Padre Roberto Queirolo: “El celibato debería ser un voto renovable”

01:26 | Viernes 26 de Octubre de 2018 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

En una nueva edición de “Entrevistas Fénix” visitó los estudios de la radio, el Administrador Diocesano de La Rioja, Padre Roberto Queirolo. Se refirió a la asunción de un nuevo Obispo en La Rioja y además habló sobre la posibilidad de matrimonio para los sacerdotes.

Primeramente, comentó que para elegir a un nuevo Obispo, existe un protocolo previo, donde la Santa Sede, realiza consultas secretas al Clero y a los Obispos de la región, sobre quiénes estiman que pueden ser episcopales. Los consultados, deben sugerir tres nombres de posibles candidatos, los cuales no necesariamente deben ser de la provincia en la cual se desempeñará. En este sentido, el Padre mencionó que sugirió “un nombre que no es de La Rioja”.

En la misma línea, explicó que a raíz del Concilio Vaticano Segundo, “se puso el tope de los 75 años”, para ser Obispo, porque “se supone que a esa edad son personas de una capacidad superior, sin embargo también esta el declive de la fuerza, el cansancio, la enfermedad, que dificulta el bue ejercicio del episcopado”, explicitó.

Sobre el perfil que debe tener un Obispo, Queirolo recordó que Moneñor Angelelli, decía que “debíamos tener un oído en el pueblo y otro en el evangelio, una síntesis admirable de lo que debe ser un pastor”, sostuvo y agregó: “Un sacerdote plenamente evangélico con todo el peso que tiene esa palabra y con  filing y capacidad de captación del humano, sus problemas y dificultades”, valoró.

Por último, hizo referencia a la posibilidad de que los sacerdotes puedan casarse. Al respecto, consideró que es posible por tres razones: “Por la escases de sacerdotes; segundo, porque la deserción de muchos ha sido por el deseo de formar una familia y tercero, porque el sacerdocio y el celibato están unidos por una decisión de la Iglesia, no es una repugnancia por el sacerdocio y el matrimonio”, precisó.

Del mismo modo, opinó que el celibato “debería ser un voto renovable cada cinco años”, dijo a modo de ejemplo y argumentó: “La sociedad moderna nos presenta un estilo de vida muy distinto al de hace 50 o 100 años atrás, estamos mucho más expuestos y metidos en la sociedad y al sacerdote se le puede ir desperatndo el deseo de formar una familia con el paso del tiempo”.

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