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La fiscal Alejandra Mangano pidió enviar una consulta a ese país a través de Cancillería. La expresidenta contó en su libro que el mandatario extranjero la compró para ella en Nueva York. El histórico documento fue robado en Chile en 1981.
Sábado 15 de Junio de 2019
10:25 | Sábado 15 de Junio de 2019 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
La justicia quiere verificar si efectivamente el presidente de Rusia, Vladimir Putin, le regaló a Cristina Kirchner la carta, de puño y letra, que el General Don José de San Martín le envió a Bernardo O'Higgins y que la Policía Federal secuestró en su casa de El Calafate durante un allanamiento ordenado por el juez Claudio Bonadio.
La fiscal que instruye la causa, Alejandra Mangano, ordenó nuevas medidas de prueba entre las que se destaca una consulta -a través de Cancillería- para verificar si los dichos de Cristina Kirchner en la página 14 de su libro, "Sinceramente", son ciertos. En ese tramo del escrito, la expresidenta afirmó que Putin le obsequió el histórico documento durante una visita a ese país en 2015 y que la carta había sido adquirida en Nueva York especialmente para ella. Por el hallazgo de esta misiva, y un prontuario de Hipólito Yrigoyen, Bonadio la procesó por "ocultamiento, destrucción o exportación ilegal de documentos históricos".
La aparición de los documentos históricos en la casa que Cristina Kirchner posee en El Calafate motivaron una nueva investigación y la pesquisa arribó a su primera conclusión: la carta de San Martín fue robada del archivo de Vicuña Mackenna, en Chile, durante una mudanza en 1981. Las autoridades del Archivo Nacional de ese país verificaron la información y la enviaron a la justicia argentina.
Una investigación de TN.com.ar determinó que el escrito permaneció en ese archivo al menos hasta 1960. Las autoridades del país vecino encontraron una transcripción de la carta realizada por esos años que demuestra que el documento estuvo allí hasta, por lo menos, 20 años antes de que se le perdiera el rastro.
El volumen "extraviado" es el número nueve y forma parte del archivo que la Biblioteca Nacional de Chile le compró a la viuda de Mackenna, doña Victoria Subercaseaux, mediante el decreto N 1271, el 26 de abril de 1887. En este sentido, otra posibilidad, que corre con menos fuerza, es que la viuda de Mackenna haya perdido la carta antes de ser adquirida por la Biblioteca Nacional.
Sin embargo los especialistas entienden que el tipo de papel de la carta hallada en la casa de Cristina Kirchner, su desgaste y el tono de la tinta es idéntico al de los escritos del Archivo General de Chile, por lo que se cree que formaron parte del mismo volumen durante décadas.
La carta de San Martín a O'Higgins fue hallada en un estuche de cuero, color marrón diseñado para albergar este manuscrito: tenía el mismo tamaño que las hojas, que se mantenían firmes entre dos acrílicos apretados. Esto hace suponer a la Justicia que el documento pasó por el mercado negro durante años, hasta desembarcar en la casa de Cristina. ¿Cuál fue su recorrido? Se desconoce, aunque en estas últimas semanas se sumaron pistas: antes de llegar a El Calafate pasó por Nueva York y Rusia. O al menos eso intenta comprobar la justicia.
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