La Justicia secuestró un teléfono que podría ser clave para la investigación del caso Kueider

22:00 | Jueves 12 de Diciembre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

La ola de operativos ordenados por la Justicia en el caso Kueider generó una situación insólita: una oficina ubicada a dos cuadras del Congreso fue allanada dos veces en pocas horas. En ese lugar, la Policía Federal secuestró un teléfono que podría ser clave para el futuro de las causas. Por pedido del fiscal de Concordia José Arias, que investiga al senador Edgardo Kueider por presunto enriquecimiento ilícito, los efectivos allanaron el estudio jurídico de la abogada Adriana Crucitta y le secuestraron su celular.

Esa abogada es socia de Rodolfo González, el dueño de la camioneta que utilizó el senador para cruzar la frontera con Paraguay. Además, ambos son empleados de la Biblioteca del Congreso, un lugar utilizado durante décadas por diputados y senadores para designar amigos y familiares.

El estudio de Crucitta fue allanado dos veces en pocas horas. Bien temprano, por orden de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, y luego por pedido del fiscal Arias. Ese segundo procedimiento estuvo a cargo de la Unidad Anticorrupción de la Policía Federal. “Se logró secuestrar el teléfono y ahora se va a peritar”, confirmó a Infobae una fuente judicial.

El estudio de la abogada está ubicado en Combate de los Pozos 162, a dos cuadras del Congreso. Infobae había revelado que ese domicilio fue utilizado por González al momento de crear la empresa ICELER SA, dedicada a la explotación de servicios de comunicación audiovisual y radiodifusión, y de tecnologías de la información (TICs).

Durante los últimos días, la Justicia había realizado tareas de inteligencia en ese lugar. Llamó la atención que la numeración estaba pegada sobre la puerta. Al costado, en Combate de los Pozos 160, hay un galpón donde se estacionan vehículos del Senado, pero el ingreso se realiza por la calle Hipólito Irigoyen, pudo constatar este medio. Y justo abajo del estudio funciona una lavandería.

El dueño de la camioneta que usaba Kueider aparece en al menos dos sociedades más: NEOPOP SA, una agencia de promotoras publicitarias donde fue designado presidente en 2019, y en la Arrocera Los Colonos, que constituyó en 2010, también en sociedad con su amiga Crucitta. En una de esas firmas, González declaró como domicilio un departamento ubicado en el pasaje Gregorio Aráoz Alfaro al 400, en el barrio de Caballito.

La “socia” de González es empleada de la Biblioteca del Congreso desde 1985, antes trabajó en la vicejefatura de Gabinete del Interior, y declaró entre sus domicilios una humilde casa ubicada en Villa Soldati. Sin embargo, en ese lugar vive una maestra jardinera que asegura que no tiene nada que ver con la abogada.

González salió a la luz a partir de la camioneta 4x4 Chevrolet Trailblazer SUV negra, patente AE797OJ, que usaron el senador y su acompañante para cruzar la frontera. Ese vehículo, valuado en unos USD 40 mil, lo compró el 9 de junio de 2021 y se lo cedió al senador y a la joven empleada para que lo usen como si fuera propio. Cinco meses después, casualmente, ganó un premio con la Lotería de la Ciudad de Buenos Aires de $175.000, pudo saber este medio.

El amigo de Kueider no pudo ser ubicado en todo el día. El fiscal de Concordia también pidió allanar hoy un domicilio en el partido bonaerense de Morón asociado a González, pero dio resultado negativo.

Arias investiga al senador expulsado esta tarde por el Senado por enriquecimiento ilícito, pero esa causa abarca el período 1999 al 2019, cuando asumió en la Cámara baja.

Además de buenos amigos, Kueider y González fueron socios en Betail SA, una empresa que está siendo investigada en varias causas por la compra de tres departamentos y dos cocheras en el edificio Live en Santiago del Estero 511, en la ciudad de Paraná, según reveló en exclusiva la revista Análisis en marzo pasado. Ese edificio fue allanado esta mañana por orden de la jueza Arroyo Salgado.

Concretamente, la firma es propietaria de las unidades del 6 “D”, el 6 “E”, y el 13 “A”. Tras la aparición de la nota en esa publicación entrerriana, los inmuebles pasaron a figurar a nombre de Guinsel Costa, la misteriosa secretaria.