Farándula

Guillermo López: “Nunca choqué ni me levantaron un programa”

En diálogo con Teleshow, el conductor televisivo hizo un repaso por su carrera y contó cómo vive su relación con su esposa Nella Ghorghor, con quien se casó justo antes de la pandemia

Sábado 19 de Septiembre de 2020

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11:20 | Sábado 19 de Septiembre de 2020 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

“Todo lo que sea entretenimiento y humor a la gente siempre le vino bien. Ahora, es hasta curativo”, dice Guillermo el Pelado López, que estrenó programa el fin de semana pasado junto a Soledad Fandiño. El ciclo Santo Sábado propone -en la pantalla de América- diversión, informes y entrevistas, los sábados a las 21. Para la segunda edición de esta noche, el conductor adelanta en enigmático la participación de un músico argentino “muy groso a nivel internacional”.

López disfruta de un muy buen momento, tanto en lo profesional como en su vida personal. Con programas propios en televisión y radio -conduce Ranking Yenny, los sábados a la mañana por La 100-, el ex CQC aprovecha el resto de la semana para respetar el confinamiento, acompañado por Nella Ghorghor, su esposa, quien se sumará a la entrevista con Teleshow, animándose a revelar intimidades de Guillermo.

El periodista y la productora lograron casarse por civil días antes de que se decretara la cuarentena en todo el país, pero la ceremonia religiosa tendrá que esperar. “Casarse un viernes y que a la semana digan: ‘Ahora, por 170 días, van a estar 24x7’, es un buen desafío”, se sincera el Pelado, y confiesa sus deseos de ser padre en 2021.

—¿Da culpa ganar plata en un momento como este?

—Me da pena toda la gente que está muy complicada y no tengo que mirar muy lejos. Mi hermano, mis amigos, están complicados con sus trabajos. No me da culpa porque hago un laburo que hoy se puede hacer y generé mucho para que suceda. Entonces, culpa no. Pero me gustaría que esté un poco más repartida la cosa, que todos pudieran tener sus laburos y sus ingresos, más allá de lo que pasa con los cuidados necesarios. Es una pena que haya gente que la esté pasando muy mal.

—¿Qué pasó con Connie Ansaldi?

—No tengo la menor idea. No la ninguneo: no la conozco, literal. No recuerdo si nos cruzamos en algún lado, pero no hemos charlado. No sé qué problema tendrá. Sí vale aclarar que nunca choqué un programa (como dijo Ansaldi), nunca me levantaron un programa: hice programas muy exitosos y otros que estuvieron muy buenos, quizás, con un poco menos de éxito porque la tele es así. CQC, Zapping, Lo sabe no lo sabe, Las puertitas del señor López; todos pueden entrar a buscarlos en YouTube, y son muy dignos y muy buenos. Si eso lo quería llevar a un lado del espacio para las mujeres en la tele, me parece fantástico que todo sea 50 y 50, y hay un montón de mujeres exitosas que tienen su lugar y les dan oportunidades. Humildemente, me siguen dando oportunidades porque mi trabajo es bien considerado, lo hago con esfuerzo y con respeto. Capaz ese sea el secreto.

 

—¿No hubo un problema entre ustedes antes?

—No, que yo sepa. Capaz alguna vez en CQC, una nota, algo... Si es así y alguna vez hice algún comentario que no le gustó, le pido mil disculpas. No lo recuerdo. De todas maneras, es mejor charlarlo o buscar la manera y no estar mintiendo en un medio diciendo una cosa que nunca sucedió, porque no choqué ningún programa. Además, cada vez que me ofrecen un programa, laburan 30 familias de ese ciclo. Hay que ser muy cuidadoso con esos comentarios.

 

—Sí, un programa es una fuente de trabajo para muchas personas.

—Está mal, es una falta de respeto, es malintencionado y no funciono así, no lo comparto. No entré ni entro nunca. Me preguntás y te respondo, pero para poder decir una mentira, que “chocás programas”, te los tienen que dar para que los manejes. Entonces, primero, no choqué ningún programa, y después, tengo la suerte de que me siguen ofreciendo cosas, indudablemente, porque les debe gustar mi trabajo. No sé si hay una cuestión personal, y si la hay, encantadísimo de que me llame un día por teléfono, lo solucionamos, y tema terminado.

 

—¿Cómo va el amor? Tu foto de perfil en Twitter son tus manos y las de Nella, con los anillos. Quiero saber: ¿nivel de pollerudo del 1 al 10 del Pelado, en este momento?

—No me considero pollerudo pero, como estoy en un lindo momento y esa foto representa lo que sucede, la tengo ahí. Inclusive la tengo en el WhatsApp también, si no me equivoco.

 

—¿Sos celoso? ¿Puedo encontrarte revisándole el celular?

—No, nunca lo fui. Es más, los dos tenemos la clave del otro por comodidad. A veces manejo y le digo: “¿Me vas respondiendo los WhatsApp?”. Además, estoy un poco chicato, entonces me evita ponerme lentes. Ella me va leyendo, voy contestando. En otros tiempos capaz no hubiese dejado el teléfono tan expuesto (risas). Era joven.

—¿Tuviste comportamientos distintos a los que tenés hoy?

—Cuando era muy joven me he llegado... casi te diría: no me metí en la ducha con el celular porque se iba a romper.

—Ahora ya se pueden mojar, es un gran avance.

—¡Mirá lo bien que estoy que ni sabía! No lo cuento haciéndome el canchero; todos tenemos momentos en que cometemos errores.

—¿Se viene la paternidad?

—Estamos trabajando en eso con un proyecto 2021.

—Si estás fantaseando con ser papá 2021, ya estás haciendo los deberes.

—Estuvimos sacando cuentas y uno puede hacer los deberes, pero la cartita la escribe cuando quiere. O sea, vas teniendo la actividad necesaria para llegar a este hermoso momento, pero si uno dice “Ahora tengamos cuidado y esperemos a diciembre, porque si esto pica en diciembre es en agosto...", o sea, calcularlo.

—Me gusta que quieras planificar tanto porque, cuando llegue, todos los planes que hagas no van a funcionar.

—Está bueno porque todo lo que quiero planificar se va a desplanificar a partir del nacimiento de un niño o una niña.

—Entonces, el proyecto está dando vueltas.

—El proyecto obviamente es ese. Me pone muy contento. Estar ciento por ciento convencido de eso no es un dato menor. He sido soltero, entre comillas, porque tuve parejas, hasta grande. Siempre lo decía: “Voy a ser padre grande”. Ahora vamos a hacer los trámites para cumplirlo, para no decir “muy grande”.

—Con el casamiento, ¿se hacen más o menos los deberes?

—Se mantiene el mismo número. Tengo la teoría de que todos mienten. Este es el momento para que diga: “Cinco veces por semana”. Una exageración... ¿Tomy Dunster fue el que dijo una vez?

—Catorce.

—La mayoría de los mortales pensaban: “¿Pero eso es en el mes? ¿En el año?”. El otro día, en el programa, Sol Pérez hizo una declaración muy fuerte: dijo que en el último mes, nada.

—Vos, en el último mes, ¿cuánto?

—No, no sé, no saco la cuenta. Lo normal. 14 veces en una noche (risas).

—¿Quién es más buscón?

—Hasta en eso somos muy parejos: yo le digo que no, ella me dice que no, y nos vamos a dormir contentos.

—Una linda convivencia.

—Nos llevamos súper bien. Mirá, casarse un viernes y que a la semana digan: ‘Ahora, por 170 días, van a estar 24x7’, es un buen desafío.

—Hubo mucha polémica por los canjes en las redes sociales. ¿Cómo te sentís vos con eso?

—Sí, hay mucho enojo. Fueron todos contra Vicky Xipolitakis, cosa que me parece muy mal. No tengo tantos. En otros tiempos tenía más, pero la mayoría de las personas que criticaron a Vicky, no los que se reían porque era gracioso el pedido del cuarto de queso, muchos que la criticaron de manera muy agresiva tienen todos canjes. Entonces, es ridículo. Es como si yo saliera a criticar a los que se rapan.

—En la vida, ¿qué te hace enojar? Si le pregunto a Nella en qué momento no te soporta más, ¿qué me va a contestar?

Guillermo: —Estoy pensando. No es que quiero quedar como el matrimonio perfecto, que lo somos, pero dame un segundito. Nella...

Nella: —¿Qué?

Guillermo: —¿En off por favor, en off... ¿Con qué cosas soy muy rompe pelotas?

Nella: —¿(Risas). No, no sos rompe pelotas.

—Hermoso. Lo tienen arreglado, no hay forma.

Guillermo: —¿No, pará, porque dijo: “No sos rompe pelotas”, pero ahora va a meter un “pero”. Hay una cosa que les voy a enseñar a todos los que estén viendo esta nota: el “pero” desacredita lo anterior.

Nella: —No... estoy pensando, pero no.

Guillermo: —Voy a ir con algo que soy rompe pelotas, reconozco. Tengo una cuestión, hasta me hice un estudio: escucho un poco más de lo normal. Entonces, no puedo tener una conversación si a la vez está la tele prendida o si otro habla por teléfono. Me dispersa. En la familia de ella están acostumbrados a hablar todos arriba de la tele. Para mí, hay que escucharla o hablamos. Las dos cosas a la vez, me vuelven loco, ¿no, Nellita?

Nella: —Con mamita no, eh. No, es tranquilo. Tiene que estar muy concentrado en algo para ponerse meticuloso, por así decirlo. Pero lo veo muy enfocado y me voy a caminar.

Guillermo: —Ya que está, es un buen momento para preguntar. Vos, Nella discutís con necedad, ¿verdad?

Nella: —No.

Guillermo: —¿Viste?

—Ahora que los tengo a los dos, le pregunto a Nella. ¿Están haciendo los deberes para que venga una Nellita o un Guille en el 2021?

Nella: —Sí, estamos… Guille es muy ordenado (risas). Va a ser lo que Dios quiera. A él le gustaría que todo salga como lo va planeando, pero tengo claro…

Guillermo: —No uses la palabra “salga” justo ahora porque puede ser mal interpretada.

Nella: —Tengo claro que la vida te lo manda en el momento que tiene que ser.

—Gracias Nella, te seguimos en Instagram con tus recetas, te animaste con todo.

—Él me animó mucho a hacerlo porque me daban un poco de miedo las redes sociales. Suelo cocinar así en casa, pero no me animaba a exponerlo y, de la nada, me empezó a seguir un montón de gente en la cuenta porque soy la pareja de Guille y dije: “¿Y ahora qué hago?”. La clave es que sean recetas de tres minutos y que anime a la gente que no le guste la cocina a hacer algo.

—Guille, estás encarando un nuevo proyecto, ya son muchos años de carrera y experiencias transcurridas. A vos, ¿te gusta el conductor que sos?

—Soy muy crítico conmigo, y a veces no termino de registrar que el que está en la tele, en la radio, soy yo. En mi cabeza, en un punto, quedó el pibe de Ramos, y no lo digo porque queda bien de manera marketinera; es así. A veces digo: “Qué loco, estoy al frente de un programa”. Es muy difícil lograr eso. Hay 20, 30 conductores de televisión en los canales de aire. No sé cuántos, pero no son muchos. Siento que mi trabajo es muy digno. Me tiene contento y orgulloso y eso supera mis expectativas. Hace tiempo que todo lo que sucede es bonus track y me pone recontento. No necesito más y más. No necesito tener un helicóptero...

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