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La nueva campaña oficialista suma anuncios, reclamos de gobernadores y el ofensivo sello de la “platita en el bolsillo”

La primera semana posterior a la crisis de Gabinete muestra otro reparto de funciones y anuncios. Manzur busca mostrar una gestión a la ofensiva, aún con ruidos internos. Y las medidas se limitan a cierta asistencia económica.

Sábado 25 de Septiembre de 2021

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09:49 | Sábado 25 de Septiembre de 2021 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Tres gobernadores peronistas hicieron público en estas horas su reclamo de una pronta salida del cepo a la exportación de carne. Se trata de Gustavo Bordet, Omar Perotti y Sergio Ziliotto, es decir, Entre Ríos, Santa Fe y La Pampa. El oficialismo viene de sufrir derrotas en las tres provincias, con el agravante de que en las últimas dos se juegan bancas del Senado. Es un reflejo de la decisión de darle aire a los llamados jefes territoriales -incluidos los intendentes- para intentar mejorar los números después del cimbronazo nacional de las PASO. Eso pone en crisis la línea previa de campaña pero no garantiza el éxito, entre otras razones, porque el foco sigue siendo reduccionista.

Un elemento, si se quiere inesperado, sacudió el rediseño de campaña, centrado en anuncios de asistencia económica -que no resuelven el debate interno, sino al contrario-, mayor protagonismo del gabinete -empezando por Juan Manzur- y menor exposición de Alberto Fernández, en un extraño intento de polarización que a la vez debería evitar la idea de plebiscitar la gestión. Todo remitía al análisis del mensaje de las primarias y la respuesta, pero de golpe apareció en escena Daniel Gollan y sacudió el tablero. El impacto interno fue en sintonía con la repercusión pública y la imposibilidad de amortiguarla.

Gollan habló de la conveniencia de poner “platita en el bolsillo”. Y expuso así de manera descarnada la visión que domina al oficialismo frente al panorama más complejo y profundo que estaría expresando la elección primaria: más de dos tercios del electorado votó listas opositoras, el oficialismo anotó unos 18 puntos porcentuales menos que hace dos años y perdió frente a Juntos por el Cambio en Buenos Aires y otros quince distritos.

Los dichos del ex ministro de Salud bonaerense y candidato a diputado le pusieron un sello al paquete de anuncios del Gobierno. Y el diminutivo utilizado lo hizo aún más irritante: “platita”. La peor calificación llegaba así desde las propias filas, no de la oposición. Un costo autoinfligido en medio del primer esfuerzo para afirmar la nueva línea de campaña.

Se ha dicho: el Gobierno subestima en la práctica el mensaje electoral. Lo expresa en el listado de medidas ya anunciadas o por presentar: salario mínimo, piso de Ganancias para trabajadores, bono para jubilados, nuevo IFE. Pero a la vez intentaría atender otro problema de fondo: la derrota de la estrategia basada en nacionalizar y plebiscitar la gestión oficial.

Manzur quedó colocado en lugar protagónico, aunque es posible que también Aníbal Fernández sea parte del esquema de tener varias voces, con el Presidente a cargo de uno o dos actos semanales. El jefe de Gabinete participó, y en muchos casos encabezó las principales actividades de la semana que termina, la primera después de la grave crisis de Gabinete desencadenada por la ofensiva de Cristina Fernández de Kirchner sobre Olivos. El juego nacional admite ahora un papel destacado de los gobernadores y, en el caso bonaerense, de intendentes. Eso motorizó la llamativa apertura de Axel Kicillof a los jefes comunales del GBA. Otra pincelada de CFK.

El oficialismo concentra su atención, naturalmente, en Buenos Aires y en las ocho provincias que renuevan senadores nacionales. En dos de ellas ganó, aunque con drenaje de caudal: Tucumán y Catamarca. Daba por perdidas, como efectivamente pasó, tres: Córdoba, Mendoza y Corrientes. Y fue sorprendido en mayor o menor medida por la caída en otras tres: La Pampa, Santa fe y Chubut.

El mayor margen abierto para dar batalla en cada distrito genera situaciones como la de los gobernadores que reclaman salir del cepo a la exportación de carne. Gravita también la posición de vecinos. El cordobés Juan Schiaretti mantiene su propio espacio y la elección primaria fue expresiva del estado de cosas en la provincia. Allí, su lista quedó segunda, por debajo de la suma de JxC. Tercero, lejos, resultó el kirchnerismo. Schiaretti estuvo reunido con la dirigencia agropecuaria para ratificar su posición. Dos días después, ayer, fue difundido el planteo de los gobernadores de Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa.

No se habría tratado de un arranque intempestivo. En rigor, la inquietud había llegado por distintas vías a Julián Domínguez apenas fue designado ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca. El nuevo funcionario se reuniría con la Mesa de Enlace a principios de la semana que viene. Existen contactos y habrá que ver si la agenda es confirmada con un planteo de levantamiento escalonado del cepo.

Los funcionarios terminan de acomodarse en sus despachos mientras queda por ser resuelta la nueva integración del comando de campaña. El espacio otorgado a Manzur agrega condimentos a la interna, que quedó de alguna manera en suspenso, no agotada. Por lo pronto, provocó malestar y salidas en el área de comunicación y ayer mismo, la renuncia de Cecilia Merchán, secretaría de Políticas de Igualdad y Diversidad. En su nota a la ministra Elizabeth Gómez Alcorta, la funcionaria se despidió reconociendo el liderazgo de la vicepresidente y del Presidente.

Queda por delante un mes y medio de campaña.

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