Trump organizó una ceremonia durante la cual el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, establecerá formalmente relaciones diplomáticas con esos dos países árabes, en el primer logro de ese tipo desde los tratados de paz con Egipto y Jordania en 1979 y 1994 respectivamente.
Trump evocó la llegada de un "nuevo amanecer para Oriente Medio" y atribuyó a su Gobierno el éxito como mediador en las negociaciones.
El mandatario estadounidense celebró que se haya logrado un pacto sin precedentes en "más de un cuarto de siglo".
"Hemos conseguido dos en un mes, y le seguirán más", añadió sobre los llamados Acuerdos de Abraham, que provocaron protestas en las calles de Palestina y también en Washington.
Tras el discurso de Trump tomó la palabra Netanyahu, que aseguró que los acuerdos constituyen un “punto de inflexión en la historia”.
“Esta paz eventualmente se expandirá para incluir a otros estados árabes. Y en última instancia puede terminar con el conflicto árabe-israelí de una vez por todas”, dijo el premier israelí.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de los EAU, Abdullah bin Zayed Al-Nahyan le agradeció al jefe de Estado israelí por “elegir la paz y por paralizar la anexión de territorios palestinos”.
Emiratos y Bahrein tienen en común con Israel la animosidad hacia Irán, que también es el enemigo número uno de Estados Unidos en la región.
Desde hace años, varios estados árabes petroleros cultivan discretos lazos con autoridades israelíes pero esta normalización de relaciones ofrece muchas oportunidades, especialmente económicas, a países que buscan superar los perjuicios causados por la pandemia.