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El Gobierno aprobó el nuevo Código de Ética Militar de las Fuerzas Armadas

A falta de un Código de Justicia Militar, este instrumento legal, junto al reglamento de disciplina, regirán la conducta militar.

Sábado 07 de Diciembre de 2019

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00:24 | Sábado 07 de Diciembre de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

A pocos días de producirse el recambio presidencial y tras la aprobación de las estructuras orgánicas de las Fuerzas Armadas, un nuevo instrumento reglamentario militar ha sido puesto en vigencia en las últimas horas por parte del Estado Mayor Conjunto de las FFAA y con la aprobación del Ministerio de Defensa.

La publicación PC 19-01 “Pública" da vida institucional al nuevo Código de Ética Militar. La norma resume en casi 20 páginas los conceptos básicos de la profesión militar, la ética militar, los valores y la adaptación de estos últimos a la actividad de las FFAA. Luego de varios meses de trabajo de un grupo de abogados militares de las tres fuerzas, y tomando como marco legal la Constitución Nacional, la ley de Personal Militar, la de Defensa Nacional, el Código de Ética Pública y el Código de Disciplina de las FFAA, este instrumento le permite al próximo Ministro de Defensa, Agustín Rossi, iniciar su gestión con un tema que estaba pendiente ya concluido.

En lo que respecta al ámbito de alcance de la nueva norma militar, la misma no se ciñe solo al personal militar en actividad sino además a los retirados y retirados en servicio de las tres fuerzas armadas.

Los aspectos fundamentales

“La función principal de la profesión militar es contribuir a la defensa nacional con el objetivo de garantizar la paz. En cumplimiento de esta función, el profesional está dispuesto a entregar su vida y hacer uso de la fuerza de manera letal en custodia de los intereses vitales de la Nación Argentina a la cual sirve”. A partir de este concepto el código desgrana el marco y los límites para el ejercicio de la profesión militar.

En cuanto a los valores imprescindibles para el ejercicio de la profesión del soldado, el código señala: “Para el militar argentino debe ser una obligación permanente actuar conforme a los valores de Patriotismo, Honor, Disciplina, Abnegación,Valor, Integridad, Lealtad, Espíritu de Cuerpo y Profesionalismo”.

Con el propósito que la enunciación de valores sea clara y precisa, el código los define uno por uno. Una alta fuente militar indicó a Infobae que la importancia de esta enunciación es que los vaivenes políticos no afecten a las FFAA: “Esta es a partir de ahora nuestra guía básica y nadie podrá a partir de su puesta en vigor, torcer el objetivo principal de nuestra misión”.

En un orden de desarrollo típicamente militar, luego del enunciado de valores, se detallan las conductas consideradas como “disvalores” o comportamientos contrarios a los mismos. El desgano, la falta de respeto a los símbolos, héroes y gestas patrias, el apartamiento de las buenas costumbres, la búsqueda del beneficio propio, el abandono de un camarada en peligro, el menosprecio a la cadena de comando y la anteposición de los intereses personales antes que los del servicio, constituyen una síntesis de los principales objetos de reproche en el nuevo encuadre ético militar.

En la parte final del documento se establece el procedimiento mediante el cual las eventuales faltas éticas cometidas por un militar deben ser informadas a la superioridad y el modo en que esas faltas serán luego evaluadas para decidir la aplicación de las medidas correctivas que correspondan.

“La pregunta suena razonable si pensamos en instituciones militares sujetas a los vaivenes de la política, pero precisamente en el devenir de las instituciones todos hemos aprendido que las FFAA deben estar subordinados al poder político pero no politizadas. Este instrumento era una deuda que las fuerzas tenían para con el personal militar, es un código como el que tienen tantas otras profesiones, y no es dable suponer que los médicos, los ingenieros o los abogados necesiten de un ministro para regular cuestiones propias de su profesión. No estamos definiendo misiones concretas, lo que sí es un resorte de la autoridad política, estamos regulando nuestro funcionamiento interno”, respondió una de ellas, aunque todas se manifestaron en forma más o menos similar.

Relevos de las cúpulas militares

Tal como ha sucedido con todos los eventuales candidatos a ocupar distintos puestos en la conducción nacional, las FFAA no están ajenas a la danza de nombres. Por la particularidad de la profesión militar, la elección de los jefes máximos implica necesariamente movimientos internos propios de la ubicación escalafonaria de los finalmente elegidos (los oficiales que son sobrepasados en el cargo por otros de menor antigüedad o grado deben solicitar el pase a retiro). Esta situación ha sido ponderada por los equipos de trabajo de Alberto Fernández y si bien los más idóneos en materia de defensa hablan de relevos no traumáticos, algunos asesores no militares abogan por una “poda” a la altura de las jerarquías de coronel o equivalentes.

En este sentido un hombre cercano al actual diputado Agustín Rossi indicó: “Sería realmente muy perjudicial para las FFAA desprendernos de todos los generales, almirantes y brigadieres, más si consideramos que buena parte de ellos recibieron sus jerarquías actuales de manos de la ex presidenta Cristina Fernández y con pliegos elevados por el propio Rossi. Hay hombres de mucha valía y con algunos de ellos ya hemos tomado contacto para evaluar las primeras medidas que adoptaremos en los próximos días”.

Por último, la misma fuente señaló que se ha tomado debida nota del reclamo que dirigentes de la Industria Naval Argentina le hicieron al futuro presidente respecto a la reconsideración de las construcciones navales encargadas a astilleros extranjeros y su eventual construcción en el país.

Fuente: Infobae

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