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Anamá Ferreira se confiesa y habla sobre su separación: "Todo es muy difícil porque..."

La ex modelo brasileña puso punto final a su relación de once años con Marcelo. El ex rugbier la conoció en Madrid, luego de enviudar. Y ella trató a sus dos hijitos como propios.

Lunes 23 de Julio de 2018

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07:32 | Lunes 23 de Julio de 2018 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

En 2007, se ganó dos pasajes a Madrid en el programa de Susana Giménez sin saber que allí conocería al hombre que se convertiría en su gran compañero de los últimos once años. De esta manera, con un guiño de la suerte, comenzó la historia de amor entre Anamá Ferreira (66) y Marcelo Mascaro (54). Padre de dos hijos, Selene y Luis José, el ex rugbier, argentino él, había enviudado hacía poco tiempo y en una de sus primeras salidas terminó conociendo a la brasileña. Comenzaron despacio, con una relación a la distancia, hasta que en algún momento decidieron probar la convivencia, en Buenos Aires. Fue el comienzo de una familia felizmente ensamblada, de cinco, con la hija de Anamá, Tania (modelo, de 23 años) y los hijos, hoy adolescentes, de Marcelo: Selene y Luis José.

Todo iba bien, e incluso fantaseaban con la idea de casarse, hasta que llegó el cimbronazo. La ex modelo y empresaria, que este año participará del Bailando, contó en una nota que decidieron terminar la relación. “Me separé de Marcelo, hace un mes que estoy sola. Es muy difícil porque estuvimos once años juntos, espero que el baile me dé una alegría”, le dijo Anamá a Nosotros a la mañana. Anamá estará en el programa de Tinelli bailando con Joel Ledesma –el bailarín del escándalo con Melina Lezcano, el año pasado–, y con Saby Sansone –coach de Gladys la Bomba Tucumana en 2017–. Está muy entusiasmada y con toda la energía puesta en lucirse en la pista de Showmatch. Todo ello sin descuidar su trabajo cotidiano, supervisando personalmente cada una de sus diez escuelas de modelaje.

Sin embargo, el dolor por la separación de Marcelo la tiene muy caída. Especialmente, la angustia tener que desarmar una familia que estaba muy consolidada y fuerte –los hijos de Marcelo la llamaban “mamá”–. Y como Tania se fue a vivir sola hace pocos meses, hoy Anamá volvió a vivir sola por primera vez en mucho tiempo. La Negra contó que el año pasado también estuvieron separados dos meses, y volvieron a intentarlo. Pero que esta vez la ruptura es definitiva, y en buenos términos. Esta vez, la tristeza no es sólo brasileña.

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