Para las elecciones 2025: El Gobierno avanza en su armado y quiere que Karina Milei compita con Cristina Kirchner

A pesar de que la tensión se acrecentó en las últimas semanas, Javier Milei no descarta su deseo de concretar un acuerdo con Mauricio Macri y conformar una gran coalición electoral que derrote al kirchnerismo para, según entiende, ponerle fin al liderazgo de Cristina en la oposición. El Presidente siempre fue el principal impulsor de una alianza con el PRO y así lo planteó en distintos momentos de estos diez meses de gestión.

Pero su tropa, el “triángulo de hierro” que completan su hermana Karina Milei, secretaria General de Presidencia, y el asesor todoterreno Santiago Caputo, trabaja para que La Libertad Avanza tenga candidaturas propias en todo el país. “No podemos depender de (Mauricio) Macri y no se trata de que no queremos dar lugares o cargos: ¿Y si a él no le conviene jugar con nosotros, qué hacemos? Hasta ahora fue muy claro que no quiere fusión”, explican en Casa Rosada.

La estrategia oficial no sólo contempla garantizar los sellos en los 24 distritos sino una sintonía fina en la elección de los candidatos.

“El objetivo es tener cuadros propios listos para competir y representar las ideas de la libertad pero que también tengan la capacidad de entender que pueden tener que sacrificar sus lugares en pos de la estrategia nacional. Y que nadie está por encima de la causa”, razonan en lo más alto del oficialismo.

La referencia no sólo tiene que ver con la posibilidad de un acuerdo formal con el PRO: el diálogo con los gobernadores no kirchneristas podría redundar en pactos distrito por distrito con la premisa de lograr la mayor cantidad de bancas posibles en el Congreso.

También, surge el diagnóstico -y autocrítica- por el armado del año pasado: en la campaña presidencial, en la que se hicieron concesiones con referentes en distintas provincias que, una vez que asumió Milei, saltaron a la oposición. Fue una construcción precaria que en LLA no quieren repetir pero justifican: “No había otra opción, agarramos los dirigentes que podíamos en ese momento y no teníamos partido propio”.

Ahora, el escenario es diferente. En el Gobierno saben que sumarse a LLA tiene un atractivo diferente, pero también que los candidatos libertarios son observados con atención y que las exigencias sobre los legisladores, en sus bancas, son mayores. En más de una ocasión se lo escuchó al jefe de Estado reprochar los focos de rebeldía de la tropa y los desplantes que sufrió el bloque LLA.

El caso emblemático es de la mendocina Lourdes Arrieta, que llegó a desafiar al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y denunció penalmente a sus propios compañeros antes de ser echada de la bancada. Hay un antes y un después de ese episodio.

“Los 24 que encabezan las listas y los (16) candidatos para el Senado tienen que ser presentables y pasar todos los filtros, porque los van a mirar con lupa y ahora no hay excusas”, argumenta un operador libertario. “Todavía no se habló de nombres”, agrega.

Para asegurar eso, el subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo “Lule” Menem, avanza en los armados partidarios. Su agenda -al igual que la de su primo Martín y la de Karina Milei- luce colmada en casi todos los fines de semana hasta fin de año, entre actos y asuntos partidarios.

El desembarco en La Plata de este viernes fue en esa línea: se trató del lanzamiento formal en territorio bonaerense, donde construye el secretario de Integración Socio Urbana, Sebastián Pareja, quien sabe que en la Provincia se dará la madre de todas las batallas: “Tenemos que hacer un trabajo enorme para garantizarle la mayor gobernabilidad al Presidente en 2025”.

Lo dijo junto a Karina, quien fue la oradora principal. No se trata de un dato casual: hay un sector de LLA que quiere que sea la candidata en el principal distrito del país. Ella no da pistas pero tampoco rechaza las versiones. Un duelo de apellidos Milei-Kirchner, en el caso de que juegue Cristina, es una posibilidad que en la mesa política no quieren desaprovechar.

El armado en todo el país, aseguran, está garantizado. Se tejieron acuerdos para absorber sellos -con cambio de nombre incluido- y evitar trámites engorrosos en varias provincias. En Catamarca, Chubut, La Pampa, Salta y Tierra del Fuego ya están los papeles al día. Y se trabaja contrarreloj en la designación de autoridades, que de todos modos no necesariamente terminarán siendo los candidatos. “Van a tener la lapicera, pero todos dependemos del Presidente”. Ahí es donde juega el poder de veto de Karina y la mano siempre presente de Caputo.

El preferido del estratega presidencial, en caso de que Karina decida no competir, es el diputado José Luis Espert. El propio Milei lo puso en la grilla de partida.

En la Ciudad, el que pica en punta para el Senado es Manuel Adorni, quien a esta altura cumple un rol más importante que el de vocero: se siente en la mesa política y es escuchado por el tridente de poder.

Aunque ella misma descartó la posibilidad de competir, Patricia Bullrich es la carta que dicen guardar en el Gobierno como herramienta de presión sobre el PRO: creen que incluso en un escenario en el que, contra todos los planes, jugara Mauricio Macri para defender su bastión, la ministra de Seguridad podría ponerlo en aprietos.