¿Cuáles son las prioridades económicas de Alberto Fernández?

Alberto Fernández ganó las elecciones para implementar un plan que permita sacar al país del fracaso económico de la gestión de Mauricio Macri.

Pero la pandemia no solo no se lo permitió sino que además agravó la ya dura crisis argentina.

Según lo datos del Ministerio de Trabajo, entre marzo de 2018 , cuando comenzó la crisis de Macri, hasta diciembre de 2019, se perdieron 303.360 empleos. Esto en el sector del trabajo de mejor calidad: registrado, en relación de dependencia y en blanco.

Pero con la pandemia, en febrero de 2020 había 6.026.399 empleo formales registrados. Para marzo de 2020, bajó a 5.802.399 asalariados.

Es decir, en solo tres meses se destruyeron por la pandemia y la cuarentena 224.000 puestos de trabajo del sector formal.

La evolución de los últimos años muestra una recesión en 2014, otra caída con la recesión de 2016, un repunto con pico de empleo en tercer trimestre de 2018, pero a partir de abril de ese año comenzó el derrumbe que llegó hasta diciembre de 2019, el final del gobierno de Mauricio Macri.

A ese período hay que sumar lo que dejo la cuarentena en este 2020, que agravó las cosas.

El empleo total asalariado, sumando los de relación de dependencia más los monotributistas, autónomos y empleados del servicio doméstico llegaba en marzo de 2018 a 9.219.242 trabajadores.

Entre ese mes y diciembre de 2019, se perdieron 314.500 puestos en el sector formal de la economía.

La crisis siguió por la pandemia. Entre febrero de 2020 y marzo de 2020, en tres meses se perdieron otros 408.599 empleos en el sector privado.

Pero hay un dato que llama a la reflexión. Qué es lo que pasó en el sector público mientras se destruían puestos de trabajo en el sector privado por la crisis desde 2018 hasta acá.

Durante la crisis de Macri, marzo de 2018 a diciembre de 2019, el empleo público creció en 118.900 puestos.

Con el cambio de gobierno, entre diciembre de 2019 y febrero de 2020, el sector público perdió 65.000 empleos. Básicamente por el recambio de la administración y el cese de personal contratado.

Pero entre febrero y mayo de 2020, ya con la pandemia el sector público creció en 20.300 puestos de trabajo.

Esto quiere decir que mientras la crisis pegó de manera muy fuerte en el sector privado, el sector público actuó como una suerte de amortiguador del desempleo.

El desafío enorme para el Gobierno es generar una recuperación económica que promueva empleos en el sector privado y que a su vez, el sector público no ahogue, precisamente, esa recuperación que tanto necesita el país en el área privada.