El especialista habló sobre la riqueza histórica y cultural de La Rioja y su potencial turístico.Destacó la figura del Señor de la Peña como emblema de la religiosidad popular.
Criticó la falta de infraestructura y de sentido de pertenencia en esto.
Roberto Rojo, historiador y docente, reflexionó en Fenix sobre la importancia de valorar el patrimonio cultural y natural de La Rioja. En el marco de Semana Santa, explicó el origen del culto al Señor de la Peña, al que definió como “una de las expresiones más fuertes de la fe riojana, donde conviven religiosidad, paisaje y tradición”. Señaló que este fenómeno se inscribe dentro de las prácticas populares que impulsó el obispo Angelelli y que aún hoy movilizan a miles de personas en peregrinaciones en bicicleta, moto o auto.
Rojo lamentó que el potencial turístico de la provincia no esté bien aprovechado, tanto por falta de inversión como por la desidia de la propia comunidad. “Hay pueblos como Pituil, con paisajes hermosos, donde no se puede tomar un café o los baños de una estación de servicio están clausurados. La falta de turismo interno también es grave: muchos riojanos no conocen Talampaya, Chilecito o Los Sauces”, remarcó. A eso sumó la necesidad de fortalecer el sentido de pertenencia en la educación y la cultura.
El historiador también destacó figuras olvidadas como el aviador Almonacid, héroe de la Primera Guerra Mundial, o Bartolomé de la Colina, uno de los fundadores de la Fuerza Aérea. Recordó la obra de Gabino Coria Peñaloza y anticipó la publicación de su próximo libro: Carlos Menem se hace a sí mismo, una mirada política y biográfica del expresidente. “La Rioja puede exportar cultura como pocos lugares del mundo. Tenemos más para mostrar que muchos países”, concluyó.