16:49 | Miércoles 05 de Marzo de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
El primer hito de adiestramiento operacional de las fuerzas armadas junto a elementos de seguridad acorde a los cambios producidos por el Gobierno en materia de Defensa se llevó a cabo en Zárate y Lima, provincia de Buenos Aires.
En esas localidades próximas al río Paraná, organizado por el Comando de Adiestramiento y Alistamiento del Ejército y dirigido por la Fuerza de Despliegue Rápido que comanda el general Sergio Jurczysyn, entrenaron tropas de operaciones especiales del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, y personal de Gendarmería Nacional.
Las operaciones conjuntas e inter agenciales recibieron el nombre código CANDU 2025. El acrónimo CANDU (Canada Deuterio Uranio) es una marca registrada de Atomic Energy of Canada Limited, corresponde a un tipo de reactor de agua pesada presurizada como los de las centrales nucleares de Argentina.
El objetivo simulado fue recuperar y asegurar el control de la planta nuclear Atucha y liberar rehenes (técnicos de la planta y personal jerárquico) capturados por grupos extranjeros paraestatales.
Las maniobras que contaron con medios navales, lanchas patrulleras de la Armada, botes Guardian y Zodiac, helicópteros del Ejército y la Fuerza Aérea a los que se sumaron blindados Spartan de Gendarmería se cumplieron a fin de febrero.
Dos meses después de la firma de Javier Milei junto a los ministros Patricia Bullrich (Seguridad) y Luis Petri (Defensa) de los decretos N°1107 y N°1112 que modificaron y ampliaron el empeñamiento del instrumento militar en misiones más allá de agresiones estatales.
Foto: Ministerio de Defensa
El entrenamiento involucró por primera vez; luego de aquella reconocida participación en la guerra de Malvinas; la agrupación Alacrán de tropas de elite de Gendarmería que desplegaron en Zárate junto a comandos del Ejército, buzos tácticos de la Marina y elementos del GOE (operaciones especiales de la Fuerza Aérea).
La planificación del ejercicio encuadró al detalle en la letra del decreto 1107/2024, a partir del cual se especificó el término “Objetivos de Valor Estratégico” contemplados en la Ley N°23.554 y que pueden ser custodiados por los militares.
El caso de las centrales nucleares Atucha I y II, ubicadas sobre el margen derecho del río Paraná de las Palmas o la de Embalse, en la ciudad cordobesa de Río Tercero. También podrían contarse las represas hidroeléctricas,
“Cualquier bien, instalación o conjunto de instalaciones fijas y las entidades materiales de vital importancia para el Estado Nacional que, en caso de ser dañados parcialmente o destruidos, ocasionarían graves perjuicios a la vida y bienestar de los habitantes del país, a su economía, al ambiente o a la propia Seguridad de la Nación, limitando, posponiendo o impidiendo su desarrollo", dice la norma.
Foto: Ministerio de Defensa
En la misma línea bajo el decreto N°1112 se justificó la simulación de empleo de fuerzas especiales de ambas instituciones, militares y de seguridad trabajando coordinadas en la infiltración para recuperar rehenes y combatir contra grupos paraestatales.
Esa norma modificó la reglamentación de la ley de Defensa, facultó a las FFAA a actuar no sólo ante agresiones estaduales sino diferentes amenazas como “organizaciones paraestatales extranjeras, terroristas, organizaciones criminales transnacionales, o cualquier forma de agresión externa que sea incompatible con la Carta de las Naciones Unidas” se habilitó a los militares a defenderse e incluso apresar a criminales, bajo determinados supuestos. Pueden actuar ante agresiones de origen externo, que se desarrollen en espacios terrestres, marítimos, fluviales, aeroespacial y de espacio ciber.
El general Jurczysyn, jefe de la Fuerza de Despliegue Rápido, instaló su comando en la Base Naval de Zarate, desde allí monitoreó la recuperación de la central nuclear, un objetivo estratégico y crítico y también la evacuación de rehenes.
En el pasado otros protagonizaron una intentona de sabotear la instalación nuclear.
El 25 de marzo de 1973, dos semanas después del triunfo del peronista de izquierda Héctor J, Cámpora en las elecciones presidenciales, unos 15 terroristas armados redujeron al personal de seguridad, robaron sus armas e ingresaron en la central, arriaron la bandera nacional e izaron la del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) con su estrella roja.
Fugaron sin concretar el plan en medio de una balacera con la policía bonaerense.