Sociedad

Salta: condenaron a tres años de prisión condicional a un hombre que mató a machetazos a un perro

El hecho ocurrió en septiembre de 2018, en la capital provincial. Rodrigo Bonemann también fue condenado por amenazar a una testigo.

Jueves 19 de Septiembre de 2019

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11:35 | Jueves 19 de Septiembre de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

La jueza Norma Beatriz Vera, vocal de la Sala IV del Tribunal de Juicio, condenó el martes a Rodrigo Moisés Bonemann (24) a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional por los delitos de actos de crueldad contra los animales y amenazas con arma en perjuicio de una testigo, ambos delitos en concurso real.

Bonemann mató a machetazos a Benjamín, un perro mestizo que vagaba por la calle en busca de comida, y amenazó de muerte con la misma arma a una testigo del hecho.

"Luego de agredir al perro, el acusado amenazó a dos personas. Una de ellas ratificó su denuncia en la audiencia, por lo que se le aplica el concurso real por crueldad animal y amenazas", explicó a Infobae una fuente judicial en Salta.

"La testigo era vecina del acusado y debido a las amenazas que recibió luego de denunciarlo debió mudarse. En la audiencia, la mujer ratificó sus dichos, por lo que se le aplicó el concurso real", continuó la fuente y especificó que si bien Bonemann no quedará preso por los delitos que lo condenan "esta sentencia significa un antecedente en caso de que cometa otro delito o si no cumple con las tareas comunitarias la pena condicional podrá ser efectiva".

Los hechos

Según declaró la testigo E.M.M, en la noche del 15 de septiembre de 2018 paseaba en auto junto a su pareja cuando escuchó los gritos de un animal que provenían de las inmediaciones del loteo San Benjamín, sobre la ruta 26 de la ciudad de Salta. Al acercarse, vieron a un hombre que golpeaba salvajemente a un perro con un machete.

Acongojados por la situación, lo increparon para que se detuviera, pero no sólo que no lo consiguieron sino que fueron amenazados con el mismo machete. Asustados, dieron aviso a la policía que poco después detuvo al agresor.

Bonemman fracturó la columna vertebral del perro y le rompió la médula espinal. Debido a la magnitud de las lesiones, el sufrimiento y el estado irreversible, Benjamín debió ser sacrificado.

Al momento de prestar declaración ante la Justicia, el acusado —sereno del predio donde atacó al animal— aseguró que esa noche estaba trabajando y cerca de las 23:30 vio a Benjamín mientras rompía una bolsa de basura.

"Lo chisté para que se corra pero se enojó y me atacó. Actué para defenderme, fue algo de segundos", declaró.

A las pocas horas, el caso de Benjamín se viralizó en la capital salteña (los testigos filmaron parte de la agresión) y días más tarde generó una movilización de proteccionistas y ciudadanos que reclamaban "justicia" para el perro y el cumplimiento efectivo de la ley de protección animal, 14.346.

A poco más de un año del hecho, Bonemann llegó al banquillo de los acusados en un juicio inédito ya que se lo juzgó por crueldad animal y el delito de amenazas con arma contra una testigo, lo que le significó una condena en concurso real.

En la tarde de este martes la jueza Vera le impuso, además, "reglas de conductas" que deberá cumplir durante tres años como fijar domicilio, realizar un tratamiento psicológico y tareas comunitarias de limpieza en la Dirección General de Bienestar Animal de la Municipalidad de la capital salteña.

Si no cumple con los requisitos, el Tribunal le revocará la condicionalidad de la penal y podrá ir a la cárcel.

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1 COMENTARIOS

Sandra

| Sábado 21 de Septiembre de 2019

Qué tipo loco, matar así a un animal solo porque rompió las bolsas de la basura. Sin duda tenía hambre el pobre animal, con darle un poco de comida bastaba. Acá en La Rioja había un tipo que trabajaba en el complejo Saaverda, ese de lado de la escuela de Pango, pasaba yo por ahí una noche y andaban dos perritos buscando comida también en las bolsas de basura, y salió de adentro el tipo con un pedazo de madera con un alambre punteagudo pegado en la punta del palo, sin duda para picarlos a los pobres perros. Apenas lo vieron venir con el palo, corrieron y se alejaron los perritos. Si los hubiera lastimado o algo, ahí nomás los denunciaba

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