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El FMI reiteró que el PBI de Argentina caerá 2,8% y que la inflación de 2024 será de 150%.

Desde el organismo, afirmaron que el "plan de shock" de Milei "se está viendo" y, en consecuencia, estimaron una reducción del IPC anual para el 2024 y un descenso significativo en la evolución de los precios para el 2025.

Martes 16 de Abril de 2024

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11:16 | Martes 16 de Abril de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo su previsión de recesión económica para la economía argentina, marcada por la alta inflación, aunque con una notable desaceleración para los próximos 20 meses. Para el organismo, el Índice de Precios al Consumidor anual será del 149,4% en 2024, 62 puntos menos que la registrada en 2023, y del 45% en 2025.

Este último dato surgió del informe "Actualización de las Perspectivas Económicas Mundiales", dado a conocer este martes en Washington, Estados Unidos, como parte de las reuniones de Primavera de la entidad, comandada por Kristalina Gueorguieva, en las que se encuentra presente el ministro de Economía, Luis Caputo, en vistas de reforzar el diálogo bilateral y avanzar en la posibilidad de negociar un nuevo acuerdo que incluya desembolso de divisas.

 

En línea, desde el Fondo catalogaron como "impresionantes" los resultados de los "esfuerzos" que "se están viendo" por parte del gobierno de Javier Milei para intentar controlar el alza de precios, mas allá de remarcar que se trata de un proceso "a largo plazo".

 

"Las autoridades están implementando un plan de estabilización ambicioso para reestablecer la estabilidad macroeconómica, que se basa en un ancla fiscal sólido, que elimina cualquier financiación del Banco Central, lo que llevó a una inflación muy elevada en años anteriores. Lo que vemos es que eso ya está teniendo efecto. Hay una evolución favorable de la inflación mes a mes. El progreso ha sido impresionante", sostuvo, en conferencia de prensa, Pierre-Olivier Gourinchas, Economista Jefe del FMI y autor del documento.

Estas declaraciones tuvieron lugar en base al 11% de inflación mensual registrado en marzo, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Aunque el IPC sigue siendo elevado, reafirma la tendencia de desaceleración en el ritmo de aumento de precios de los últimos meses, pasando del 25,5% en diciembre al 20,6% en enero, para luego bajar a 13,2% y, finalmente, al valor recientemente informado por el organismo dirigido por Marco Lavagna.

"Todavía no sabemos si la economía argentina va a una 'V', a una 'U' o a una 'L'"

Sin embargo, y en coincidencia con el informe de comienzos de año, el FMI mantuvo sus proyecciones y anticipó una contracción económica del 2,8% del Producto Bruto Interno para este año. Sin embargo, la caída es menor a la prevista por el consenso de los economistas que forman parte del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, quiénes estimaron una baja del 3,5%.

De cara al 2025, la desaceleración en el ritmo de aumento de los precios sería más pronunciada, con un índice anual casi 100 puntos porcentuales por debajo de la que espera el Fondo para este año. Mientras que, respecto al PBI, estima una expansión del orden del 5%.

Pese a estos números, el consejero económico y Director del Departamento de Estudios del Fondo remarcó que aún es muy pronto para saber si la economía "va camino a una 'U', a una 'V' o a una 'L'". "Esto va a tomar tiempo y va a requerir una evolución constante de las políticas económicas. Hay que hacer mucho más en muchas escalas. Estamos siguiendo muy de cerca esta situación. El Fondo está en estrecho contacto con las autoridades", expresó.

Aunque destacó que el ortodoxo "plan de shock" llegado adelante por la gestión de La Libertad Avanza "le permitió a las autoridades alcanzar el superávit fiscal por primera vez en casi una década". Durante el primer trimestre del 2024, el superávit fiscal fue del 0,5% del PBI, lo que, sumado a la no emisión monetaria y una mejora en las reservas del Banco Central de US$ 6.500 millones, simbolizó un cumplimiento de las metas pactadas en enero con el FMI.

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Cabe remarcar que la desaceleración en el ritmo de aumento de los precios, así como el ajuste fiscal desarrollado, se apoya en varios pilares, entre ellos la llamada "licuadora", a la que entran los ingresos de trabajadores, jubilados y familias enteras y que ha provocado una fuerte caída del consumo.

En los últimos cuatro meses, los salarios formales se pulverizaron, con una caída de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) del 23,9%. Se trata de la baja cuatrimestral más profunda, en términos reales, desde que se elabora el índice, en 1994, superando incluso a la marca histórica registrada durante la crisis del 2001.

El declive en el poder de compra de salarios y jubilaciones está llevando a que las personas se ajusten, en algunos casos de manera profunda, buscando priorizar consumos para satisfacer las necesidades básicas. Y esto, a su vez, está teniendo un fuerte impacto en los sectores productivos, golpeando, sobre todo, a las PyMEs.

Es por ello que, durante la conferencia de prensa, no solo haciendo referencia a la Argentina sino también a otros países en situaciones similares, Gourinchas hizo énfasis en que las reformas estructurales y las consolidaciones fiscales "no son fáciles" y "deben llevarse adelante de manera gradual", un pedido reiterado, en el último tiempo, al gobierno de Javier Milei.

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