secretaría de Ganadería, el Ministerio de Producción y Ambiente y la Comisión Provincial de Sanidad Animal (COPROSA) frente a la decisión del SENASA de avanzar con la obligatoriedad del sistema. Aclararon que no se oponen a la trazabilidad ni al control sanitario, pero sí cuestionan la forma, el momento y el carácter obligatorio de la medida, especialmente en provincias con sistemas productivos extensivos y de menor escala.

Uno de los principales argumentos del reclamo es que Argentina ya cuenta con un sistema de trazabilidad ganadera operativo, basado en identificación visual, registros oficiales, documentos de tránsito y control de faena, que permitió sostener el estatus sanitario y las exportaciones durante años. En ese contexto, los productores advierten que no se ha explicado con claridad qué problema sanitario concreto viene a resolver la identificación electrónica obligatoria.

El planteo de La Rioja se suma a un reclamo de alcance nacional. Según reflejan medios especializados del sector agropecuario, más de 500 productores de distintas provincias ya firmaron un petitorio para que la caravana electrónica sea optativa y no obligatoria. La iniciativa es impulsada por productores autoconvocados, en su mayoría dedicados a la cría.

Uno de los casos que tomó mayor visibilidad es el del ganadero cordobés Carlos Baravalle, quien se declaró públicamente en desacuerdo con la normativa y anunció que no colocará caravanas electrónicas a sus terneros. Baravalle sostiene que la medida traslada un costo directo al criador, sin beneficios productivos concretos ni reconocimiento económico por parte del mercado.

En línea con ese planteo, la solicitada presentada por los productores riojanos remarca que ningún mercado internacional exige actualmente la identificación electrónica individual obligatoria, ni existe un pago diferencial por implementarla. Por el contrario, advierten que los costos adicionales terminan trasladándose al mercado interno, afectando tanto a productores como a consumidores.

Además del impacto económico, los ganaderos señalaron dificultades operativas propias de regiones como La Rioja, donde predominan sistemas de cría y recría extensivos, con baja escala, infraestructura limitada y problemas de conectividad. En ese contexto, la obligatoriedad del sistema implica más pasadas por manga, mayor manipulación de los animales y un incremento del estrés, con posibles consecuencias sanitarias y productivas.

Los productores también advirtieron que el impacto de la medida no es igual para todos: mientras los establecimientos de gran escala pueden absorber parte de los costos, los pequeños y medianos ganaderos quedan en desventaja, con menor competitividad y mayor riesgo de informalidad.

Por todo ello, tanto el petitorio nacional como la presentación realizada en La Rioja coinciden en un mismo pedido: que la caravana electrónica sea una herramienta voluntaria, adoptada por decisión productiva o por exigencia del mercado, y no una imposición generalizada que desconozca las realidades regionales.