Furor en Mendoza: Con botellas y bidones compran leche en tambos a $24 el litro

20:08 | Viernes 24 de Mayo de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

En los establecimientos que venden más barato lo mismo ocurre con yogures y quesos, los cuales cuestan hasta tres veces más en las grandes cadenas.

Uno de estos casos emblemáticos de esta movida es el tambo Guercio. Leonardo Guercio, su propietario, intenta explicar lo que está ocurriendo.

"Hace un mes que vendemos más de lo normal. Nos sorprende a todos. A la gente no le alcanza el dinero. De hecho, recuerdo épocas de petrones, lecops y patacones y no vendíamos tanto a las familias como ahora. Lo bueno es que apostamos a la calidad y a la salud de la población", indicó el empresario, quien a comienzos de año comercializaba unos 100 litros por día y ahora pasó a expender 400 litros por jornada. La leche está pasteurizada, pero por los bidones que usa la gente recomiendan hervirla. A pedido de las autoridades, en la firma están trabajando para empezar a vender ensachetada.

La capacidad de producción del tambo es de 1200, más que la venta actual. "Antes vendíamos más, porque teníamos muchas empresas y heladerías, pero ahora eso ha mermado bastante, principalmente, por los costos de los insumos y por el mercado de la leche en polvo, producto de baja calidad", agregó Guercio.

En Mendoza funcionan legalmente tres tambos. Además de Guercio, se encuentran Santilli y Capellano. Sin embargo, hay más de 7 que están fuera del sistema y que venden de igual modo, con una producción más reducida.

En un recorrido que hizo LA NACION por el tambo, ubicado en el carril Mathus Hoyos de El Bermejo, en la comuna de Guaymallén, se puede observar a la gente llegando con botellas, bidones y damajuanas.

Los mendocinos saben que en los grandes comercios los precios son más altos. Por eso, las firmas de ordeñe, producción y comercialización de lácteos se han convertido en la alternativa "salvadora" en lo que va del año.

No solo familias con niños piden llenar los recipientes, sino que una buena parte de la clientela es de la tercera edad. Así, para los jubilados, tener acceso a precios más baratos es un alivio, aunque la queja por los precios en el canal tradicional permanece latente.

"No solo son productos más económicos sino de calidad. Es desesperante sentir que a nuestra edad no podemos ir ya al supermercado. Es una vergüenza lo que nos toca vivir. Todas las semanas venimos al tambo. El auto lo usamos para salir a hacer estas compras, buscando lo barato. Ya ni un gusto podemos darnos; ni hablar de viajar y vacacionar como hacíamos antes", contaron a LA NACION Mirta y Orlando Sosa, vecinos de la localidad de Villa Nueva, mientras cargaban los bidones en el coche.

La misma aventura emprende una vez a la semana Horacio Romero (70), de Las Heras, quien a pesar de hacer más de 10 kilómetros, asegura que "gana" con los precios y la calidad del producto que se lleva a casa. "En el supermercado no se puede comprar más. Los quesos, ni hablar. Está todo mal y no queda otra que venir acá, donde encontrás personas de toda la provincia. Por lo menos, sabemos que consumimos leche pura", contó este mecánico jubilado, quien el año pasado tuvo que cerrar su taller por la imposibilidad de afrontar los costos.

LA NACION buscó en supermercados locales, pero sin éxito, los productos de segundas marcas a un valor accesible. Solo fue posible encontrar leche de firmas líderes a valores que rozan los 60 pesos. Y se hace casi imposible ver los productos lácteos del listado de precios esenciales del Gobierno. Así, al tambo siguen llegando cada vez más mendocinos, a pie, en micro o en auto, para poder esquivarle a la inflación, pero sobre todo para llevar a la mesa lo mejor que esté al alcance del bolsillo.