Algo salió mal!

Guido Süller: "Doy cursos de autoayuda para bolivianos"

Es arquitecto, enseñó análisis matemático, acaba de escribir una obra de teatro y sueña con radicarse en Ushuaia. Ver para creer.

Lunes 24 de Octubre de 2016

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15:14 | Lunes 24 de Octubre de 2016 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Bueno, en realidad no nos interesa casi nada lo que hacés públicamente ...

¿Ah, no? Já, ¿y de qué vamos a hablar?

De otra cosa. No sé, de Bob Dylan, de Catupecu Machu...

No hablo de música. No me gusta. Prefiero el silencio. Disfruto más del silencio que de la música. Admiro sí a los grandes, a una Celine Dion, a Freddie Mercury. Pero vivo una vida tan tan ruidosa que disfruto el silencio, por eso me hice fueguino. Me voy a radicar en Ushuaia, ¿sabías? Mi vejez será allí entre el silencio y la poca gente.

¿Averiguaste demográficamente dónde había menos cantidad gente y te decidiste?

Exactamente. Hace cuatro años que soy fueguino. Vivo en la calle Isla de los Pájaros. No te digo el número porque no me interesa que se sepa. Además siempre hace frío y ando todo encapuchado. No me reconoce nadie. Me saludan, claro, pero nadie es tan avasallante. Yo quedé prisionero de un personaje y me estoy haciendo cargo... Escribí una obra, ¿querés hablar de eso? La escribí y la actúo. Un drama. Represento a Ian Narinski, un tipo que es sentenciado tras un robo cometido por amor a su madre. Hago de un judío y estoy tan caracterizado que nadie me reconoce. Todo sucede en una cárcel con otro preso. Celda 14 se llama.

¿Tomaste algo de Manuel Puig?

¿Vos decís por El beso de la mujer araña? No, entiendo a dónde apuntás, pero lo único que tiene en común con Puig es que somos dos prisioneros. No fue la referencia. Esto es el amor, la relación entre dos heterosexuales. Como marco de referencia, si querés, podés pensar en Secreto en la montaña.

¿La héterosexualidad volverá a estar de moda?

No, está totalmente pasada de moda. Lo de ahora es ser héteroflexible. Alguien que con una copas de más, o en una montaña, jé, es capaz de hacer lo que socialmente no se atrevería... Pero te decía, en mi obra, que ya se estrenó, somos nada más que hombres. Dos presos y un guardiacárcel. El ser humano no nació para estar solo. Si bien a los dos nos gustan las mujeres, al no haber mujeres, una de dos: o nos queremos o nos queda el desamor. Yo diría que nos une la desesperación.

Decís “mi obra”. ¿Sos dramaturgo?

Me queda grande lo de dramaturgo, es lo primero que escribo. En realidad, como dice mi hermana Silvia, yo soy un gran guionista. Y es verdad, guioné muchas actos de mi vida que terminaron imponiéndose públicamente. Esto también fue una inspiración que llevé adelante, pero con otros fines. Mi género es el reality-fiction. Te cuento que un programa de culto llamado Zap, que conducía Marcelo Polino, estaba a punto de ser levantado por falta de rating y me llamaron a mí. Resultado: el rating se duplicó. Yo inventé el reality-fiction. Intenté jugar con la televisión, sin canchererar porque la televisión te devora, pero ya tengo una experiencia para no terminar loco. Yo hice muchas obras de índole dramático. Shakespeare me gusta pero no me veo haciendo eso. El teatro, en general, me deja bastante vacío... Ah, no sé si te interesa, pero trabajé en Calígula de Pepito Cibrián. Hace como 30 años de esto que te cuento.

¡Sos del famoso semillero de Pepito!

Sí, pero no tengo los mejores recuerdos. Pepito me hizo la vida imposible.

¿Por qué?

Porque yo era lindo y los lindos pagamos un precio. Igual, prefiero no hablar de eso. Ya caducó. Sólo quiero recordar que hice del amante de Calígula, pero después Pepito me sacó el papel, me redujo y nada... ya pasó.

¿Sos o fuiste docente de algo relacionado con las matemáticas?

¡Sí! ¡Docente de análisis matemático! Mi título es de arquitecto. Siete años fui docente de la Universidad de El Salvador y de la Universidad de Morón. Me moría de hambre. Siempre me interesó la docencia, pero también siempre me gustó vivir bien. Ahora estoy dando cursos, seminarios de autoayuda.

¿Autoayuda?

Sí, para la comunidad boliviana. Los bolivianos se sienten muy discriminados y me contrataton para senrtirse mejor, para perder el miedo, la timidez, la vergüenza y esos frenos de la vida.

¿Por qué te llamaron a vos y no a un Rolón?

Por el carisma. No es lo mismo escuchar a Rolón que escucharme a mí. Yo hablo fácil. El boliviano se autodiscrimina. Te ve blanquito y ya piensa que te vas a burlar, y yo soy de reírme mí mismo. Voy a un instituto en Floresta, donde está la colectividad boliviana. Deberías venir. Se junta tanta gente que no hay más cupos. Les enseño cómo conseguir trabajo, cómo ser empáticos (ni muy simpáticos ni muy antipáticos). Cómo mirar a los ojos. Los bolivianos tienen un techo muy bajito y es muy injusto. Esta es una sociedad muy hipócrita. El travesti, por ejemplo, es discriminado durante el día, pero a la noche lo salen a buscar y hasta le pagan.

¿A quién discriminamos más? ¿Al bolivianos, al travesti, al puto, al judío, al jubilado, al honesto...?

Al pibe chorro. A mí me asaltó uno con un revólver y a partir de ese momento yo uso vidrios polarizados y de noche no respeto ni un semáforo. Los trapitos son un tema. Haceme la multa, yo no paro.

Como preguntaría el mejor Majul: ¿sos feliz o todavía no caíste tan bajo?

No soy feliz. No hay tiempo para uno, sólo hay tiempo para trabajar y para ir rumbo a la decrepitud. Con la expectativa de vida en aumento, lo que se alarga es la decadencia. Espantoso, y más para alguien tan solo como yo que tuvo novias, novios pero que nunca fue amado.

¿Cómo vas llevando la soledad?

Me googleo mañana, tarde y, noche, jajjá. Pongo “Guido Süller” “noticias” y veo que pasa conmigo. Y estoy a full con las redes sociales. Adictivas. Twitter es cruel. Cuando pasa algo y soy Trending Topic, puedo pasarme horas y horas revisando qué dicen de mí.

¿Y?

Nueve a favor y uno en contra. Que soy “divino”, “un capo”, “un genio total”... El que está en contra es ese que me dice “puto”.w

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