Algo salió mal!

Los Sauces: la Justicia ahora sospecha que falsificaron la firma de Máximo Kirchner

El interventor que puso Bonadio detectó caligrafías muy distintas. Y le aconsejó al juez que las analice. Stolbizer pediría ampliar la pericia sobre las firmas de toda la familia.

Martes 28 de Febrero de 2017

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14:02 | Martes 28 de Febrero de 2017 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Los Kirchner hicieron negocios con los Salix. No se trata de otra familia, sino de un género que agrupa a varias clases de integrantes: Salix es la palabra en latín que la Botánica usa para identificar a la especie de árboles conocida como “Sauces”. Esta vegetación crece en las tierras áridas de la Patagonia. Los Kirchner registraron con el nombre “Los Sauces” a una de sus empresas que más los complica ene la Justicia. La familia K usó a esa compañía como supuesta inmobiliaria, para comprar varias propiedades y alquilarlas. La Justicia determinó ahora, en base a análisis de peritos que estudiaron la documentación oficial de la compañía, que su actividad fue absolutamente irregular de acuerdo a las normativas del Estado. Nada en “Los Sauces” funcionó como debiera haberlo hecho.

 
La denunciante del caso, que se transformó en una investigación judicial, Margarita Stolbizer -patrocinada por su abogada Silvina Martínez-, pedirán en las próximas horas al juez del expediente, Claudio Bonadio, que toma una nueva medida de prueba para descartar otro posible delito que se pudo haber cometido en los papeles oficiales de “Los Sauces”. Se trata de la probable falsificación adrede de la firma del diputado nacional Máximo Kirchner en las actas de su inmobiliaria. Él es uno de los accionistas de esta sociedad anónima. Junto a su hermana, Florencia. El fiscal de la causa "Los Sauces" es Carlos Rívolo.
 

El diario La Nación informó días atrás que uno de los interventores que designó la Justicia para que analice los papeles de “Los Sauces”, y de otras empresas involucradas en esta trama, determinó que las firmas de Máximo en al menos tres actas de asamblea de su empresa “podrían ser apócrifas”. Argumentó esa sospecha explicando que es “ostensible” la “diferencia con firmas anteriores presuntamente del mismo autor”. Fue por eso que aconsejó al juez Bonadio que realice una “pericial caligráfica”para “investigar el probable delito conexo de falsificación de documentos privados o públicos”.

Clarín pudo saber que Stolbizer quiere ampliar los estudios caligráficos sugeridos por el interventor en “Los Sauces”. Lo haría hoy en un escrito en el que solicitará a Bonadio que “mediante un estudio pericial” se confirme si “las firmas” que se encontraron en los pocos documentos que la Justicia logró hallar sobre “Los Sauces” se corresponden a las del “Sr. Máximo Kirchner y Romina Mercado como así también Néstor Kirchner, Florencia Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner”.

Esta nota está ilustrada por dos fascímiles de las actas de asamblea de “Los Sauces” donde se ven a simple vista que las firmas del diputado nacional (las que aparecen arriba de otra firma estampada sobre un sello) son diferentes entre sí. Ahora será la Justicia la que confirme o no la presunción del interventor de la empresa K, Sergio Acosta, en la que se basaron Stolbizer y Martínez para preparar su escrito ante Bonadio.

La situación de los Kirchner en la causa “Los Sauces” es complicada. Están imputados tanto la ex presidenta como sus dos hijos. Los dos últimos declararán en indagatoria ante Bonadio y Rivolo el 6 de marzo. Su madre, el día siguiente.

Ahora Máximo quedará de nuevo bajo otra sospecha jurídica tras la presentación del escrito de Stolbizer y Martínez.Más allá de esta novedad, la Justicia ya pudo determinar que la inmobiliaria K con nombre botánico funcionó sin cumplir las reglas básicas que regulan a las sociedades comerciales.

Fue fundada por Néstor, Cristina y Máximo Kirchner en 2006. Luego se incorporó Florencia. Tras la muerte del ex presidente, sus herederos hicieron crecer el patrimonio de “Los Sauces” mediante la compra de propiedades, que alquilaron a dos empresarios amigos, el constructor Lázaro Báez; y el zar del juego, entre otros negocios, Cristóbal López. La Justicia sospecha que “Los Sauces” sólo tuvo esos dos inquilinos mayoritarios porque, mediante el pago de las rentas que éstos hacían sobre inmuebles que son de los Kirchner, se podrían haber blanqueado en cuentas bancarias K dinero de origen ilegal.

Los investigadores del caso determinaron que los Kirchner lograron generar ganancias gracias a “Los Sauces” por alrededor de 29 millones de pesos. Pero el inteventor designado por la Justicia en la empresa, Acosta, detectó que la firma jamás repartió dividendos. Los 29 millones de pesos equivalen a casi la mitad del patrimonio declarado por la ex presidenta Cristina Fernández: dijo tener 77 millones de pesos.

“Los Sauces” es una agujero negro comercial. De acuerdo al peritaje judicial de su funcionamiento, se descubrió que no tiene sede legal real. Que sólo tiene dos empleados, y extravagantes para el mercado del “real state”: uno es el jardinero de la casa de El Calafate de los Kirchner, el jubilado Ramón Ángel Díaz Díaz. La otra es una de las accionistas de la compañía, Florencia Kircher.

A eso se suma que los documentos sobre las asambleas de directorio podrían estar “truchos”. Faltó además analizar el “Libro de Accionistas” actualizado, porque nunca se encontró. Por supuesto, también está acreditado que la compra de la mayoría de los muchos inmuebles de “Los Sauces” se hicieron con dinero de origen, como mínimo, poco claro.

El perito Acosta describió a la inmobiliaria de quien la hizo funcionar de este modo siendo Presidenta de la República en ejercicio no como una comercio o una sociedad anónima normal, sino como “un artificio”.

Es por eso que hace hincapié en que jamás la familia K buscó retirar dividendos de su “empresa”, cuando éste es el objetivo central de cualquier negocio. El perito determina que “Los Sauces” pudo ser usada “para receptar bienes o fondos, o redirigir los mismos desde y hacia la familia Kirchner, existiendo una evidente confusión de patrimonios con los integrantes del grupo familiar, especialmente con quienes ocuparon la primera magistratura de la nación”.

El especialista que analizó a esta compañía por pedido de la Justicia es lapidario en varios párrafos de su informe. Por ejemplo, en éste: “El manejo societario, teneduría de libros, contabilidad, etc. no se ha profesionalizado, y en caso de haberlo hecho, fue realizado por alguien palmariamente incompetente…”.

A las complicaciones procesales que ya existían sobre los imputados Kirchner, ahora se suma el pedido de Stolbizer para que se analice quién firmó esos papeles de una empresa tan relevante, debido a que fue creada y usufructuada por una ex presidenta y por un diputado nacional que aun trabaja en pleno mandato.

Los Sálix, es de decir, los sauces, dicen los libros de Botánica y la experiencia de quien convivió con ellos, empezarán pronto a transformar su fisonomía. Ni bien llega el otoño, sus hojas se marchitan y se caen.

 

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