El "cuerno" resultó ser un crecimiento sebáceo con keratina, la misma sustancia que se encuentra en las uñas y el pelo.
El hombre se golpeó la cabeza hace unos cinco años, tras lo cual le empezó a crecer el "cuerno". Al principio no se inmutó porque no le molestaba, y hasta le pedía a su barbero que se lo cortara, pero luego la estructura se volvió más robusta y tuvo que recurrir a los médicos.
El problema principal fue que, aunque el "cuerno" podría ser cortado con un filo cualquiera, el "problema de raíz" seguía latente: los médicos le extirparon la piel de donde crecía para evitar que vuelva cada vez con más fuerza.