El inicio de la franja presidencial marcó un giro: Jara busca autoridad, Kast endurece el tono y Matthei apela a la moderación en un Chile que conmemoró un nuevo aniversario del estallido social.
21:14 | Sábado 18 de Octubre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Seis años después del estallido social que remeció al país, la Plaza Italia de Santiago, epicentro de aquellas protestas, está en obras. Entre cercos y maquinarias sobresale un cartel que anuncia la “Nueva Alameda”, parte del plan de recuperación urbana tras años de tensión, que dejó 464 víctimas de trauma ocular y más de 3000 delitos contra funcionarios policiales, según cifras entregadas el pasado viernes por la Fiscalía.
Lo que alguna vez fue un punto de quiebre —y que derivó en dos intentos fallidos de redactar una nueva Carta Magna, uno desde la izquierda y otro desde la derecha— hoy se percibe como un capítulo superado. Los chilenos viven la antesala de las elecciones presidenciales, en un escenario definido por el pragmatismo y la búsqueda de estabilidad.
José Antonio Kast, candidato a presidente de Chile.
José Antonio Kast, candidato a presidente de Chile.
Cristian Carvallo Foix / El Mercurio
En ese contexto, el país entró en la recta final de la campaña: el viernes comenzó oficialmente el periodo de propaganda electoral, que antecede los comicios del 17 de noviembre y pone sobre la mesa un debate centrado en la seguridad, la migración, el crecimiento y el orden. Según los sondeos, la contienda se mantiene abierta entre la candidata oficialista Jeannette Jara, el republicano José Antonio Kast y la alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei.
La última medición de la consultora Black & White ubicó a Jara en primer lugar con un 31%, seguida de Kast (25%) y Matthei (17%). Un día después, el estudio de Panel Ciudadano-UDD registró un leve cambio: Kast (25%) superó por un punto a Jara (24%), mientras Matthei se mantuvo en el 17%. El domingo, la encuesta Criteria los igualó con 26%, y el lunes Cadem confirmó la tendencia: Jara se mantiene a la cabeza con 28%, seguida por Kast (23%) y Matthei (14%).
Con la veda de encuestas fijada para el 1° de noviembre, los comandos han acelerado el despliegue territorial y mediático, aprovechando el inició la franja presidencial, el puntapié formal de la campaña de una elección que debería decidirse en un balotaje entre Jara y un candidato de la derecha.
Propuestas y giros
Reconocido como termómetro televisivo que desde los años 80 capta el pulso emocional de cada elección, el espacio expuso el cambio de tono de los postulantes a La Moneda.
La candidata oficialista Jeannette Jara, exministra del Trabajo y figura del Partido Comunista, habló de esfuerzo, oportunidades y seguridad fronteriza. Se mostró en el paso norteño de Chacalluta que colinda con Perú y propuso una “muralla digital” con drones y cámaras térmicas.
Del otro lado, José Antonio Kast, el eterno abanderado de la derecha dura, apeló a la indignación por los crímenes atribuidos a inmigrantes ilegales.
Evelyn Matthei, alcaldesa de Providencia de centroderecha, optó por la serenidad de la experiencia: vestida de azul, prometió unión y gestión, lejos de los extremos.
“Esta campaña se diferencia por la manera en que los candidatos buscan conectar directamente con las preocupaciones inmediatas de la ciudadanía, especialmente en zonas donde el descontento social es más palpable, como el norte del país”, dijo Ricardo Hernández, coordinador de Política y Sociedad del Instituto Res Pública.
“Hay un esfuerzo en el oficialismo por instalar estos temas no solo como problemas centrales, sino como cuestiones que definen la agenda política”, añadió el analista, que planteó una paradoja: “La izquierda históricamente ha dejado de lado o contestado con retórica menos directa”.
Jeanette Jara
Jeanette Jara
Getty Images
“El sello distintivo es que la izquierda ha tenido que adaptar su discurso y tácticas para posicionarse frente a un electorado crispado y reclamar un espacio en la agenda de seguridad, mostrando un giro estratégico importante respecto a campañas anteriores”, cerró.
Desde lo comunicacional, por otra parte, el diagnóstico fue más bien crítico.
“Nada nuevo bajo el sol. Una franja plana, de muy buenas producciones, pero no que es capaz de mostrar matices. Es personalista en candidatos como Kast o Kaiser y en la de Jara quienes hablan son las personas. Es una franja que responde a la agenda”, apuntó el académico y experto en publicidad electoral Cristián Leporati.
“El problema —agrega el experto de la UDP— es que la televisión mantiene una audiencia muy fiel, pero la franja la ven personas que ya tienen su opinión política formada, mayores de 50 años y acostumbradas a ese formato. Donde hay que estar atentos es a la manera en que las campañas se expresarán en redes sociales, donde hay otro público, otros códigos y donde sí estará el elector que definirá su voto los días previos a la elección, el que puede mover la aguja”.
El vuelco de Jara
Para Claudio Fuentes, director del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales, la contienda actual evidencia una redefinición de prioridades en todos los comandos.
“En general, Jara ha enfatizado su trayectoria y origen social; mientras Kast juega un rol de outsider indicando que acabará con los apernados en el poder; y Matthei apuesta por las trayectoria y equipos de su coalición”.
A su juicio, el cambio más visible se da precisamente en la carta oficialista: “Jara ha enfatizado lo relacionado con seguridad, lo que no ha llamado tanto la atención pues este gobierno ya lo había venido realizando. En los últimos días, y con el debate de los recortes fiscales, ha retornado a temas del peligro de acabar con beneficios sociales”.
Evelyn Matthei
Evelyn Matthei
MINISTERIO DE TRABAJO DE CHILE - MINISTERIO DE TRABAJO DE CHILE
Ricardo Hernández coincidió en que el desplazamiento de Jara hacia el lenguaje del orden podría ser una inflexión inédita en la izquierda chilena.
“Jeannette Jara es consciente que el actual gobierno del cual fue ministra de Estado tiene un importante rechazo ciudadano. En este sentido, tiene una presión por no mostrarse como la candidata de la continuidad y demostrar que está libre de tabúes en materia de seguridad”.
De igual modo, ese viraje no es aislado: el propio presidente Gabriel Boric ha buscado en los últimos meses subrayar los avances de su gestión en seguridad, destacando la baja en los delitos violentos y la aprobación de leyes como Naín-Retamal e Infraestructura Crítica, con las que La Moneda ha intentado contrarrestar la narrativa de la derecha sobre el descontrol.
Precisamente, la última encuesta de Paz Ciudadana (septiembre 2025) reveló que el 78% de los chilenos cree que la delincuencia aumentó en el último año y que ocho de cada diez personas declaran sentir miedo de ser víctimas de un delito violento. Es el nivel más alto desde que existen registros.
Ese clima explica buena parte del tono de esta campaña. Seis años después del 18-O, la política chilena volvió a hablar en clave de control y orden, y las promesas de transformación cedieron paso a la búsqueda de estabilidad.