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Aumentó el interés de China por adquirir vinos argentinos: Las bodegas reclaman apoyo oficial

El mercado asiático empieza a recuperarse después del freno de la pandemia de coronavirus. El cambio de hábitos de consumo de la clase media juega un rol clave para el aumento de la demanda.

Domingo 04 de Diciembre de 2022

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09:00 | Domingo 04 de Diciembre de 2022 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

La apertura comercial de China y la ampliación de su clase media trajeron aparejado un cambio de hábitos de su sociedad, que se ve atraída por conocer e indagar gustos y sabores ajenos a sus costumbres; entre ellos, el vino. Las bodegas argentinas reconocen que en ese contexto se abre una gran oportunidad, pero advierten que necesitan de mayor apoyo estatal para apuntalar la promoción.

 

En este sentido, países como Australia, Francia, Italia y España o nuestro vecino Chile, le sacan holgada ventaja a la Argentina, que por aranceles preferenciales, menores impuestos y fuertes trabajos de promoción ya está instalado en el mercado asiático como el principal competidor.

 

Según cifras de Bodegas de Argentina, el país trasandino exporta cerca US$350 millones de vino al año, mientras que la Argentina apenas alcanza los U$25 millones.

Sin embargo, el interés de los chinos por el vino argentino es creciente y no dejar pasar la oportunidad, es una tarea conjunta entre el Estado y el sector privado, para que en las góndolas y mercados de lujo asiático haya cada vez mayor presencia.

 

Adrián Vollmer es gerente de Exportaciones de Los Haroldos, bodega argentina que exporta vinos fraccionados a China desde 2008 ininterrumpidamente y en 2017 sumó a Falasco Winesa a su porfolio. En 2020 vendió 35.000 cajas de 9 litros, por US$1 millón, pero como consecuencia de la pandemia de coronavirus, cayeron en 2021 y comenzaron a repuntar en 2022.

 

“Sufrimos los efectos del encierro de los consumidores chinos. Hoy, luego del último lock down a mediados de 2022, se puede observar que, al volver las actividades como ferias locales e internacionales y eventos privados en el sector, así como la reapertura de restaurantes (lugar muy importante para el consumo de vinos) hay un cambio de ánimo por parte de los importadores”, explicó.

 

En general, se reforzaron las órdenes de compra para que los vinos arriben a China antes de la celebración del Año Nuevo Chino, a fines de enero 2023, fundamentalmente en la región de Shanghái y alrededores. “En el sur del país, donde más se venden los vinos, la demanda no ha crecido en igual medida y los efectos de la pandemia han sido mucho más importantes que en otras regiones”, explicó.

 

En la bodega Casarena sucede algo similar. Entró en ese mercado asiático en 2015, con la primera exportación de un contenedor por aproximadamente US$50.000, con un portafolio enfocado en los niveles reserva y premium.

 

Actualmente, tiene presencia en Beijing, Shanghái y Guangzhou, con un total de ventas de 70.000 botellas anuales, por US$300.000.

 

“El mercado venía creciendo a buen ritmo hasta 2020, cuando la pandemia de Covid-19 afectó fuertemente el consumo y la actividad en general. En ese momento el crecimiento se detuvo y comenzó una importante contracción de las importaciones y ventas que, lamentablemente, aún permanece”, contó Claudia Piedrahita, CEO de Casarena, a TN.

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