Sociedad

Para evitar un juicio oral, un cura se declaró culpable de haber abusado de tres catequistas

En un juicio abreviado, el padre Mario Koessler se declaró culpable de haber abusado sexualmente de tres catequistas entre 2014 y 2015 en la Parroquia San José de San Isidro.

Miércoles 17 de Abril de 2019

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17:56 | Miércoles 17 de Abril de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Koessler, de 63 años, recibió una pena de tres años en suspenso por sus actos sobre Nora Bustamante (75 años), Nidia Brittos (40) y Alicia González (60): "El juicio oral, que iba a comenzar el lunes 22 de abril en el Tribunal Oral Criminal 2, se suspendió por un acuerdo de juicio abreviado al que llegaron la Fiscalía y la defensa, que fijó a Koessler tres años de pena en suspenso", explicó Andrés Bonicalzzi, abogado de las víctimas, sobre el caso que reveló TN.com.ar en 2017.

El letrado había citado para el proceso unos 30 testigos, entre los cuales estaba el presidente de la Confederación Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, quien se desempeñaba como obispo de la diócesis de San Isidro cuando ocurrieron los abusos.

En la lista de testigos figuraban también padres de alumnos de catequesis que el 24 de septiembre de 2016 se reunieron en la Parroquia San José con Ojea, quien les informó que Koessler había reconocido los abusos y pedido ayuda psiquiátrica, además de anunciar que dejaría la Iglesia para vivir en el asilo Marín de San Isidro.

"Yo sabía que no iba a ir a prisión. Me da tranquilidad que haya reconocido su culpa. Pero yo no quiero saber más nada con la Iglesia, no fui más. Esto me afectó mi fe", dijo Bustamante tras el fallo. Nora fue la primera de las tres que habló de los abusos. Denunció que, en febrero de 2015, Koessler la citó para ofrecerle coordinar la catequesis de los niños, y la atacó aprovechando la situación.

"Me levanto para saludarlo y se me acerca para darme un beso. Yo tenía los brazos pegados al cuerpo. Pesaba 52 kilos y él 120. De repente me aprieta, me trinca, me mete la lengua en la boca y me la pasa por toda la cara. Pone su pierna en mi entrepierna, acerca la cara a mi oído y empieza a jadear. Quedé petrificada", había relatado Nora a finales de 2017.

Brittos, otra de las víctimas, contó una situación similar vivida en agosto de 2015 cuando visitó al cura para pedirle conforto espiritual después de enterarse de que una persona de su entorno había sufrido un abuso: "Me fui al despacho y le conté lo que me pasaba. 'Es una estadística. El hombre tiene sus instintos', me dijo y me invitó a confesarme. Me sentí enfurecida y me levanté para irme pero me agarró por la fuerza y me apretó. Puso su cara cerca de la mía y empezó a jadear. Lo empujé y salí”, detalló Nidia, quien entonces era catequista del grupo de padres.

La tercera víctima, González, denunció haber sufrido un ataque de características similares a finales de 2014, pero guardó el secreto hasta que en febrero de 2015 Nora le contó lo que le había ocurrido.

El juicio abreviado se utilizó en otro caso emblemático de abuso eclesiástico en San Isidro: la condena a 14 años a José Antonio Mercau en 2011, por abuso y sometimiento sexual agravado de cinco chicos de entre once y quince años, quienes estaban a su cuidado en un hogar de Tigre, aunque el exsacerdote hoy goza de libertad.

Fuente: TN

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