Sociedad

Dos amigos, la cuarentena y un juego que llegó hasta Australia y Canadá: “Bingo pandemia”, la propuesta que se volvió viral

Comenzaron hace tres meses y lograron reunir a 3 mil personas en una sola noche. Hasta el momento participaron, además, jugadores de España, Colombia, Brasil y Chile. En dos semanas, "la Trivia Pandémica" se sumará como nueva propuesta.

Jueves 13 de Agosto de 2020

171487_1597356523.jpg

19:03 | Jueves 13 de Agosto de 2020 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

“¿Pasamos juntos la cuarentena?”, preguntó por teléfono Iván Vignau (Maivan) a su amigo Lucio Szteinhendler. Estaba en la puerta de la casa de Villa Urquiza y faltaban apenas unas horas para que el presidente Alberto Fernández decretara el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Hasta allí llegó con sus cosas, sus muchos juegos de mesa, y el deseo que divertirse junto al amigo con el que en la última década compartió los mejores momentos.

Del otro lado del teléfono, Lucio respondió con un “¡dale!”. “¡Bueno! ¡Estoy en la puerta!”, escuchó y mientras se reía dejó entrar al amigo con quien, un par de meses después, crearía el juego que es boom de las redes.

Durante los primeros 20 días de la cuarentena jugaron con todo lo que tenían. Ya no les quedaba nada por inventar, pero no iban a permitir que el aburrimiento los venciera. La sorpresa llegó una tarde mientras Lucio asistía a su padre, un adulto mayor, a quien también le llevó juegos de mesa para que pase sus días entretenido.

“Veo que entre las cosas que le llevé, mi viejo no había abierto una caja de bingo, y como no lo quería me lo llevé”, recuerda Lucio sobre el insospechado momento en que tomó el juego que nadie quería y que marcó el cambio de su cuarentena y la de miles de personas.

“Esa misma noche lo abrimos, pero como nunca antes habíamos jugado ni ido a un bingo, para hacerlo más divertido invitamos a jugar por Zoom a dos amigas que viven solas y estaban aburridas”, dice Maivan, y cuenta sorprendido que como “estuvo tan bueno volvimos a jugarlo e invitamos a otros amigos, y empezamos con los premios bizarros”.

Lo que siguió fue incontrolable: cada semana se sumaban decenas de personas y en poco días se convirtieron en cientos de jugadores en línea. “Teníamos que preparar los cartones a mano para pasarlos por WhatsApp”, agrega Lucio confiando el cansancio por hacer a mano cada uno de los cartones.

Lo que jamás imaginaron es que esa idea de reunir más personas para divertirse se convertiría en el boom de la pandemia que ya recibe participantes de Australia, Canadá, Colombia, Chile y Brasil, y que además se sumen a las consignas para cada jueves y sábado, noche que sigue con una fiesta virtual. “Somos como Roberto Galán, porque ya se ha formado una pareja”, bromea Maiván, imitando al locutor reconocido por el clásico programa televisivo Yo me quiero casar ¿y usted?

 

Una década de amistad coronada por el bingo: la historia de dos amigos que aman jugar

“Yo soy profe de audiovisuales de escuela pública y antes de la cuarentena la pasa bien, trabajaba, tengo una banda de música en la que toco la viola, vivo solo y nos gusta viajar con Lucio y el grupo de amigos que tenemos”, cuenta Iván Vignau, apodado desde niño Maivan, músico, egresado de la carrera de Imagen y Sonido y profesor que por dos veces por semana da clases virtuales.

Por su parte, Lucio Szteinhendler, se dedica a la construcción luego de haber trabajado como productor de teatro, música y eventos, bromea: “Ya no recuerdo cómo era mi vida antes de la cuarentena”.

Los amigos que por estos meses son anfitriones en una sala virtual de bingo, se conocieron hace 11 años en una muestra de arte. “Los dos somos personas que básicamente jugamos todo el tiempo y tratamos de hacer actividades siempre. Cuando decidimos pasar juntos la cuarentena, traje juegos y Lucio tenía otros tantos, pero a los 20 días ya habíamos gastado todos”, reconoce Maivan y recuerda cómo se conocieron.

“Nos conocimos cuando un amigo en común nos invitó a un espacio de arte y en el medio de la obra un curador comenzó a caminar con un grupo de gente. Nos miramos porque algo nos resultó gracioso y nos hicimos pasar por curadores de obras de arte. ¡Fue muy divertido! Y ahí pegamos muy buena onda porque nos dimos cuenta que teníamos el mismo humor y que nos divirtió la anécdota de hacernos pasar por artistas”.

Lo que siguieron fueron vacaciones, armar un grupo de amigos en común y divertirse. Desde hace tres meses, lo que comenzó como un juego entre algunos amigos se volvió viral. No saben cómo sucedió, pero lo disfrutan mucho.

“Los sábados tenemos mil conexiones, lo máximo que permite la plataforma, pero por la cantidad de cartones que se descargan (ya digitalizaron el juego que comenzó con cartones artesanales) hay un promedio de 3000 personas jugando porque se suman muchas familias que se divierten cuando se ven”, dicen sobre el juego que, además, es el momento de encuentro de amigos y familias que desde el inicio del aislamiento no se ven.

“Es muy lindo, porque como ponemos consignas para las noches temáticas se ven unos a otros disfrazados o en otro ámbito virtual más allá de la videollamada que hacen entre ellos. ¡Son increíbles las reacciones que tienen!”, asegura Maivan, y emocionado por saber hasta dónde llegó su creación agrega: “También se conecta gente de otros países con otro formato de cuarentena. Es increíble cuando acá son más de las 10 de la noche y vemos que alguien juega delante de una ventana donde es de día”.

Ese crecimiento necesitó de la ayuda de amigos que programaron la página de Bingo Pandemia y de quienes ayudan en cada juego. “En estos casi tres meses tuvimos que desarrollar un montón de estrategias para organizar la comunidad: desde armar una página web para que se puedan bajar los cartones, porque eso lo hacíamos a manos”, cuenta Maivan y Lucio agrega: “¡Imagínate lo que era hacer 700 cartones a mano!”.

Hoy, cada cartón tiene un número y ese número es el que se ingresa al sistema “para saber quién tiene línea y quién tiene bingo”. “La gente lo canta a través del chat del zoom y escribe el número del cartón, nosotros lo corroboramos”, cuentan sobre los detalles necesarios para poder premiar a los participantes.

Además, “tenemos un director de cámaras, que es nuestros ojos porque enfoca a las personas y al bolillero. Es muy divertido porque de alguna manera paseamos por las casas de quienes juegan que se copan de verdad porque en cada emisión ponemos consignas y ellos se producen para salir en cámara. ¡Es increíble!”, asevera Lucio y cuenta que trasmiten delante de un croma (una tela verde que permite encimar paisajes).

Hasta ahora, las noches los llevaron a México, a películas de terror, noche de galas y hasta la Luna. “Cuando festejamos el día del amigo estuvimos en la Luna y cuando hicimos la propuesta de noche de gala, por lo menos cinco parejas estaban vestidas como la noche en que se casaron! Ellos de saco y corbata y ellas con el vestido de novia. Es la gente la que nos sigue empujando a seguir con esto”, confían los amigos.

Comenzaron premiando a los jugadores con frascos de mermeladas y hoy les donan hasta cascos para motos. Un promedio de 2500 personas juega en cada emisión del Bingo Pandemia.

Sobre el final de la entrevista adelantan: “¡En dos semana se viene la Trivia Pandémica! Será otro formato de juego. Sabemos que si bien hay un montón de cosas para hacer con el bingo, ya llegó a un tope que está bueno y ahora tenemos ganas hacer también otras cosas”, pero la nueva idea se sumará a las noches de los bingos que seguirán los jueves a las 20 y sábados desde las 22, pero sigue con la Fiesta Ponch, una fiesta virtual que se extiende hasta la madrugada.

“Ese es el momento que muchos usan para conocerse un poco más. ¡Somos como Roberto Galán”, dicen entre risas sobre el proyecto que nació como un juego entre amigos y que hoy reúne a personas de España, Australia, Canadá, Chile, Brasil y Colombia.

 

<

Top Semanal

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

LOCALES

NACIONALES

INTERNACIONES

DEPORTES

SOCIEDAD

FARÁNDULA