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Nayib Bukele, el presidente hipster de El Salvador que usa Twitter para despedir y ordenar cambios inmediatos en su gabinete

A sus 37 años de edad, el primer mandatario más joven de su país ha ordenado cambios inmediatos en su gabinete que responden a la reestructuración de raíz que prometió durante su campaña.

Viernes 07 de Junio de 2019

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11:07 | Viernes 07 de Junio de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Nayib Armando Bukele Ortez es el presidente más joven de la historia de El Salvador, tiene 37 años y el núcleo principal de su gabinete también son menores de 45 años de edad, es probable que por eso decida usar la red social Twitter como una extensión de sus políticas: ahora ha ordenado despidos de funcionarios y nuevas contrataciones por esta vía.

El presidente de El Salvador, ha dejado huella en Latinoamérica en su primera semana de mandato con este método de gestión gubernamental: dar órdenes directas a sus ministros a través de Twitter.

El mandatario, de 37 años y símbolo de la renovación política tras haber dejado en la cuneta el esquema bipartidista que ha regido la república durante las últimas tres décadas, ha iniciado una oleada de destituciones con el objetivo de "reordenar el Estado", según ha advertido en la red social.

En sus primeras políticas imperativas parece reflejar el cambio inmediato que sus promesas de campaña. El ex empresario es el primero desde el final de la guerra civil, que no representa a ninguno de los dos partidos principales (ARENA o FMLN) que habían gobernado por treinta años.

Dicho y hecho. Durante las últimas horas, Bukele ha ido ordenando cambios a los miembros de su Ejecutivo con la máxima visibilidad que aporta Twitter.

"Se le ordena a la Ministra de Vivienda, Michelle Sol, que remueva al hijo del ex Presidente de la República de su plaza en Fonavipo", se podía leer poco después de que Bukele anunciara su intención de poner la estructura del Estado y sus recursos a disposición del pueblo salvadoreño. "Ahorita mismo Presidente", era la respuesta de la aludida.


Algunos de esos encargos de despidos van acompañados del salario percibido por el afectado, un dato que busca incidir en el mensaje de regeneración democrática que a su parecer reclama el país tras los contundentes resultados de las elecciones de febrero, en las que Bukele logró el 53% de los sufragios, acabando así con el tradicional binomio formado por la alianza conservadora Arena y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Uno de los casos más llamativos es la destitución del Director de Innovación Tecnológica, con un salario de 3.325 dólares mensuales. "Con ese presupuesto, contrate tres técnicos de de 1.100 dólares cada uno", ordena el presidente. "De inmediato señor Presidente, además de contratar los 3 técnicos, enviaremos los $25 restantes para ahorro".


Con la experiencia como publicista desde su campaña manejó las metáfora de darle "medicina" a su país "que necesita sanar". Comparó al país con un niño enfermo que debe ser cuidado por su familia. Un niño que tiene mucho tiempo de estar mal, que necesita atención a todas horas, que sufre y provoca sufrimiento a su alrededor. "Nos toca ahora a todos tomar un poco de medicina amarga, nos toca ahora a todos sufrir un poco, nos toca ahora a todos tener un poco de dolor, nos toca a todos asumir nuestra responsabilidad", afirmó.


Pero lo que el FMLN no hizo en diez años, todo pareciera indicar que Bukele quiere hacerlo en estos primeros días de iniciado su mandato. Al filo de la siete de la noche del día de su juramento, ordenó, como siempre en su cuenta de Twitter, que el homenaje a Monterrosa fuera borrado.

Bukele se ha declarado fan de series políticas como "House of cards" o "Billions", y también de los cómics norteamericanos.


Ha basado su campaña en una plataforma anticorrupción, pero varios personajes de su círculo más cercano (e incluso él mismo) han sido señalados por actos contrarios a la ley. Ha hablado del orgullo de su origen palestino, sin embargo una vez elegido ha mostrado simpatía por Donald Trump, uno de los aliados más firmes del gobierno israelí de Benjamin Netanyahu.

Los ciudadanos salvadoreños quieren ver Nayib Bukele el cambio que tanto han anhelado, sin embargo tendrá que confirmar si es o no la esperanza a la que eligieron 1.2 millones de salvadoreños.

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