Durante la cuarta audiencia del juicio por la muerte de Maradona, Colin Campbell Irigoyen y Juan Carlos Pinto compartieron su alegato ante el Tribunal Oral.
21:32 | Jueves 20 de Marzo de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
El juicio por la muerte de Diego Maradona, llevó a cabo este jueves por mañana su cuarta audiencia. En esta instancia el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro llamó a declarar a cuatro testigos claves. Quienes también estuvieron presente fueron los imputados Di Spagna, clínico, el jefe de enfermeros, Mariano Perroni, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Angel Díaz.
En primera instancia, Colin Campbell Irigoyen, el médico vecino de Diego, fue el primero en dar su alegato. Este mismo hizo referencia a cómo fue que encontró la habitación en la que se econtraba el exjugador. "Cuando entro, estaba la enfermera haciéndole masaje cardíaco y un custodio haciéndole respiración boca a boca. La psiquiatra Cosachov estaba al lado de la cama, pero no estaba haciendo nada", detalló. Acto seguido, este médico que llegó al domicilio a partir del llamado de un personal de vigilancia del lugar para asistir a Maradona, argumentó sobre la pregunta que realizó al momento en que vio la situción. Lo que expresó fue cuanto tiempo pasó Diego así, a lo que le constestaron que lo vieron a la mañana, que desayunó, y luego se encerró en el cuarto.
Los médicos que alegaron en el juicio por la muerte de Maradona
Por su parte hizo lo mismo, Juan Carlos Pinto, el médico que constató el fallecimiento de Maradona. En su declaración, expresó que al ingresar a la habitación econtró a Campbell Irigoyen y una enfermera más comprimiendo el cuerpo del exjugador, que se encontraba boca arriba. "Al observar la situación realizo la determinación de la actividad eléctrica con el desfribilador y el paciente se encontraba en asistolia, que significa sin actividad eléctrica, que el corazón estaba básicamente parado”, argumentó Pinto.
Por otra parte quienes fueron a compartir su alegato Juan Carlos Soto, el seguridad del barrio privado donde ocurrió el hecho. En primera instancia se refirió a la charla con el propietarios de la vivienda que alquiló el diez, quien fue el que le comunicó que Vanesa Morl estaba a cargo de todo y que Diego Maradona iba a ir a vivir al barrio. "Me dieron un listado de personas autorizadas para que pudieran entrar. Un tal Maxi (Pomargo) estaba al tanto de todo", agregó.
Acto seguido, Soto detalla la secuencia ocurrida ese 25 de noviembre. "Suena el teléfono de la guardia al mediodía y dicen que pasaba algo en la casa de Maradona. Llamamos a Campbell que era un médico que vivía en el barrio. Llamó alguien desde la casa. Al rato apareció la ambulancia y en un momento vino una persona en coche y nos dijo que corriéramos las vallas porque iba a venir la ambulancia", relató el seguridad del barrio. Su frase más condundente hizo referencia que nunca vio una ambulancia adentro de la casa de Maradona hasta el día de su muerte.
Otra de las llamada a declarar fue Valeria Stingo, una integrante del personal policial. Ella alegó sobre su participación en el acta pericial y de los procedimientos el 25 de noviembre. "En la mesa había un manuscrito que tenía días y horarios de medicamentos y como se tenían que administrar. Había botellas de agua y un suero en la cocina En la habitación había caramelos en una mesita de luz, y había un plato con sándwiches de miga", argumentó. Un dato clave que brindó se trata de la visitia que se realizó una semana después del fallecimiento de Maradona y aseguró no ver ningún aparato médico.
