En el bolsillo, Mons. Braida lleva un regalo especial: el rosario que cada uno de los sinodales recibió, regalo del P. Timothy Radcliffe, predicador del retiro previo a la Asamblea, quien les recomendó su rezo diario, para encomendar el sínodo a la protección de la Virgen.

Junto con sus cosas materiales, afirmaron desde la diócesis, Mons. Braida “lleva lo que vive a diario como pastor” y  “la enseñanza de Monseñor Angelelli”, que constituyen el mensaje que tiene para compartir en el Sínodo.

Para acompañar este tiempo sinodal, la Secretaría General del Sínodo obsequió a los participantes una caja de chocolates en una bolsa cosida a mano, con el mensaje: “Caminemos Juntos”.

Los dulces fueron elaborados en la Escuela Taller de Cacao Kharis, que emplea a adultos jóvenes de Venezuela, y las bolsitas son confección de mujeres del centro comunitario Construyendo Futuro, de ese país.

Esta segunda parte del Sínodo de la Sinodalidad comenzó el miércoles 2 de octubre, y concluirá el domingo 27 de octubre, con una Misa que presidirá el Papa Francisco. Al inicio del Sínodo, en octubre de 2021, el Santo Padre aseguró que esta instancia "no es un parlamento" o "un sondeo de las opiniones", sino que constituye “un momento eclesial, y el protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo”.