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Se aprobó la reforma: Italia limita la ciudadanía por sangre y deja afuera a miles de argentinos

La reforma aprobada en el Palazzo Montecitorio restringe el trámite de ciudadanía a hijos y nietos. Bisnietos y tataranietos ya no podrán acceder desde Argentina.

Martes 20 de Mayo de 2025

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16:51 | Martes 20 de Mayo de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Desde el Palazzo Montecitorio nació una muy mala noticia para miles de argentinos luego de que se aprobara la reforma para el acceso a la ciudadanía, limitando el acceso por ius sanguinis, afectando especialmente a miles de argentinos descendientes de italianos. La Cámara de Diputados avaló el decreto-ley 36 con 137 votos a favor y 83 en contra, lo que implica que, una vez publicada la norma en el Boletín Oficial, solo podrán tramitar la ciudadanía los hijos y nietos de italianos que nunca hayan sido naturalizados en otro país.
 
La medida fue impulsada por el gobierno de Giorgia Meloni, de marcada tendencia nacionalista, establece un antes y un después para las solicitudes que tradicionalmente partían de bisnietos y tataranietos argentinos (o de cualquier otra parte del mundo). Solo en lo que va de 2024 se reconocieron 30.000 ciudadanías italianas a ciudadanos de Argentina, lo que da cuenta del impacto que tendrá la nueva normativa.
 
La clave de esta reforma está en el artículo 3-bis del decreto, el cual exige que el ascendiente directo (padre o abuelo) haya tenido exclusivamente la ciudadanía italiana al momento de su muerte. Si se naturalizó de otro país, el trámite será automáticamente rechazado. Esta condición deja fuera a la mayoría de los descendientes argentinos, ya que muchos inmigrantes italianos adquirieron la nacionalidad argentina al llegar al país a fines del siglo XIX y a principios del XX.
 
Vale aclarar que las solicitudes ya presentadas hasta el 27 de marzo de 2025 a las 23.59 (hora de Roma) se regirán por la legislación anterior, quienes no lograron conseguir turno o completar la carpeta en esa fecha quedarán excluidos. Esta situación generó una fuerte reacción en redes sociales, donde descendientes argentinos denunciaron "discriminación" y "ruptura de una promesa histórica".
 
Al mismo tiempo, algunas enmiendas salvaron casos puntuales: los hijos menores de ciudadanos italianos podrán ser inscriptos hasta mayo de 2026 si nacieron antes de la fecha límite, y hasta un año después de nacer si lo hacen luego del 27 de marzo de 2025. Además, los originarios que se trasladen a Italia con permiso de residencia y vivan allí por al menos dos años, podrán iniciar el trámite localmente, lo que se perfila como la única vía posible para los excluidos por esta reforma. La batalla legal recién comienza, mientras que abogados y legisladores ya analizan recurrir a la Corte Constitucional para frenar lo que consideran un acto de exclusión generacional.
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