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¿Aumenta la deuda en el acuerdo con el FMI?

(Por Roberto Cachanosky) El Ejecutivo estaría pretendiendo que el Congreso le apruebe el nuevo acuerdo con el FMI sin darle a conocer los detalles del mismo.

Domingo 09 de Marzo de 2025

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11:42 | Domingo 09 de Marzo de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

El Gobierno quiere firmar un nuevo acuerdo con el FMI, el que se supone que tendría algo de dinero fresco. Pero es más que obvio que el FMI insiste con el tema del atraso cambiario en Argentina y con que el Gobierno termine de intervenir en el CCL y el MULC.  

Dos medidas que el Gobierno argentino se niega a aceptar.

Pero, de acuerdo a información periodística, el Ejecutivo estaría pretendiendo que el Congreso le apruebe el nuevo acuerdo con el FMI sin darle a conocer los detalles del mismo. Para eso recurrirá a un DNU, sin detalles, para que, si se lo aprueba una cámara, tener vía libre para avanzar con el acuerdo sin informar los detalles.

Esto luce realmente impresentable. Pedir que el Congreso apruebe un nuevo endeudamiento sin conocer las condiciones del mismo implica intentar pasarle por encima al Congreso.

Es más, aunque no haya más endeudamiento, se trata de un nuevo acuerdo y, por lo tanto, tiene condicionalidades que constitucionalmente deben se aprobadas por el Congreso.

El artículo 75 de la Constitución Nacional, en su inciso 7, al referirse a las atribuciones del Congreso Nacional dice: Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación.

En este caso, Milei estaría recurriendo a la ley que logró sancionar Cristina Kirchner, siendo senadora, para que Néstor Kirchner pudiera legislar por DNU con la aprobación de una sola Cámara.

En otras palabras, es más fácil gobernar por DNU que por ley, ya que una ley requiere de la aprobación de ambas cámaras y un DNU de una sola.

Ahora bien, el gobierno sostiene que el equilibrio fiscal es el ancla contra un salto cambiario. De hecho, no lo es porque, si así lo fuera, ya podría haber quitado el control de cambios. 

Al haber un tipo de cambio oficial, que por definición es un precio máximo y, por lo tanto, el tipo de cambio está por debajo del nivel de equilibrio de un mercado libre, sabemos que el tipo de cambio está atrasado.

La brecha no aumenta por las intervenciones del BCRA en el CCL y eso se traduce en que sigue teniendo las mismas reservas negativas que recibió de Massa, intervenciones que incluyen el dólar blend.

Supongamos que el FMI le da dinero fresco al Gobierno. En ese caso, igual el tipo de cambio seguiría estando atrasado respecto a un mercado de cambios libre. En consecuencia, aunque con el apoyo del FMI se evitara un salto cambiario, Argentina quedaría tan cara en dólares que el modelo ajustaría por cierre de empresas y más desocupación. Empezaría con déficit de cuenta corriente y presiones al alza sobre el tipo de cambio. 

Con menor actividad, la recaudación bajaría y sostener el equilibrio fiscal sería más complicado.

Dudo que el Gobierno vaya a hacer tantas reformas estructurales como para justificar un peso artificialmente fuerte como el que tenemos actualmente. En definitiva, este modelo, aún con equilibrio fiscal (ficticio porque no computa los intereses de las LECAPS), al no permitir un mercado de cambios libre, ajusta por precio, es decir, suba del tipo de cambio en algún momento, o por cantidad, esto es empresas que cierran y mayor desocupación.

Todas las piruetas que hace el BCRA y el tesoro para mantener artificialmente bajo el tipo de cambio determinan que, en febrero, las reservas netas fueran negativas en US$ 9.947, casi el mismo monto que recibió de Massa, que entregó el BCRA con US$ 10.545 millones de dólares de reservas negativas.

En definitiva, con la actual política cambiaria es muy difícil que el BCRA pueda acumular reservas. Sino acumula reservas, Caputo no se va a animar a liberar el mercado de cambios, ni con un apoyo del FMI con fondos frescos de US$ 10.000 millones porque en ese caso estaría dejando las reservas netas en cero y ningún margen para intervenir en el mercado de cambios si lo liberan, porque las reservas netas volverían a ser negativas.

Frente a este escenario en que Argentina es cada vez más cara en dólares, el Gobierno denuncia a quienes señalan que hay atraso cambiario como devaluadores que quieren empobreces a la gente con más inflación.

En rigor, es realmente curioso que un Gobierno que se dice liberal no distinga entre una políticacambiaria a dedo en que el BCRA devalúa el peso a su antojo, con un mercado libre.

Devaluar es lo que hizo Milei en diciembre. Definió a dedo cuál debería ser el tipo de cambio y luego fue devaluando mensualmente con el famoso crawling peg

En un mercado libre, el tipo de cambio lo fijan los agentes económicos intercambiando pesos por dólares al tipo de cambio libre. El estado no interviene como actualmente lo hace.

La pelea de Milei con los devaluadores es que, en el fondo, son lo mismo. Ambos quieren digitar a dedo cuál debe ser el tipo de cambio oficial, la diferencia es el cuánto debe ser el aumento del tipo de cambio. En el Gobierno se conforman con el 12% y otros piden un ajuste del tipo de cambiodel 20%. 

En un Gobierno liberal no se opta ni por el 12%, ni por el 20% o cualquier otro número. Se deja flotar libremente y que el mercado lo defina.

De cerrar el BCRA y dolarizar la economía, pasamos a tener un BCRA sumamente activo interviniendo en el mercado de cambios y manejando la tasa de interés para fortalecer el peso, con el Gobierno festejando las intervenciones de un BCRA que había prometido cerrar. 

Es decir, en vez de dolarizar, se terminó buscando fortalecer artificialmente el peso.

Caputo afirmó que no hay posibilidades de una corrida cambiaria porque no hay pesos suficientes para que suba el dólar. Si esto es cierto y además tenemos el mayor ajuste fiscal de la historia, no hay motivos para continuar con el control de cambios y el cepo cambiario. 

Si todo está bajo control, están dadas las condiciones para liberar el mercado de cambios.

Finalmente, de concretarse el acuerdo con el FMI y recibir fondos frescos, la idea es que el tesoro le entregue dólares al BCRA y el BCRA le devuelva al tesoro las letras intransferibles que en su momento le entregó.

El Gobierno argumenta que no aumenta de la deuda en este acuerdo con el FMI, porque toma más deuda con el FMI pero cancela deuda del tesoro con el BCRA.

En el neto no hay aumento de deuda, sostiene Caputo.

La realidad es que esas letras intransferibles, alser intransferibles, no tienen ningún valor de mercado, por lo tanto, el Tesoro estaría aumentando su deuda con el BCRA y cancelando una deuda que no tiene valor de mercado. 

Conclusión, la deuda pública aumenta en este acuerdo con el FMI por más artilugios contables que inventen para mostrar que la deuda no aumenta.

La gran duda es: ¿qué va a hacer el BCRA con esos mayores dólares que le entre el Tesoro al acordar con el FMI? ¿Volver a gastarlos como en 2018 para tratar de intervenir en el mercado de cambios?

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