Sociedad

Un arrepentido declaró que “Chicho” Serna fue testaferro de un capo narco en Argentina

Además implicó al ex futbolista y a la viuda de Pablo Escobar en el lavado de 3 millones de dólares a través de un mega proyecto inmobiliario. “Del tema hablan mis abogados”, dijo el colombiano.

Viernes 14 de Junio de 2019

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16:04 | Viernes 14 de Junio de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Luego de la muerte de Pablo Escobar en 1993, sus enemigos se repartieron sus rutas y estructura. En Medellín, la oficina de Envigado- centro de cobro del narcotráfico y las extorsiones- quedó para los paramilitares que habían colaborado en su cacería. Su primer jefe fue Diego Fernández Murillo Bejarano (alias "Don Berna"). Pero cuando éste fue detenido en 2007, tomó el mando de la oficina Carlos Mario Aguilar (alias "Rogelio").

Toda esta reseña histórica recobró actualidad esta semana en el despacho del juez federal de Morón Néstor Barral. La razón: un arrepentido declaró que el ex jugador de fútbol Mauricio "Chicho" Serna (51) -estrella de la selección de Colombia y de Boca Juniors- fue testaferro de "Rogelio" en la Argentina.

 

La declaración del colaborador -que habló bajo reserva de identidad- fue tomada por fiscales de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) en Estados Unidos durante la primera semana de junio. Y se convirtió en una pieza clave de la causa en la que Barral yaprocesó por lavado de dinero narco a Serna, a la viuda y al hijo de Pablo Escobar y al empresario inmobiliario Mateo Corvo Dolcet (54).

Clarín se comunicó con el también ex volante de Talleres de Córdoba y, agradecido, se disculpó: "No voy a hablar del tema. Gracias por llamarme, pero del caso van a hablar mis abogados".

El testimonio del bautizado "Colaborador A" cerró con las demás pruebas del expediente y también permitió que ahora el juez Barral procesara al colombiano José Byron Piedrahita Ceballos (59), eje del lavado de 3 millones de dólares y 1.700.000 pesos a través de emprendimientos inmobiliarios y gastronómicos concretados entre 2008 y 2017, principalmente en Pilar a través de Corvo Dolcet.

La nueva información que llegó vía los fiscales Diego Iglesias y Sebastián Basso complicó la situación de todos los acusados en la causa (ocho en total). Tanto Corvo Dolcet -cabeza de los negocios de Piedrahita en la Argentina- como el resto de los acusados habían declarado que, si bien conocían a Piedrahita, no sabían que se tratara de un capo narco.

 

Para ellos, aseguraron, sólo era un exitoso empresario ganadero. "Chicho" Serna sostuvo incluso que lo había conocido en un restaurante porteño cuando Piedrahita se acercó a pedirle un autógrafo.

Aquel agitado 2008

De acuerdo a la investigación de los fiscales y del juez Barral, las maniobras para lavar dinero del tráfico de cocaína a Estados Unidos comenzó en junio de 2008 cuando Piedrahita le transfirió a Corvo Dolcet 186.000 dólares por el 14% de las acciones de la firma Anexo Chile. 

Y la relación creció en noviembre de ese mismo año cuando Piedrahita le entregó a Corvo dos propiedades -por valor de casi un millón de dólares- que había obtenido de Serna a través de una venta simulada.

Lo que ahora aportó el arrepentido fue el dato de que esas propiedades nunca fueron de Serna sino del jefe de la oficina de Envigado: Carlos Mario Aguilar, alias "Rogelio". Todo coincide, ya que Rogelio viajó a la Argentina en 2008 para entrevistarse con La DEA norteamericana para organizar su posterior entrega en territorio de los Estados Unidos.

Quien en 2008 viajó de Colombia a la Argentina para colaborar en esas negociaciones fue Piedrahita Ceballos quien se jactaba de haber pagado un millón de dólares en abogados para concretar la entrega de su colega. Según el "arrepentido", Rogelio le devolvió ese millón a Piedrahita dándole sus propiedades en Argentina que estaban a nombre del ex jugador de Boca.

Cuando en 2008 Serna llevaba tres años retirado del fútbol y la viuda de Escobar había dejado atrás una causa por lavado (que la tuvo presa más de un año) y esperaba que avanzara su trámite de nacionalización, el cual se concretaría finalmente en 2010, Corbo Dolcet, por su parte, había empezado a darle forma a un mega proyecto de barrio de lujo y tren vip en Pilar.

En un año plagado de asesinatos narco como el Doble crimen de Unicenter o el Triple Crimen de General Rodriguez, los protagonistas de esta causa no pararon de hacer negocios con el dinero que aportaba Piedrahita Ceballos. Esto también incluyó una inyección de efectivo en el rubro gastronómico a partir de la acción de la sociedad que controlaba el famoso "Café de los Angelitos".

Todo había comenzado con la presentación de Piedrahita a Corvo por parte de María Isabel Santos Caballero (58, viuda de Escobar) y su hijo, Sebastián Marroquín (41) en 2007. Por hacer de nexo, los herederos de Pablo Escobar le cobraron una comisión a Corvo Dolcet de unos 100 mil dólares.

La munición del arrepentido

En su declaración ante los fiscales el arrepentido aportó datos contra todos los involucrados.

Para empezar contó la historia de vida de Piedrahita Ceballos como mano derecha de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, jefes del Cartel de Cali. Y en este punto aseguró que el colombiano llegó a controlar una producción de 500 kilos diarios de cocaína, lo que le dejaba una ganancia de 50 mil dólares cada 24 horas. Él era el proveedor de materia prima del cartel.

Al declarar en indagatoria, María Isabel Santos Caballero sostuvo que conoció a Piedrahita gracias a su hermana, que era muy amiga de la esposa de la "ganadero" colombiano. Pero, dijo, nunca sospechó que estaba involucrado en el narcotráfico.

"Cuando Pablo Escobar empezó la guerra yo escuchaba que era con el Cartel de Cali. Cuando murió, aparecieron 40 jefes de carteles de diferentes ciudades que yo no conocía, con los que a instancias y bajo la protección del gobierno hubo que negociar durante un año, mientras seguíamos expuestos a la muerte. En esos encuentros, jamás conocí al señor Piedrahita, nunca se sentó en una mesa de negociación, nunca nadie quiso cobrar ni se cobró en su nombre, jamás nadie lo nombró. Lo conocí 14 años después de que mi marido muriera y por fuera de cualquier contexto relacionado con el mundo del narcotráfico o las actividades de mi esposo", dijo la viuda.

Ahora el arrepentido sostuvo que eso no fue así y ubicó a Santos Caballero y Piedrahita en una de las tantas reuniones que la viuda mantuvo con la cúpula del Cartel de Cali. Para la fiscalía esto demostraría que ella sabía perfectamente el origen del dinero que Piedrahita iba a invertir en Argentina.

Prácticamente lo mismo sostuvo el "Colaborador A" sobre Corvo Dolcet: contó que comenzaron a hacer negocios en 2008 y que en 2012 Corvo se contactó con Piedrahita porque la consultora Price Waterhouse no certificaba las sociedades involucradas en el mega proyecto de Pilar porque él figuraba entre los accionista.

Esto, se comprobó en la causa, llevó a una compra simulada de las acciones del colombiano por parte de Corvo Dolcet. Pero todo quedó al descubierto cuando comenzaron los allanamientos del caso, a fines de 2017.

La prolijidad del empresario, que guardaba en su caja fuerte todos los contradocumentos de sus operaciones, terminó por hundirlo a él y a sus socios al punto que el juez Barral ya ordenó el decomiso anticipado de unos 25 mil metros cuadrados de tierra.

Para "Chicho" Serna la aparición del arrepentido es como un déjà vuque lo lleva 20 años atrás, cuando en 2008 se lo relacionó con los dos narcoparamilitares colombianos asesinados en el estacionamiento del Shopping Unicenter.

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