Monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza y presidente de la conferencia Episcopal Argentina (CEA) en diálogo con Radio Mitre Mendoza habló sobre el cruce de cartas que mantuvo con el presidente de la Nación, Javier Milei y aclaró que no hay fecha de reunión aún. “No hay una agenda, lo que hay es de parte nuestra una disposición ratificada ante el presidente que cuando se pueda va a darse, pero no hay algo inminente. Lo que digo son cruces de cartas, nuestro saludo navideño y una respuesta de parte del señor presidente agradeciendo la carta y valorando el aporte de la Iglesia a lo largo de este año”.

-¿Cuándo le gustaría que fuera, próximamente, en el primer semestre que empieza?

-Estamos disponibles, no tenemos una preferencia, ciertamente la agenda del verano se distiende un poco en función de la presencia de los funcionarios y de los otros compromisos, seguramente cuando se dé, con todo gusto. Hoy hay por ejemplo, esta mañana, está teniendo lugar un desayuno institucional del secretario con todos los dirigentes, entre los que está el secretario general de la conferencia.

-¿Qué le gustaría hablar con el presidente?

-En marzo fundamentalmente nos referimos a lo que había sido la primera crisis de la distribución de alimentos, también hablamos de la cuestión de la educación. Fueron todos temas de agenda que son importantes, la paliación de la institucionalidad, nos parece muy importante poder trabajar el tema de los lenguajes, la comunicaciones, el poder privilegiar estos canales institucionales que los hagan cumplir a todos en el diálogo racional.

-Con respecto a este primer año de gestión, ¿cómo lo ha visto y cuál es el principal problema que se está sufriendo en Argentina?

-Nosotros hablábamos ya desde los primeros días que fuimos elegidos, de la comisión, el tema clave es la situación de los más vulnerables, allí donde hay pobreza hay mucha pobreza. Era importante ordenar la economía, decíamos en aquel momento en noviembre, tenían que ver con una necesidad de dejar a la gente adentro y muchas de las medidas de este ajuste han afectado a esos sectores más vulnerados.

-Algunos señalan que próximamente en el año que va a comenzar esta economía que empieza a dar algunas señales puede prosperar, ¿cree que esa eliminación de la organización que está entremedio puede servir más?

-Se hablaba mucho de eso cuando fue el tema de las universidades, las auditorías, las supervisiones, muchas condiciones y muchos sectores han dicho supervísennos, audítennos, no hay problema, lo que sucede es que en algunos casos esas organizaciones la gente que la lleva adelante forman parte de estos mismos colectivos, no son súper estructura, gerentes, como se los ha llamado, sino parte misma de ese sector vulnerable que se pone al hombro el modo de gestionar la distribución.

-¿Interpreta que en algún momento se debería volver a trabajar en ese sentido, con organizaciones?

-Al menos valorar el aporte, en este caso nuestros, pero valorar el aporte de aquellas organizaciones que han sido transparentes siempre, y puedan seguir prestando esa ayuda sin dejar de supervisar y auditar para evitar cualquier forma de corrupción.

-¿Cómo lo ve al Papa Francisco?

-Bien, lo veo entusiasta, estos días se ha dado comienzo al Jubileo de la esperanza, ayer ha abierto una puerta, que es típico de los jubileos, en una cárcel tremenda que hay en Roma. Lo veo muy bien, preocupado por el tema de la guerra, afligido por los bombardeos de la poblaciones civiles y sobretodo poblaciones con muchos niños en la Franja de Gaza, también por el tema de Ucrania.

-¿Cuáles son los mayores desafíos de la Iglesia Católica?

-Nosotros lo marcábamos estos días en las reuniones, tres puntos, el primero la “misión”, la iglesia es misionera por naturaleza, anuncia Jesucristo, anuncia esperanza que la excede y que va más allá de su institucionalidad. Lo segundo es lo “sinodal”, es decir, queremos como eje renovar nuestras estructuras, nuestros procesos internos, el ejercicio de la autoridad, el control de la autoridad, la participación y la corresponsabilidad en la gestión a la iglesia. Y el tercer punto, para la iglesia en Argentina es “valorar”, integrar las diferencias de las regiones. Podemos ver a la Argentina desde una región determinada o desde la ciudad de Buenos Aires. La verdad que hay una riqueza tan grande en la iglesia de la Argentina que no podemos desperdiciar la posibilidad que es una oportunidad integrar las diferencias.

-Un caso que viene resonando a nivel nacional, este gendarme Nahuel Gallo y este pedido de la familia al Papa Francisco para intentar solucionar esta detención en Venezuela ¿está al tanto, ha podido tener algún contacto con la familia?

-La verdad que no tengo ninguna referencia concreta, a mi no se me ha acercado nadie, ni siquiera he tenido más información que la que escucho por los medios. Desconozco si ha llegado algo a la Santa Sede.

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