Internacionales

Crece el clima de tensión en Hong Kong y China insiste en culpar a Estados Unidos

Los manifestantes tomaron el aeropuerto. El gobierno admitió que las protestas están afectando la economía.

Viernes 09 de Agosto de 2019

142045_1565394686.jpg

20:48 | Viernes 09 de Agosto de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

La revuelta popular en Hong Kong en demanda de una apertura democrática sigue creciendo y ya está provocando serios inconvenientes para el gobierno pro-chino. Miles de manifestantes tomaron este viernes el aeropuerto de la isla para “crear conciencia entre los viajeros internacionales”, mientras Beijing salió a culpar a agentes de Estados Unidos de fomentar esta crisis.

La sentada en el aeropuerto, que se prolongará durante todo el fin de semana, convocó a un multitud de jóvenes que entregaban folletos en diferentes idiomas para explicar a los turistas los motivos de su protesta en la ex colonia británica.

Muchos sostenían pancartas con frases como “¡Salva a Hong Kong de la tiranía y la brutalidad policial!” y “Bufé libre de gas lacrimógeno disponible en 13 distritos”, referencia sarcástica al despliegue policial durante las últimas semanas para dispersar multitudes.

 

Policías antidisturbios se aprestan ante una nueva protesta en Hong Kong, este viernes. /REUTERS

El movimiento de protesta se inició hace poco más de dos meses contra un polémico proyecto de ley de extradición, que se encontró con la oposición de diversos sectores de la sociedad al considerar que limitaría la independencia judicial de Hong Kong y podría permitir entregar a activistas políticos o periodistas a China.

El gobierno se vio obligado a suspender la norma, pero la mantuvo latente. Ahora los manifestantes reclaman la retirada completa de la ley, y también incluyen en sus demandas que se establezca un comité independiente para investigar la presunta mala conducta policial, debido a la dura represión de las marchas.

La jefa del Gobierno local, Carrie Lam, dijo que no habrá concesiones para los manifestantes y admitió preocupación por el impacto a largo plazo de las protestas. “Estoy muy preocupada por la situación y por eso hago un llamamiento a la calma y a la racionalidad para ayudarnos a superar esa situación”, dijo.

Lam reconoció que la masividad de las protestas han asolado la economía del territorio chino “como un tsunami”. Varios líderes empresariales que se habían reunido previamente con la gobernadora también aseguraron que el sector comercial y la industria minorista han experimentado una disminución significativamente en sus actividades durante los últimos meses.

Las protestas representan el mayor desafío para el presidente chino, Xi Jinping, desde que llegó al poder en 2012. Zhang Xiaoming, el máximo representante de China en Hong Kong, afirmó este miércoles que la región administrativa especial se enfrenta a su mayor crisis desde que regresó del dominio británico al chino en 1997.

La supuesta mano de Washington

Este viernes, el gobierno chino insistió en culpar de lo que está sucediendo a Estados Unidos. Lo hizo desde Roma, donde el embajador de Beijing, Li Junhua, le exigió a Washington que no interfiera en la crisis. El diplomático denunció, en su primera conferencia de prensa desde que asumió el cargo, que “el mundo político” de EE.UU. está apoyando y “amplificando las ideas de los manifestantes”.

“Hong Kong es de China, y no aceptamos ningún tipo de interferencia extranjera”, agregó. Según Li, Estados Unidos continúa interfiriendo con el principio de “un país, dos sistemas”.

“Estoy convencido de que si estos actores no se movieran detrás de escena, los manifestantes más violentos no habrían tenido el coraje de hacer lo que hicieron en las calles de la ciudad”. “Pedimos a los Estados Unidos -dijo el embajador- que piensen en sus cosas y que no hagan a los demás lo que no les gustaría que les hicieran”.

El gobierno central chino reiteró su confianza en el gobierno hongkonés para “garantizar la seguridad”, aunque al régimen comunista parece agotársele la paciencia con unas protestas que, de continuar, podrían coincidir con las celebraciones de octubre por el septuagésimo aniversario de la República Popular China, algo que el presidente Xi Jinping parece querer evitar a toda costa.

El reto para China es lograr su objetivo en un contexto marcado por la guerra comercial con EE.UU., las presiones a la baja de la economía y sus planes de consolidarse como potencia global con iniciativas para formar su propia órbita diplomática como las Nuevas Rutas de la Seda. 

<

Top Semanal

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

LOCALES

NACIONALES

INTERNACIONES

DEPORTES

SOCIEDAD

FARÁNDULA