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Se olvidó la campera en el boliche, quiso entrar a buscarla y el patovica la desmayó de una trompada

Bárbara fue a festejar su aniversario de casada y todo fue drama. Terminó inconsciente en el suelo, su marido intentó defenderla y también fue agredido y la Policía les pegó en vez de ayudarlos.

Miércoles 22 de Mayo de 2024

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00:45 | Miércoles 22 de Mayo de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Este fin de semana Bárbara fue a festejar su aniversario de casada junto a su marido a un boliche de Barracas, pero todo terminó de la peor manera. Al salir, la mujer se olvidó la campera, quiso volver a entrar y un patovica se lo impidió. Ante su insistencia, el seguridad le pegó una trompada y la desmayó.

El violento episodio ocurrió este sábado en el establecimiento Margall, ubicado en Regimiento de Patricios al 90 y todo quedó registrado por las cámaras de seguridad ubicadas en la vereda del local.

En diálogo con Mediodía Noticias (eltrece) la mujer contó el calvario que vivió. “Ingresamos a las 2, nos quedamos un rato y nos fuimos porque el ambiente no nos gustaba y cuando salimos me di cuenta de que no tenía la campera”, comenzó detallando.

“Volví a pedirla y no me dejaban pasar. En el momento en el que discutí con esta persona la campera estaba y después desapareció”, explicó. “Ahí me dieron un golpe en el ojo y un empujón. Yo volé”, contó Bárbara, que, además, aseguró que no tenía “ninguna justificación” el ataque.

El brutal ataque de un patovica a una mujer en un boliche de Barracas. (Foto: eltrece)
El brutal ataque de un patovica a una mujer en un boliche de Barracas. (Foto: eltrece)

En ese contexto su pareja intentó socorrerla y el hombre de seguridad lo interceptó. “Me ayudaron dos extraños que pasaban por ahí y después me volví a caer por el estado que tenía”, sumó. “Mi marido fue a pedir explicaciones y le pegaron una piña de tal magnitud que se cayó el patovica que estaba detrás de él”, detalló.

Para ese entonces, ambos estaban heridos en la vereda del boliche. “Llegaron los policías y le dieron varios golpes en el abdomen y las costillas a mi marido, le decían que sabían bien donde le estaban pegando”, recordó.

Cuando logró irse del lugar, realizó la denuncia en el Ministerio de Justicia y tras ello se contactó con el dueño del local. “Lo primero que hizo fue reírse de mi cuerpo y amenazarme”, sostuvo.

“El supervisor me dijo que había visto lo que pasó y me facilitó la grabación, pero después de eso lo despidieron. Cuando conté el caso, me llegaron cientos de mensajes de personas que viven cada fin de semana estas situaciones. Yo todavía estoy impactada, viva de milagro, me podía haber desnucado y no la estaría contando”, completó.

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