El presidente intenta reunificar al bloque progresista para evitar un duro revés electoral el próximo 17 de agosto; mientras Andrónico Rodríguez aceptó el llamado con condiciones, Evo Morales volvió a rechazar esa posibilidad
18:26 | Domingo 20 de Julio de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
En un clima electoral marcado por la fragmentación y la crisis, el presidente Luis Arce volvió a pedir públicamente por la reunificación del bloque progresista boliviano. Su pronunciamiento, difundido este domingo a través de redes sociales y canales oficiales del Movimiento Al Socialismo (MAS-IPSP), alertó sobre las posibilidades de la izquierda en los comicios del próximo mes si no se logra una unidad “antes que sea tarde”.
En la extensa carta que publicó, el jefe de Estado fue tajante: “Antes que sea tarde: la unidad ahora o la derrota mañana”.
Además, puso sobre la mesa tanto la historia como la coyuntura: evocó a Marcelo Quiroga Santa Cruz, referente del socialismo boliviano, y advirtió que la dispersión podría allanar el retorno del modelo neoliberal al país.
La carta publicada por Luis
La carta publicada por Luis Arce (Fuente)
El mensaje, con un marcado carácter ideológico, insistió en aspectos estratégicos. Arce sostuvo que solo la suma de tácticas y afinidades diversas puede dar viabilidad a un proyecto progresista, y justificó su propia decisión de no ser candidato presidencial como un gesto para allanar ese proceso de construcción colectiva. “Con unos habrá más afinidad táctica, con otros, mayor compatibilidad estratégica, pero si unos y otros no nos unimos, no hay victoria táctica ni mucho menos estratégica”, señaló, reafirmando la necesidad de superar barreras personales y políticas.
El mandatario también emitió una crítica indirecta a sus rivales de oposición, recordando los años entre 1985 y 2005 como una etapa de privatizaciones y subordinación económica, e instó a defender los logros del llamado “proceso de cambio”. El marco de fondo es una situación adversa para el oficialismo, con encuestas desfavorables que colocan al MAS y a Arce en la franja más baja de intención de voto, menor al 2%, y una popularidad disminuida, en especial en los centros urbanos. La crisis económica nacional ha acentuado el descontento ciudadano y profundizado las diferencias entre las distintas alas del partido.
El pronunciamiento de Arce tuvo, así, un doble propósito: frenar la sangría de apoyo en el electorado y advertir sobre los riesgos de la “restauración conservadora”. Su reto público cuestionó la persistente división en el oficialismo y buscó reunir fuerzas dispersas en torno a un proyecto histórico, más allá de la coyuntura.
Andrónico Rodríguez, presidente del Senado
Andrónico Rodríguez, presidente del Senado boliviano, busca ser el candidato del MAS (EFE/ Luis Gandarillas)
Líderes de la izquierda y sus facciones: entre el rechazo, la cautela y las condiciones
Las respuestas a la invitación presidencial revelaron la complejidad del escenario político boliviano. En el espectro del oficialismo y la izquierda, los líderes se posicionaron entre el desencuentro, la reserva y la negociación abierta, confirmando la dificultad para formar un bloque común ante los comicios.
En el caso de Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y figura central de la corriente renovadora del MAS, la aceptación a una eventual unidad vino matizada por condiciones claras. Su portavoz, Carlos Solá, estableció que la convergencia solo sería viable si se reconocía la candidatura presidencial de Rodríguez como eje articulador. Este planteo pone de manifiesto que, si bien hay voluntad de diálogo, existen pugnas por el liderazgo que traban la consolidación de una propuesta unificada. Rodríguez, ubicado en el cuarto lugar de las encuestas y al frente de la Alianza Popular, busca captar a las bases desencantadas del MAS tradicional, apostando a un recambio generacional.
Eva Copa, alcaldesa de El Alto y cara visible del Movimiento de Renovación Nacional (Morena), optó por la cautela. Su entorno advirtió que cualquier acercamiento debía ser evaluado previamente por el Comité Político de su organización, subrayando la exigencia de resultados concretos antes que simples gestos de unidad. El secretario municipal Carlos Marca expresó desconfianza por llamados similares anteriores que no derivaron en acuerdos efectivos, rechazando la idea de una “juntucha por juntuchar”.
Al mismo tiempo, surgieron reportes que señalaban la incorporación de dirigentes evistas en listas legislativas de Morena, interpretada por algunos como una estrategia de Copa para fortalecer posiciones en el Congreso.
Evo Morales volvió a rechazar
Evo Morales volvió a rechazar el llamado de la unidad de Luis Arce (Fuente)
Como era de esperarse, el rechazo frontal vino desde el “evismo”. Evo Morales, ex presidente y líder tradicional del MAS, desestimó la convocatoria y lanzó duras críticas contra el dirigente del MAS arcista Grover García, a quien calificó abiertamente de “trucho” y “delincuente”. Morales denunció que la iniciativa era, en realidad, un llamado desesperado de sus adversarios internos, restando legitimidad al actual liderazgo del partido. Además, aprovechó para cuestionar la independencia y capacidad de Andrónico Rodríguez, acusando a antiguos colaboradores y analistas afines de haber “destrozado” el vínculo entre ambos.
La postura de Morales también se autolegitimó al reiterar que cuenta con un respaldo “duro” estimado entre el 30 y el 40% del electorado, pese a los impedimentos legales que le impiden presentarse de nuevo como candidato. Afirmó que la exclusión de su nombre de las boletas solo había incrementado el voto nulo, blanco y las abstenciones, mostrando la persistencia de su influencia en la política nacional. El ex mandatario tildó de insuficientes las propuestas tanto del oficialismo renovador como de la oposición, insistiendo en que su liderazgo sigue siendo insustituible para un sector notable del electorado popular.
Al margen de estos actores principales, Jhonny Fernández, líder de la UCS y alcalde de Santa Cruz, se mantuvo fuera de la convocatoria y descartó haber recibido invitación alguna. Si bien en épocas pasadas no negó acercamientos con el sector del evismo, las conversaciones no prosperaron y su presencia electoral aparece limitada según las encuestas. Además, la aparición de candidatos vinculados al evismo en listas de otros partidos como Morena refuerza la idea de que las alianzas están en plena reconfiguración.
Grover García, presidente del MAS
Grover García, presidente del MAS (REUTERS/Claudia Morales)
Convocatorias y expectativas frente al dividendo progresista
El Movimiento Al Socialismo, a través de su presidente Grover García, anunció una convocatoria formal para el 24 de julio, posteriormente reiterada para el 26, dirigida a los principales liderazgos de la izquierda. El objetivo declarado es articular una única candidatura del campo popular, aunque sin adelantar quién debe encabezar la alianza. García detalló que la selección se basará en parámetros como el liderazgo, los resultados de encuestas y la preparación de los postulantes.
La invitación incluye a Eva Copa, Andrónico Rodríguez, Eduardo Del Castillo (exministro y candidato del MAS) y al propio Evo Morales a través de delegados, dada su imposibilidad legal de competir directamente. García admitió que la decisión final pasará por una evaluación conjunta en busca de consensos, buscando desalentar la fragmentación interna del campo progresista.
Sin embargo, la convocatoria se enfrenta a la disparidad de respuestas y expectativas entre los invitados. Mientras que el entorno de Andrónico Rodríguez ve en la reunión una oportunidad de fortalecer su proyecto político, la agrupación de Eva Copa mantiene cautela y Morales, desde la distancia, esquiva cualquier acercamiento con el liderazgo actual del MAS. Los márgenes para la construcción de una plataforma unificada, entonces, dependen de la capacidad de este encuentro para superar las rencillas personales e históricas.
Por fuera del diseño oficialista y de izquierda, frentes como la UCS continúan su camino electoral de manera independiente, dejando de lado cualquier integración al bloque que busca reagrupar Arce. Con los comicios generales a menos de un mes, las próximas semanas serán determinantes para saber si el llamado a la unidad logra cristalizar alianzas o si la dispersión del voto progresista allanará la competencia para otras alternativas políticas en Bolivia.