El profesor universitario analizó el comportamiento del sindicalismo argentino desde 1983. Aseguró que existe un doble estándar según el color político del gobierno.
En diálogo con Fenix, Marcelo Bermolén trazó un análisis histórico sobre los paros generales en la democracia argentina y denunció la falta de equilibrio del sindicalismo. Detalló que desde 1983 hasta hoy se realizaron 45 paros generales, de los cuales 29 fueron contra gobiernos no peronistas. “Estamos hablando del 64,5%. Los cuatro presidentes no peronistas recibieron esa cantidad de medidas en solo 13 años de gobierno, mientras que a los presidentes peronistas les hicieron 16 paros en 28 años”, remarcó. Además, recordó que Alberto Fernández fue el único presidente que terminó su mandato sin recibir una sola medida de fuerza de la CGT.
Bermolén también cuestionó la falta de coherencia del sindicalismo actual. “Le hicieron el primer paro más rápido de la historia a Javier Milei, a solo 45 días de asumir, pero lo dejaron casi un año sin medidas. Ahora rompen la tregua y vuelven a la carga”, señaló. Advirtió que el sindicalismo está debilitado, dividido y con bajo nivel de adhesión: “Ya no tienen la potencia de los tiempos de Ubaldini. Hay internas, falta de liderazgo y una desconexión con las nuevas generaciones”, explicó. Subrayó que los gremios defienden más sus privilegios que a los trabajadores.
Finalmente, Bermolén opinó que el sindicalismo argentino necesita una profunda autocrítica. “Así como la política está en crisis de representación, el sindicalismo también. La ciudadanía no es tonta: percibe que muchas veces los caciques sindicales actúan según sus propios intereses”, afirmó. Aseguró que el dato objetivo desarma el relato dominante: “Los números muestran que la CGT reacciona con mayor beligerancia cuando el gobierno no es peronista. Los datos mandan, el relato no alcanza”, concluyó.