Sociedad
Una fuga masiva de 17 reos de una comisaría de Liniers ha generado una profunda preocupación en las autoridades. El fiscal Juan Bautista Mahiques ordenó una investigación sobre la actuación de los efectivos policiales involucrados en el incidente.
Miércoles 25 de Diciembre de 2024
16:28 | Miércoles 25 de Diciembre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
En la noche del lunes 23 un hecho alarmante sacudió a la Ciudad de Buenos Aires: 17 presos lograron escapar de una comisaría ubicada en el barrio porteño de Liniers. La fuga se produjo a través de un boquete de aproximadamente 30 centímetros de diámetro en la celda, lo que permitió a los detenidos evadir la custodia. De los fugados, 11 son argentinos y 6 chilenos, y la mayoría de ellos contaba con domicilio en la provincia de Buenos Aires.
El fiscal general de la Ciudad de Buenos Aires, Juan Bautista Mahiques, calificó la fuga de "una gravedad institucional importante" y ordenó una investigación sobre los efectivos policiales involucrados. En sus declaraciones, Mahiques enfatizó que "hubo connivencia o negligencia" por parte de la policía, considerando alarmante que no se haya detectado nada fuera de lo común durante la evasión. "Es preocupante que nadie haya visto o escuchado nada", agregó el fiscal, quien subrayó que la policía porteña no está en condiciones de garantizar la seguridad de los detenidos.
La fuga ocurrió en la alcaidía de la calle Gana, donde los presos se escaparon en grupos, cruzando la Avenida Juan B. Justo y avanzando hacia un puente peatonal que conecta con la Avenida General Paz. Los testigos indicaron que los efectivos de la policía se dieron cuenta de la evasión 40 minutos después de que esta ocurriera, lo que ha aumentado las sospechas de una posible negligencia o connivencia dentro de la fuerza.
A raíz de esta fuga, que es la décimoquinta ocurrida en la Ciudad de Buenos Aires en lo que va del año, el Gobierno porteño presentó una denuncia penal contra los responsables, Pablo Kisch y Jorge Azzolina, quienes fueron desplazados de sus puestos. En su lugar, Diego Casaló y Carla Mangiameli asumieron los cargos, destacándose que Mangiameli es la primera mujer en ocupar un cargo de esa jerarquía en la cúpula policial porteña.
La Fiscalía de Violencia Institucional e Integridad Policial, encabezada por la fiscal Lorena San Marco, quedó a cargo de la investigación. Mientras tanto, la Policía de la Ciudad lleva a cabo un operativo cerrojo para dar con los evadidos. Hasta el momento, dos de los 17 fugitivos han sido recapturados.
Este nuevo episodio ha reavivado el debate sobre la superpoblación en las comisarías y alcaidías de la Ciudad de Buenos Aires, un factor que, según las autoridades, contribuye a la ocurrencia de estos incidentes. La Ciudad tiene capacidad para albergar a mil detenidos, pero actualmente hospeda a casi el doble, lo que genera un contexto propenso a este tipo de situaciones.
El caso sigue en desarrollo, y las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer las circunstancias de la fuga y la responsabilidad de los involucrados.
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