Internacionales

Londres recibe con toda la pompa a Donald Trump mientras el gobierno de Starmer pende de un hilo por el caso Epstein

Es la segunda visita de Estado al reino, algo inédito. El presidente será recibido con carrozas y desfiles para que no se aburra, mientras Starmer lucha para mantenerse en el poder.

Lunes 15 de Septiembre de 2025

316400_1757968607.jpg

17:04 | Lunes 15 de Septiembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Cuando el presidente Donald Trump y la primera dama Melania aterricen el martes por la noche para su inédita segunda visita de Estado a Gran Bretaña, se encontrarán con un primer ministro en caos y con posibilidades de renuncia, y con un embajador en Estados Unidos que ya no es Peter Mandelson.
 
Posiblemente entiendan las razones, porque son las mismas que apremian al presidente Trump: el vínculo de Mandelson con el pedófilo Jeffrey Epstein, los correos electrónicos que lo relacionan con el hoy despedido embajador británico en Washington y su participación en el libro de cumpleaños de Epstein, donde también está Trump.
 
El problema para el primer ministro británico, Sir Keir Starmer, es por qué designó a Mandelson, un habilidoso operador político y máximo "spin doctor" laborista, si los servicios de inteligencia le habían informado de esos vínculos.
 
Pero Mandelson, que es gay, casado con un filólogo brasileño y considera que Epstein era un "swinger que alquilaba chicas para hombres poderosos", está furioso.
 
No hay nada peor que tener como enemigo a quien es conocido como el "príncipe de las tinieblas", con poderosos contactos partidarios y empresariales. Se niega a renunciar al gobierno, tendrá que ser indemnizado y nadie puede subestimar su capacidad de daño a un premier debilitado y no demasiado resolutivo.
 
El supuesto mensaje de cumpleaños de Trump a Espstein. Foto: ReutersEl supuesto mensaje de cumpleaños de Trump a Espstein. Foto: Reuters
Supuestamente, Downing Street conocía los correos entre Epstein y Mandelson antes de que el primer ministro Starmer lo respaldara el miércoles pasado.
 
El Partido Laborista está sumergido en una guerra civil, después de que Lord Mandelson fuera despertado por un agente de seguridad el jueves. Semidormido, fue informado de que había sido despedido de su cargo por Sir Oliver Robbins, un funcionario público desde Londres, y no por su amigo Sir Keir Starmer.
 
Con el populista Nigel Farage y su partido Reforma llevándole ocho puntos de ventaja en los sondeos, los ministros de Sir Keir Starmer se han visto obligados a negar que el primer ministro esté al borde del abismo.
 
Keir Starmer (der.), junto a Peter Mandelson. Foto: ReutersKeir Starmer (der.), junto a Peter Mandelson. Foto: Reuters
Más diputados laboristas advirtieron que tendría que dimitir a menos que revirtiera la suerte política del partido. Algunos creen que se debería ir en mayo o en un voto de confianza.
 
Dejar atrás el escándalo
El primer ministro Starmer, un exprocurador de la corona y abogado de derechos humanos, intentará dejar atrás el escándalo de Lord Mandelson y su destino político anunciando una colaboración histórica con Estados Unidos en materia de energía nuclear.
 
El acuerdo, que permitirá la aprobación acelerada de una nueva generación de pequeñas centrales nucleares, es uno de los varios acuerdos que se firmarán con Estados Unidos en los próximos días, coincidiendo con la visita de Trump. Downing Street afirma que los acuerdos aportarán miles de millones de libras a la economía.
 
Los esfuerzos de Starmer por recuperar la iniciativa política se han visto obstaculizados por la creciente sensación entre los diputados laboristas de que su posición como primer ministro estará en grave peligro si no muestra una mejora significativa en las elecciones locales clave del próximo mayo.
 
Starmer se enfrenta a constantes interrogantes sobre qué sabía acerca de los vínculos de Mandelson con el financiero caído en desgracia Jeffrey Epstein cuando lo nombró embajador estadounidense a finales del año pasado.
 
Trump y Starmer en Escocia, en julio. Foto: AP Trump y Starmer en Escocia, en julio. Foto: AP
Un ministro admitió que el escándalo fue como una sentencia de muerte para el primer ministro. Incluso los diputados leales cuestionan su capacidad para el cargo y su capacidad para continuar.
 
Quién podría reemplazarlo
Un diputado de alto rango afirmó que sus colegas ya estaban haciendo campaña en nombre de posibles rivales para el liderazgo laborista.
 
Richard Burgon, diputado laborista de izquierdas y aliado clave de Jeremy Corbyn, afirmó que era "inevitable" que Starmer se marchara tras las elecciones en Escocia, Gales y los ayuntamientos ingleses de mayo, si la situación no cambiaba.
 
Burgon afirmó que las encuestas pronosticaban "un desastre total" para el Partido Laborista. "Estamos perdiendo votos ante la izquierda, vamos a perder escaños ante la derecha", dijo.
 
La especulación de que Starmer podría verse obligado a renunciar o dimitir antes de las próximas elecciones ha dado lugar a acusaciones de maniobras por parte de posibles sucesores.
 
Andy Burnham, alcalde del Gran Mánchester, está considerando renunciar anticipadamente para participar en unas elecciones parciales en la Cámara de los Comunes y así poder presentarse como candidato a líder. Se necesita ser diputado para ser primer ministro. Peter Kyle, secretario de Comercio, declaró el domingo que sería "una lástima para Mánchester perderlo".
 
Los conservadores al ataque
Los conservadores se comprometieron a utilizar "todos los mecanismos disponibles para forzar la salida a la luz" del caso Mandelson. Buscan un debate de emergencia en la Cámara de los Comunes sobre el caso.
 
Laura Trott, secretaria de Educación en la sombra, afirmó que Downing Street debe publicar los documentos de investigación elaborados por la Oficina del Gabinete en el momento del nombramiento de Mandelson.
 
"Necesitamos estos documentos. Necesitamos entender qué consejo recibió el primer ministro y cuándo", declaró a la BBC. "¿Cómo hemos llegado a una situación en la que el consejo para el primer ministro es nombrar embajador de Estados Unidos al mejor amigo de un pedófilo convicto?".
 
La segunda visita de Trump
A menos de cinco días de la llegada de Trump al reino, la partida de Mandelson fue un duro golpe para Starmer. Ya los "Tories" están trabajando para despojarlo de su título nobiliario. Así terminaron 15 días desastrosos para Starmer, que perdió a Angela Rayner, su viceministra, por pagar 40.000 libras menos de impuestos por una casa que compró.
 
La visita de Estado demás
El presidente Trump y Melania llegarán el martes por la noche y se alojarán en el palacio de Windsor, huéspedes del rey Carlos y la reina Camila. Una segunda visita de Estado sin precedentes de un presidente estadounidense para evitar mayores aranceles para Gran Bretaña y convencerlo de la necesidad de apoyar a Ucrania y a la OTAN.
 
Trump no se encontró con el rey Carlos en Balmoral, como el soberano le había propuesto en una carta. Decidió venir en septiembre, interrumpiendo las vacaciones de Carlos, que se rehabilita de su cáncer en su palacio de Escocia.
 
Una gran pancarta que representa al presidente estadounidense Donald Trump junto al financiero caído en desgracia Jeffrey Epstein se exhibe cerca del Castillo de Windsor. Foto: ReutersUna gran pancarta que representa al presidente estadounidense Donald Trump junto al financiero caído en desgracia Jeffrey Epstein se exhibe cerca del Castillo de Windsor. Foto: Reuters
Después de su primera visita, todos saben que Trump necesita ser entretenido. Han preparado una suerte de Disneyworld militar. Muchos soldados, bandas militares, marchas marciales, música, uniformes de colores y plumas, espectaculares sombreros, desfiles de carruajes, desfiles aéreos. Todo dentro de la periferia del castillo de Windsor y sus 1.740 hectáreas.
 
Un show tan planeado como el "Trooping the Colours", cuando se celebra el cumpleaños oficial del rey, para que el presidente estadounidense disfrute y, sobre todo, no se aburra.
 
Preparando todo para la llegada de Trump, en Windsor. Foto: EFEPreparando todo para la llegada de Trump, en Windsor. Foto: EFE
Dormirán en el palacio de Windsor, donde habrá una comida de gala en su honor con discursos del rey Carlos y del presidente. Después visitarán la biblioteca real, donde le mostrarán objetos que vinculan a ambos países. Por la muerte de Charlie Kirk, Trump acortó un día su visita de Estado para asistir a su funeral.
 
A Chequers
Starmer le dará la bienvenida el jueves en Chequers, su casa de campo oficial, a 60 kilómetros de Londres. Allí habrá gaiteros escoceses y una guardia ceremonial de la base Halton de la Fuerza Aérea.
 
Starmer le mostrará una colección de objetos de los archivos de Winston Churchill, proporcionados por el National Trust en Chartwell House, la casa del ex primer ministro en Kent, que demuestran la afinidad de Churchill con Estados Unidos.
 
Habrá una conferencia de prensa conjunta y una cena con lenguado y pastel de lima.
 
El temor de Downing Street es que Trump se refiera a Mandelson en la conferencia de prensa. En Washington nadie imaginaba este final para un embajador británico que el presidente admiraba por su capacidad y su responsabilidad en organizar su segunda visita de Estado a Gran Bretaña, donde él tiene inversiones en campos de golf.
 
Para los estándares estadounidenses, la carta de Mandelson a Epstein y sus efectos no habrían durado dos días. Pero el comité de ética británico es implacable.
 
Otros puntos de conflicto en la conferencia pueden ser la libertad de expresión, la regulación de las redes, la energía y el reconocimiento del Estado Palestino.
<

Top Semanal

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

LOCALES

NACIONALES

INTERNACIONES

DEPORTES

SOCIEDAD

FARÁNDULA