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Carlos D'Alessandro: "Las universidades son grandes portaaviones para los partidos políticos"

El diputado nacional de La Libertad Avanza criticó el uso de las universidades como refugio político y señaló la necesidad de que el financiamiento universitario sea "controlado".

Martes 17 de Septiembre de 2024

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16:34 | Martes 17 de Septiembre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Carlos D'Alessandro, presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano, destacó que “los radicales kirchneristas existen” y que el presupuesto del Gobierno busca ser aprobado. “Los presupuestos anteriores nos han dejado una miseria tremenda”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Carlos D'Alessandro es diputado nacional de LLA, presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano y vicepresidente 2do de la Comisión de Comunicaciones e Informática.

Alejandro Gomel (AG)¿Va a salir el presupuesto o está complicado? 

Creemos que nosotros estamos haciendo una propuesta seria de una nueva prioridad política, que es la política fiscal. Un presupuesto donde buscamos que en este país se deje de gastar más de lo que ingresa, tomando como premisa el déficit cero, el superávit fiscal, la no emisión monetaria, el no endeudamiento y sobre todo, volvernos creíbles. 

Creo que eso es lo que le estamos planteando al arco político, y su complejidad no es un problema para nosotros, porque lo venimos haciendo desde principio de año cuando asumimos el gobierno. Tienen que entender que lo único que nos han dejado los presupuestos anteriores de endeudamiento y déficit fue un problema muy grande en Argentina que se llama pobreza, yendo a la indigencia con la miseria tremenda y sin crecimiento económico

Por lo cual, podemos discutir en qué gastar, pero tenemos que discutir también cómo van a ser esos ingresos para poder gastarlos. Así que, como dijo el presidente Milei, queda en el arco opositor político comprender que este gobierno está intentando hacer las cosas de otra manera.

AG: En este en este armado que va a hacer el oficialismo para llegar a los votos, ayer se vio nuevamente los diputados de LLA, diputados del PRO y algunos radicales en Casa Rosada. ¿Hay ya una especie de trabajo de interbloque entre estos diputados?

La realidad es que siempre hemos trabajado en la situación, no de interbloque, pero sí de acuerdos políticos pensando en el cambio. Tanto los diputados del PRO como dirigentes que no ocupan cargos entienden que es necesario un cambio en Argentina. 

Nosotros somos, y quedó demostrado el otro día, 87 diputados. Y, consolidados de una forma extrema, hemos logrado rechazar un embate muy fuerte, que era la nueva fórmula jubilatoria que quería imponer la oposición. 

Ahora tenemos que discutir un presupuesto, un presupuesto que estuvo en el 2024, lo cual fue una situación compleja para las provincias y para las universidades, porque no pudimos llegar a tener reglas totalmente claras al no tener esta la ley madre.

Ahora bien, ¿qué vamos a hacer en el 2025? ¿Vamos a volver a tener un viejo presupuesto o vamos a intentar tener un presupuesto nuevo acorde a lo que necesita el Gobierno para gobernar? Porque no nos olvidemos que el 55% de los argentinos eligió un cambio de gobierno con un paradigma diferente al que planteaba el kirchnerismo. 

Entonces, ellos tuvieron la posibilidad de tener su presupuesto durante tres años. Creo que es lógico y razonable que nos dejen gobernar y que nosotros podamos tener nuestro presupuesto. Un presupuesto que, si hacemos la descomposición del equilibrio fiscal, Milei planteó muy bien lo que necesita.

El Presidente dejó claro lo que precisa para previsión social, asistencia social, subsidios, universidades y todo lo que implica el presupuesto. Intentamos tener un presupuesto que nos permita crecer económicamente y que, a su vez, nos permita pagar las deudas que nos dejaron sin necesidad de cobrar más impuestos y tener más endeudamiento. 

AG: Algunos hasta dicen que en realidad es un presupuesto para no aprobar, que el Gobierno está especulando que no se apruebe y poder tener cierta discrecionalidad con el manejo de los fondos y el presupuesto en el año próximo. ¿Qué responde a esto?

No, nosotros hicimos un presupuesto para que se apruebe. Un presupuesto que tiene que ver con lo que nosotros venimos diciendo que tenemos que hacer: cuánto dinero se va a gastar en jubilaciones, cuánto dinero se va a gastar en la asistencia social, cuánto son los salarios del Estado, cuánto la educación pública, cuánto son intereses de las deudas que hay que pagar, etc.

Hicimos un presupuesto equilibrado, lo que pasa es que Argentina es un país adicto, que en los últimos 20 años entró en un círculo vicioso y lo único que logró fue un presupuesto deficitario. O sea, no hubo en los últimos 13 años un presupuesto sin déficit, lo cual implicaba que ya se estaba pensando en endeudarnos y en emitir moneda. Lo único que se logró con eso fue la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos y meternos cada vez más en la pobreza.

Es decir, llegamos a estos niveles extremos de un país vapuleado, paupérrimo en cuestiones económicas, sin credibilidad internacional y sin inversiones extranjeras que permitan el crecimiento argentino. Ahora, nosotros estamos presentando un presupuesto totalmente equilibrado, rompiendo el molde de lo que fueron los últimos 20 años de política económica.

Además, el equilibrio fiscal es una base fundamental, que la venimos diciendo desde que estábamos en campaña y todavía no se veía la posibilidad de que Milei sea el presidente.

Por lo cual, creo que durante este 2025 es crucial garantizar nuevamente el equilibrio fiscal para conseguir definitivamente los ajustes y sostener las condiciones de estabilidad macroeconómica. Esto nos permitirá hacer las reformas que necesitamos, algo que la oposición tiene que entender, para eso nos eligió la gente, para hacer lo que dijimos en campaña. 

La confluencia del radicalismo y LLA

Claudio Mardones (CM)Llegan a este momento, luego de la sanción del presupuesto con un poroto, y ese poroto tiene que ver con lo que lograron la semana pasada, que fue impedir la insistencia al veto del Presidente sobre la sanción de la movilidad jubilatoria. Algunos dicen que usted tuvo un rol en esa negociación para poder hablar con los diputados y acercar posiciones. ¿Fue así?

Salió una nota en un medio que se dedica a la política donde decían que yo era el arquitecto de la foto con Milei. Nada más lejos que eso, pero sí tengo una muy buena relación con Martín Arjol y Mariano Campero, con quienes he mantenido una excelente relación desde el almuerzo en enero. 

Con ellos he podido terminar en discusiones políticas de fondo acerca de lo que quiere La Libertad Avanza, y ellos también entienden que no están lejos de lo que nosotros queremos. Como radicales, deben tener su punto de institucionalidad y su punto de doctrina, que les da una visión un poquito más hacia el centro, no tan a la derecha como nosotros, pero lo que sí entienden estos diputados, es que los que están sufriendo son los argentinos. 

Entonces, creo que hay dos tipos radicales. Unos son los radicales kirchneristas, que lamentablemente es hacia donde ha ido Manes, Lousteau y gran parte de ese radicalismo que incluso es el que defiende tan fuertemente las instituciones públicas y las universidades. Y te digo esto porque ahora va a venir la discusión universitaria y las universidades son grandes portaaviones políticos que confluyen en la conformación de adoctrinamiento y, sobre todo, de levantar militantes dentro de esas universidades.

Porque todos tenemos un conocido que le han dado un contrato en una universidad para bancarlo políticamente. Entonces, sabemos lo que son las universidades y cómo son manejadas. Sobre todo las universidades bonaerenses que se crearon durante la época del peronismo. 

Ahora bien, si yo tengo que ver con esas fotos, no. El que tiene que ver con esas fotos es Martín Menem que, como presidente de la Cámara de Diputados, ha tenido la madurez política de sentarse con estos diputados, más allá de que ya venían hablando con legisladores de nuestro espacio, y eso ha concluido en esta confluencia y entendimiento político.

El trasfondo político de las universidades

AG: Nos quedamos pensando en la metáfora de los portaaviones, ¿puede desarrollar?

Las universidades son grandes portaaviones que cuando los gobiernos pierden se meten ahí adentro. O sea, si gobernaba el macrismo, se metían dentro de las universidades con los rectores peronistas, que lo hemos visto en el acto de Cristina en la Universidad del Oeste con toda la fila de rectores adelante, viendo cómo le daban a la expresidenta un doctor honoris causa, aunque no entiendo por qué.

Y cuando han gobernado los gobiernos peronistas se meten dentro de otras universidades. De hecho, las universidades que se han creado, todas tienen tinte político. Entonces, las considero como grandes portaaviones que terminan incluyendo a los políticos adentro, dándoles contratos y trabajando a través de los departamentos de extensión universitaria, que son los que tendrían que abrirse a la comunidad pero después terminan financiando películas de cine, por ejemplo. 

AG: Sigo con la metáfora: ¿Ahí el Gobierno actuaría como esa especie de submarinos que torpedean al portaaviones para hundirlo? 

Nosotros, lo que queremos es sincerar la situación que viven las instituciones públicas educativas. Entonces, sabemos que es importantísimo trabajar sobre la educación, tanto pública como privada, para que podamos tener profesionales que en este país se desarrollen y hagan grande la Argentina.

Por tanto, la discusión del presupuesto universitario es una discusión que sí se tiene que dar porque estamos viviendo momentos complejos económicos. Pero también tenemos que empezar a evaluar los balances de las universidades, profundizar en qué se gasta el dinero de los argentinos, que derogan a través de sus impuestos y que va para que los chicos estudien y se formen profesionales. 

CM: En la composición política de esas 60 universidades nacionales la fuerza más importante es el radicalismo y en sus órganos de gobierno, especialmente en el Consejo Interuniversitario Nacional. En el bloque reconocen que usted habla con todos y que en ese contexto quizás sea usted uno de los que más habla con el radicalismo. ¿Cómo cree que va a impactar esta discusión a la hora de la negociación política? Se van a poder mantener estos números para poder evitar o bloquear esa insistencia? Se lo pregunto en vísperas del asado de hoy con los “87 héroes”. ¿Habrá una posición un poco más unificada dentro del radicalismo para que esos 87 no se vuelvan a reeditar?

Mirá, yo te voy a poner un ejemplo de San Luis. La universidad de San Luis tiene un rector radical. Ahora, la Universidad Nacional Comechingones, que se creó hace 10 años, está manejada por una peronista que es hija de un exgobernador y que fue presidente por 7 días. La Universidad Nacional de Villa Mercedes está manejada por otro peronista, que fue ministro de Educación del Gobierno de Rodríguez Saá. 

O sea, no es tan así como que todo el sistema universitario lo manejan todos los radicales. Las universidades creadas desde el 90 para acá, la mayoría de las universidades tienen rectores peronistas. Sobre todo las del conurbano bonaerense, que tiene gran cantidad de estudiantes. 

CM¿Usted dice que ese peso del radicalismo es solo porteño-centrista?

Tenés la Universidad de Córdoba, tenés la Universidad de La Plata, es un sistema bastante heterogéneo en su composición a la hora de limitarla en algún partido político. Ahora, lo que sí entendemos es que no conozco un rector que sea pobre, son todos millonarios.

Yo no soy una persona agresiva cuando hablo con la oposición, pero discutamos las cosas seriamente. Ahora, ¿se necesita financiamiento universitario? Se necesita financiamiento universitario, pero también se necesita controlarlo. Entonces, dentro del presupuesto hay un 0,5% que va a universidades. La discusión es si alcanza o no alcanza. Si alcanza para los gastos corrientes, para los gastos de capital, para los gastos de inversión que necesita una universidad. Esa es la discusión que tenemos que dar. Entonces, ahí se puede discutir 10 puntos para arriba o un punto para arriba. Esas son las discusiones que hay que dar seriamente. Y, como ha dicho el Presidente, nosotros no vamos a gastar más de lo que nos entra.

 

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