Los liderazgos irresponsables agudizan la crisis global
Viernes 06 de Diciembre de 2019
Por Matías Bauso
Los hechos de la última semana permiten comprender con nitidez los trazos lamentables de un sistema internacional en proceso de descomposición. Por una lado, tuvo lugar en Madrid una cumbre sobre cambio climático cuyos resultados concretos, totalmente irrelevantes, obligan a cuestionar su misma realización. ¿Cuántas emisiones de dióxido de carbono fueron necesarias para que esa congregación de burócratas globales se aburrieran a sí mismos fingiendo que escuchaban discursos tan huecos como pletóricos de conceptos políticamente correctos?
Paralelamente, Trump anunció la imposición de aranceles a la importación de acero y aluminio de la Argentina y de Brasil para compensar la "manipulación de monedas": las devaluaciones que vienen sufriendo ambos países. Como EE.UU. emite dólares que el mundo demanda como reserva de valor, muchos líderes norteamericanos ignoran que la mayoría de las naciones no pueden darse el lujo de manipular sus monedas, sino que son sus ciudadanos (y los mercados) los que se desprenden de ellas por desconfianza frente a los desequilibrios macroeconómicos que generan sus gobernantes. Por ejemplo, al acumular déficits fiscales significativos (gastan demasiado y/o reducen impuestos para favorecer a grupos de interés) y al vulnerar la independencia de los bancos centrales. Trump hizo ambas cosas. Lo segundo casi a diario. Puede que cuando los norteamericanos adviertan las consecuencias sea demasiado tarde. Como con el cambio climático.