Sociedad

Pablo Ventura: "No sé por qué me incriminaron"

Pablo Ventura aguarda en Villa Gesell la decisión de la justicia para regresar a su casa

Miércoles 22 de Enero de 2020

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19:22 | Miércoles 22 de Enero de 2020 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

"Voy a participar de la rueda de reconocimiento, es algo relacionado al procedimiento, no tengo problema en hacerlo, no tenemos nada que ocultar", aseguró Pablo Ventura, de 21 años, el joven de Zárate liberado anoche en Villa Gesell, luego de haber sido detenido por una falsa acusación de los jóvenes que mataron a Fernando Báez Sosa.

Ayer la Justicia ordenó su liberación por falta de pruebas para involucrarlo en el crimen de Báez Sosa, caso por el que hay otros diez jóvenes tras las rejas. "Me siento mal, estoy hecho mierda", dijo al salir de la delegación distrital de investigaciones (DDI) donde estuvo alojado.

Hoy, todavía conmocionado, aunque más distendido, destacó la fortaleza de su padre, José Maria Ventura, que desde el momento en que se llevaron a Pablo de su casa, siguió al móvil con el auto y luego estuvo siempre cerca de la comisaría o la fiscalía descentralizada N 6.

"No tenía otra que plantarme, es mi hijo. El momento en el que me quebré fue cuando salió y me dijo 'que padre con huevos que tengo, gracias papá'", dijo José Maria a LA NACION, con lágrimas en los ojos.

Ahora Pablo está en el hall del hotel del sindicato Luz y Fuerza, ubicado a pocos metros del mar. "Todavía no caigo, estuve incomunicado. La policía me trató bien, pero no entendía nada. Cuando me fueron a buscar algo me dijeron, pero luego me metieron en el móvil. Fueron cinco horas y media de viaje", relata Pablo.

Él estaba en la cama cuando entraron los policías a su habitación y le manotearon el celular. Luego lo esposaron.

"No sé por qué me incriminaron. Yo creo que habrá sido por algún tipo de odio que me tendrán, no sé, pero yo no me llevo mal con nadie", agrega.

José Maria cuenta que, cuando Pablo fue liberado, lo primero que le dijo es que parara de llorar e inmediatamente le preguntó "¿Qué onda con estos pendejos?" . "Me dijo que años atrás hubo un pequeño incidente, pero algo menor que pasó hace mucho tiempo", relata el hombre.

José Maria explica que, a medida que pasaban los días, él se iba preocupando cada vez más. "Uno nunca sabe, nosotros somos laburantes, no es que tenemos plata para abogados".

"Mi momento más crítico fue cuando pasaron algunos días y todo seguía igual. Yo ahí estaba desencajado, quería llorar. Los primeros dos días no dormí ni una hora. Había mil formas de comprobar que decíamos la verdad, pero igual estaba preocupado. La semana que viene ya nos vamos a volver y nos iremos de vacaciones, seguramente a Uruguay. Pablo va a participar de todas las ruedas de reconocimiento", cuenta el papá de Pablo.

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