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Néstor Grindetti afirmó que, “más allá de Mauricio Macri, lo que se merece un segundo tiempo es el cambio”

El intendente de Lanús habló sobre el 2023 y resaltó: “Veo que la gente está diciendo ‘¿no habremos hecho mal en que este hombre se vaya’?”, en referencia a Macri. Rechazó la intención del kirchnerismo de refugiarse en la provincia de Buenos Aires

Sábado 02 de Julio de 2022

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09:33 | Sábado 02 de Julio de 2022 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

El intendente de Lanús, Néstor Grindetti, confirmó su intención de anotarse en la carrera por la gobernación bonaerense, advirtió que “más allá de Mauricio Macri lo que se merece un segundo tiempo es el cambio” y puso en duda la intención del kirchnerismo de replegarse sobre la provincia de Buenos Aires y reclamó “no subestimar a la gente” por la profundización de la crisis en los sectores más postergados del distrito.

“Veo que la gente está diciendo ‘pucha ¿no habremos hecho mal en que este hombre se vaya’? ¿no le tendríamos que haber dado más tiempo para poder seguir avanzando?’”, afirmó el dirigente sobre el ex presidente. En una entrevista en los estudios de Infobae, repasó los principales temas de la agenda política y económica actual y describió el mapa político que avizora en Juntos por el Cambio para el 2023, el año en que se elige presidente, gobernadores e intendentes.

Grindetti es un hombre que pisa fuerte en el círculo político cercano de Macri: fue su ministro de Hacienda en la ciudad de Buenos Aires, lo apoyó para ser intendente en Lanús y, después de un alejamiento temporal, volvió a recuperar la cercanía de 40 años de trabajo conjunto, tanto en el ámbito privado como en el público.

En la entrevista, que se reproduce a continuación, el intendente también se refirió a la polémica por los planes sociales e insistió en que sean los intendentes y no los piqueteros los que gestionen la ayuda social: ”A los intendentes los elige la gente, a los dirigentes sociales no los eligió nadie”.

¿Cuál es tu mirada sobre Mauricio Macri y la posibilidad eventualmente de un segundo tiempo?

Más allá de Mauricio Macri persona, lo que se merece un segundo tiempo es la posibilidad de cambio. La continuidad del cambio que empezó en muchos sectores. En muchos espacios se concretó y en otros está pendiente ese cambio. La sociedad, todos, nos tenemos que dar una oportunidad de tener un segundo tiempo, de tratar de torcer este rumbo que venimos zigzagueando a lo largo de los últimos años. Yo tengo 67 años, de los últimos 60, venimos zigzagueando y me parece que hubo una oportunidad. Algunas cuestiones tomaban un rumbo y -lamentablemente- por otras que no salieron, quedó trunco. Todos nos merecemos un segundo tiempo.

¿En qué consiste ese cambio al que entendés que hay que darle una segunda oportunidad?

Es ver que Argentina se encamine hacia un destino de un desarrollo sustentable en serio, que nos podamos convencer que ahora sí el cambio es irreversible. Hemos vivido tantos zigzagueos, en los que pensábamos que estábamos saliendo y después se truncaba y volvemos a viejas prácticas. En economía, cuando estábamos más o menos estable, más o menos venía bien, otra vez empezamos con el gasto público y con todas las cosas que tanto daño nos han hecho y otra vez perdíamos el rumbo. Yo llamaría el segundo tiempo a ver que hay medidas, acuerdos políticos y leyes que nos encaminan en un rumbo distinto al que tenemos hoy.

Ahora ¿ese cambio es con o sin Macri?

Es con Macri en el espacio, definitivamente. Mauricio es insoslayable en el espacio, porque es un referente realmente muy importante. Es un ex presidente, es el fundador del PRO. En términos de candidaturas, yo respeto mucho la postura que él tiene en este momento. Él está está ocupado en fortalecer la unión dentro de Cambiemos. Está ayudándonos mucho, aconsejándonos, hablando con nosotros respecto del sostenimiento de los valores que nos dieron origen. Está muy metido en eso más que en una candidatura, qué es lo que nos pasa un poco a todos.

Era deliberado decirte con Macri o sin Macri sin decirte candidato porque la posición de Macri hoy por por hoy, que plantea en público y en privado, es que la candidatura no es un tema…

Coincido mucho como Mauricio en eso. Coincido mucho en muchas cosas porque hace 40 años que estamos juntos. Pero en eso coincido fuertemente, porque hoy la gente, el vecino -todos los días de la vida camino y estoy en contacto con vecinos-, les están reclamando a la política que nos ocupemos un poquito de los problemas de ellos. Este, que no es justamente un año electoral, no nos tenemos que mostrar en esa rosca que nos mete para adentro. Sí estar escuchando más a la gente, pensando soluciones y haciendo la autocrítica que también Mauricio hace de las cosas que no nos salieron, para ver qué tenemos que hacer distinto para sí, el año que viene, tener una oferta electoral en términos de ideas, de valores. Ahí sí definiremos los candidatos y el que esté mejor, va a ir. A mí me deja muy tranquilo eso, conociendo nuestro espacio, nos vamos a poner de acuerdo.

¿Se van a poner de acuerdo?

En el PRO nos vamos a poner de acuerdo y después seguramente puede haber, porque así son las alianzas, que haya una interna con radicalismo.

Lo pregunto porque en el ámbito nacional, en la Provincia de Buenos Aires, en la ciudad de Buenos Aires hay tironeos y fricciones, algunas más o menos ruidosas, pero existen.

Sí, bueno, yo no soy partidario de los ruidos en ese sentido.

Pero lo hay...

Sí, los hay. Pero no soy partidario por lo siguiente: a diferencia del oficialismo -y lo digo el oficialismo justamente para contrastar- las diferencias que tenemos son diferencias tácticas, no hay diferencias estratégicas, ni de valores, son diferencias de cómo encarar la solución de los de los problemas en el corto plazo, más tarde o más temprano. Esas son cosas en las que uno se termina poniendo de acuerdo. El problema es si tuviéramos valores divergentes, que es lo que le pasa al oficialismo, en esta pelea fratricida que tienen, que uno quiere destruir al otro. A Cristian Ritondo le gustaría ser candidato, al Colo Santilli le gustaría ser candidato y a mí, cuando me preguntan, digo por supuesto, porque a todos los que estamos en política nos gusta tener más responsabilidades. Ahora ninguno de los tres está a los codazos con el otro. Estamos cada uno avanzando en la suya, hablando, recorriendo y, fundamentalmente, escuchando.

La pelea por las candidaturas de la oposición

 

En el ámbito nacional ¿te parece que la presencia de Mauricio Macri enriquecería la oferta electoral del PRO o sería mejor que sea el tiempo de otra o de otro dirigente?

Que repita Mauricio o que haya un nuevo dirigente va a depender un poco de las circunstancias y de las ganas que tenga. Yo, que tuve que definir una candidatura que es un tema chiquitito en comparación, cuando tuve que definir la mía, tiene que ver con las ganas, la actitud, cómo te sentís, qué opina tu familia, qué opinan tus amigos. Hay una serie de cuestiones. Es una decisión, al final del día, bastante íntima y lo que hay que hacer es dejar tranquilos a los decisores. Obviamente, opinar, pero no presionarlos. A mí me parece que Mauricio tiene un valor agregado importante que es un expresidente, es el único ex presidente, no hay duda y no se puede negar. Para nombrar a los otros candidatos que dan vueltas: Patricia (Bullrich), Horacio (Rodríguez Larreta), el mismo (Facundo) Manes, por el radicalismo…

María Eugenia Vidal...

María Eugenia. Todos tienen una capacidad.

Ahora somos espectadores de esta pelea de un ex presidente con un presidente en ejercicio por más que Cristina Kirchner ocupe la vicepresidencia, no deja de ser presidente mandato cumplido que está condicionando al presidente. Se planteaba que un ex presidente es como un jarrón chino. ¿Por qué sería distinto que Macri estuviera interviniendo en la política futura?

Porque Mauricio (Macri) es distinto a todos esos personajes. Tiene la grandeza suficiente como para no ser un jarrón chino y ponerse en el lugar que realmente nos puede sumar a todos, pero siempre pensando en sumarle a la gente. A mí me causa placer cuando charlo con él de política internacional, porque sabe mucho, porque tiene muchísimas relaciones, tiene muchísimo para agregar. Si él es el futuro presidente le va a venir bárbaro. Ahora, si no es él, al que sea le va a venir bien escucharlo. Eso, como diríamos en el barrio, depende de la buena leche de las partes. El que recibe, de recibir y no pensar que se la sabe todas, y el que explica, no pontificar y explicar de buena leche. Me parece que eso, en esta gente que estamos nombrando, yo lo digo porque los conozco mucho, eso se va a dar.

Volviendo a la provincia de Buenos Aires, que es tu ámbito específico, mencionabas a Cristian Ritondo, a Diego Santilli y también tu vocación de participar de esa discusión. ¿Qué los diferencia a cada uno y qué te diferencia a vos con respecto a los demás para competir por la provincia de Buenos Aires?

Los tres tenemos buenas intenciones. Esta ‘buena leche’ que decía recién. Ahora, yo tengo la experiencia de haber gobernado un municipio de 500.000 habitantes en pleno Conurbano durante siete años. El Cabezón, como le digo yo cariñosamente a Cristian (Ritondo) ha sido ministro. Eso es una diferencia respecto del Colo (Santilli), que ha tenido una muy buena experiencia en seguridad, pero en la ciudad de Buenos Aires. Es un tema la seguridad. La posibilidad del despliegue territorial, el haber recorrido mucho las calles, yo pretendo tener muy arraigado el concepto del bonaerense. Es un concepto raro de encontrar en la provincia, porque o sos de Lanús o sos argentino, pero bonaerense nadie te dice. Sin embargo, eso lo vengo trabajando mucho, el tema de la idiosincrasia de la vecindad, del conurbano, eso lo tengo muy metido. Ninguno de los tres es del interior. Entonces tenemos mucho, y por eso las recorridas. Tenemos mucho que escuchar, que ver en el interior para entender las distintas realidades. Una de las cuestiones que tiene la provincia de Buenos Aires, que a mí no me deja de motivar a aprender es la diversidad geográfica, social. No es lo mismo Carmen de Patagones que Vicente López y no es lo mismo Vicente López que Lanús., Todo eso y el hecho de estar en la provincia, de venir recorriendo la provincia. Yo soy intendente desde hace seis años y medio, pero empecé a hacer política en Lanús en 2001 y 2002, cuando empezamos en la ciudad, también arrancamos en Lanús, así que tengo un recorrido como para poder tener un diferencial.

En el PRO algunos dicen que tener tres candidatos debilitan al candidato del PRO mejor posicionado. ¿Es o no mejor tener un solo y apoyar, sostener y hacer crecer una candidatura que va a tener que competir con el candidato del kirchnerismo?

Mientras no sea una lucha fratricida, creo que no. Creo que cuanto más posibilidades haya, mejor, porque el año que viene vamos a tener consensuado un plan y vamos a ir la gente, que va a poder ver quién puede ser mejor. Y nos pondremos de acuerdo nosotros y después sí, ya entre espacios políticos, habrá una interna. Me parece que ese camino es mejor. Lo que no hay que hacer es un poco lo que hace el oficialismo, que es estar peleándose por el poder.

¿Y cómo ves que el radicalismo en esta discusión? ¿Qué rol crees que le puede aportar a Juntos por el Cambio el radicalismo específicamente en la provincia de Buenos Aires?

Será que tengo una excelente relación con Maxi Abad -realmente muy buena- pero la gimnasia que el radicalismo tiene en la política no se puede negar. Con él trabajando y negociando temas con la provincia aprendí mucho. Es un gran tiempista, un muy buen negociador, en el buen sentido de la palabra negociación. Entiende muy bien la política y, a veces, para gente ansiosa como yo, como son tan respetuosos de sus estructuras y de las forma en que toman decisiones, a veces parece que los tiempos son más largos. Creo que puede haber un gran aporte. Ellos también tendrán que definir quiénes son sus candidatos pero en la provincia de Buenos Aires tenemos mucho para integrarnos.

¿Te gustaría que en tu caso o si no sos vos Cristian o Diego tengan un vice radical?

Ojalá pudiéramos hacer una fórmula juntos. No quiero parecer tan pretencioso de decir que un radical tiene que ser vice mío, pero sí creo que sería lo ideal.

Que se repita el esquema de Vidal.

Claro. Ahorraríamos tiempo y esfuerzo. Eso sería fantástico. Pero tenemos que prepararnos para saber qué puede suceder o no.

¿En el ámbito nacional ves una PASO? ¿En el ámbito provincial, vos irías a una PASO con Santilli, con Ritondo y con Abad, Posse o Tetaz de la UCR? O creés que tiene que haber consenso y tiene que haber una competencia entre dos, uno del PRO y un radical o dos del PRO con vice radical? ¿Cuál es tu mapa?

Yo creo que en el PRO debemos y tenemos la capacidad de ponernos de acuerdo para, en todo caso, hacer una PASO contra el radicalismo.

Es decir una sola fórmula: del PRO, una fórmula

Sí sí. Porque no tenemos divergencias estratégicas ni de valores. Yo estoy seguro que lo vamos a hacer y, además, creo lo debemos hacer.

¿El PRO debe unificar sus fórmulas y tiene que presentarse con un solo candidato?

Sí sí. Claro. En todo caso, que la interna sea entre el radicalismo y el PRO.

¿Ahora ese candidato del PRO tendría que ir enganchado de una boleta presidencial de un candidato del PRO o de más de uno?

Hay que ver cómo viene la mano, pero en general lo que uno está pensando como cosa lógica y práctica es que haya una boleta del PRO y una boleta del radicalismo. A mí me gustaría y me parece muy bueno el proyecto que presentó Joaquín de la Torre y muy bien que lo haya hecho para el 2025, para no aparecer especulando ahora con desdoblar la elección bonaerense de la nacional. Por esto que te decía del sentir bonaerense, para poder hacer una campaña donde hablemos de cosas de la provincia, sino la campaña nacional se come a la campaña provincial y nunca terminamos hablando de propuestas para la provincia.

Hubo una discusión durante el gobierno de Macri de unificar o desdoblar y Macri pidió unificarla.

Está bien, pero yo lo que digo es para el futuro poder hablar de los temas de la provincia. No ahora, definitivamente no en esta elección del año que viene, porque sino uno u otro puede hacer especulando para un lado para el otro, pero hay que separarla.

La sucesión en Lanús y la visita de Macri

Ahora tu lugar en Lanús, aunque podrías repetir lo dejás…

Sí. Puedo.

Decidiste, sin embargo, no hacerlo. Dos preguntas. Primero: ¿Por qué? Segundo: ¿Quién creés que es la persona que tendría que continuar el trabajo que estuviste haciendo vos?

Más de 8 años para el que está en el puesto y para la gente se puede ir desgastando. Hicimos cosas bien y cosas mal, pero si hay una cosa que nos ha salido bien es la conformación de un equipo que le asegura al vecino la continuidad. El secretario de Hacienda, el secretario de Comunicación, de Educación, de Cultura, son toda gente que se ha formado con nosotros y hoy están entre los 30 y 40 años. Es un equipo fantástico y aspiro -y de hecho lo he hablado con él y está de acuerdo y el equipo está todo de acuerdo- que sea Diego Kravetz, hoy jefe Gabinete y que manejó también la seguridad en los últimos seis años en Lanús, el que me suceda.

Pero lo más importante, más allá de Diego -que es un amigo y es un excelente profesional y funcionario- es que eso lo que le asegura al vecino es la continuidad. El vecino lo viene convalidando porque hemos ganado dos elecciones y tenemos muy buen vínculo. Lo digo también a nivel de un poquito el ego que tenemos todos, para mí la más gran satisfacción sería, no que gane Diego, sino garantizar y poder quedarme tranquilo que hay una continuidad en un estilo de hacer política, que en los ocho años anteriores habían estado ausentes y por eso Lanús había caído y hoy la pusimos en un lugar donde todavía falta mucho.

Estuviste con Macri en el distrito y después lo llevaste a Monte Chingolo. Contame esa experiencia.

Mauricio Macri y Néstor Grindetti recorrieron Monte Chingolo
Mauricio Macri y Néstor Grindetti recorrieron Monte Chingolo

Fue una experiencia interesante porque Mauricio vino a visitarnos a la oficina, a Lanús. Yo con él más o menos una vez por mes charlo desde que dejó el gobierno. La última vez le dije ‘La próxima venite a Lanús, que hace mucho no me visitás”. Vino con un par de amigos. Alguna vez habíamos hablado de hacer una visita a Chingolo. Le dije: La mejor garantía de que no te estamos armando nada, no te vamos a hacer el diario de Yrigoyen es vamos ahora. No hay nada, nada. Vamos y vamos. Se me ocurrió un lugar que para nosotros es muy emblemático porque es una casa que era un búnker de venta de droga que en el gobierno de él lo logramos voltear. Se lo dimos a una familia que ha crecido y tiene dos hijos. Le dije “vamos a visitarlo”. Fuimos. Entró, bien, con la gente todo bien, el tema es que cuando salimos de la casa me dice “vamos caminando hasta la esquina”.

Pongámonos en situación. El lugar es un lugar humilde.

Es un barrio. No es villa, no hay pasillos, hay una calle, pero es muy humilde, es muy humilde y es un barrio donde a nosotros históricamente nos ha costado llegar con la cantidad de votos necesarios, sí nos fue bien en la última, pero siempre nos ha costado. Yo te diría que es el barrio uno de los dos barrios que más nos cuestan.

Más peronistas.

Claro. Salimos a caminar y bueno, un vecino dijo “uy, Mauricio” y se empezó a correr la bola y salieron algunos vecinos. Primera cuestión.

No lo insultaron….

Primera cuestión, para ponerlo en perspectiva, la verdad no lo putearon. Hubo mucha calidez, también hay que decir, porque sino estaríamos mintiendo, habría 30 vecinos, 40 vecinos, que salieron los que pueden salir de una casa hasta la esquina y volver, pero creo que la actitud de la gente a mí me dejó muy contento porque era de mucho afecto, algunos Mauricio, por qué te fuiste, otros Mauricio volvé. Una maestra jardinera que se acercó y se empezó a sacar fotos con él.

Un kirchnerista no te lo creería.

No. No me lo creería. Yo lo que le decía Mauricio en chiste, “che, al final yo dije no preparamos nada, hubiésemos preparado algo”, pero realmente yo creo que también a él le hizo bien.

En qué sentido?

El contacto con la gente. Siempre es bueno que a uno lo quieran y se lo puedan expresar. Pero sobre todo de forma tan natural: no había un solo militante nuestro. Teníamos tres opciones que podía haber sucedido: la ignorancia, que hubiese sido feo; la puteada, que era fea, pero era un reconocimiento de alguna forma; y esta muestra de afecto. Con esto no digo de que subimos las encuestas, que Mauricio puede... No. Digo es solamente una muestra de que él tiene una llegada a la gente por el lado del contacto personal y por el lado del afecto que me parece que está intacta. En esa muestra, que es una probeta.

Puro laboratorio, digamos…

Exacto. En todo caso es un focus.

Ahora esa imagen que vos ves ahí ¿creés que se puede estar dando en otros lados y todavía no hay un registro de eso? Porque las encuestas están mostrando que el nivel de rechazo que tiene Macri es alto. Tiene un nivel de rechazo alto, según lo que dicen las encuestas.

No, no. Cuantitativamente es así. Vi alguna encuesta y es así. Ya que hablamos de focus, yo hago mis propios focus, que son mis caminatas y hablar con la gente y yo veo que la gente está diciendo ‘pucha -estoy graficándolo- pucha ¿no habremos hecho mal en que este hombre se vaya’? ¿no le tendríamos que haber dado más tiempo para poder seguir avanzando?’.

¿Y vos qué creés?

Que sí. Yo creo que merecíamos un segundo tiempo. Todos y lo digo como sociedad, para mostrar que había cosas que estaban cambiando. Yo creo que hubo un problema, pero que es insoslayable, es así: la economía, donde hubo cosas que no funcionaron, nos impidieron continuar y, por lo tanto, algunas cosas que se estaban haciendo bien, para mí la más gráfica de todas es la inserción de Argentina en el mundo, se interrumpieron. Es una sensación, de nuevo, son focus, no es que estoy queriendo vender. Como que vos lo dijiste, hay encuestas que dicen otra cosa, pero me parece que ahí hay una un tema que habría que explorarlo.

Pasemos a la actualidad y pasemos a lo que estamos discutiendo hoy en día, vamos a hablar del tema de planes sociales.

Planes sociales y piqueteros

Hay una discusión abierta que la planteó, y hay que reconocérselo, Cristina Kirchner con lo que dijo y fuiste de los primeros que, ante el silencio de toda la oposición, dijiste: Es verdad, hay que sacarle los planes a los piqueteros. Marcaste una posición completamente disruptiva con respecto a tu sector político. ¿No creés que está el riesgo o el peligro de que algunas personas sigan condicionadas en su libertad y que de un piquetero termine pasando a un intendente o eventualmente a un gobernador?

La Presidenta plantea esto ahora y levanta el tema, pero nosotros venimos trabajando un tema ya desde hace un tiempo, incluso hablando con el ministro de Desarrollo Social. Nosotros tenemos 850 personas que tienen planes, que trabajan en Lanús, casi como prueba o testeo de laboratorio. Esas 850 personas trabajan 4 horas en el espacio público. Y trabajan de verdad.

Esto lo pensamos desde hace un tiempo como una alternativa para empezar a sacar la gente, no que nosotros le paguemos el sueldo, que el Estado le siga dando lo que le da, pero nosotros vigilamos que trabaje. Eso, primero, le da a la gente la dignidad de ganarse la plata con el esfuerzo propio. Después hay una devolución a los vecinos por lo que cobran. El Estado está gastando, pero por lo menos está haciendo esto. Alguien me preguntó en aquel momento y hoy lo comprobamos: ¿por qué alguien va a trabajar si va a ganar lo mismo que el que no trabaja? Porque este cobra el 100% y al otro le sacan, esto se dio se dio. La gente nuestra labura. Pero además de todo eso y acá es donde viene la diferencia grande que yo tengo con lo que dice la presidenta, es consolidar el concepto del subsidio, con el nombre que quieras: lo paso de acá hacia allá pero siguen siendo lo mismo. Nosotros tenemos escuelas de oficio que hemos armado con el sector privado.

Gastronomía, robótica, programación, una serie de cosas que están dando salida laboral a mucha gente. Lo que decimos nosotros es: ‘tenés el plan, laburas en esto cuatro horas, tenés esta oferta para capacitarte. Esto te va a sacar al sector privado y eso sí te va a sacar del plan’. ¿Qué me dicen algunos cuando empezamos con esto? Pero esto es chiquitito… Y sí, es chiquitito. Pero si todos los municipios empezáramos a laburar así…. Hay intendente malos e intendentes buenos. La gente dirá después quién es el malo o el bueno. En todo caso, a los intendentes los elige la gente, a los dirigentes sociales no los eligió nadie.

Los dirigentes sociales, los piqueteros plantean que la economía popular es como una suerte de salida a una economía que no genera las respuestas suficientes para crear puestos de trabajo ¿qué opinión tenés de eso?

A todo esto que le ponen el nombre de popular y termina siendo populismo, porque la economía es una y tiene que ser sustentable y generar riqueza para poder distribuirla. Popular, no popular… hay que producir cosas, en lo posible venderlas al exterior para generar ingresos para poder distribuirla. Después verás si, además, si todo está funcionando bien, hacés un fondo de desempleo para una parte de la población queda circunstancialmente sin laburo. Esos títulos rimbombantes de popular de decir que es la característica de de estos dirigentes de este gobierno que se jactan de ayudar a los pobres y generan más pobres porque consolidan la pobreza.

En Lanús esto lo tenemos visto también. En planes, vamos por la tercera generación. La tercera generación es decir, el pibe 18-19 años está convencido de que el Estado lo tiene que mantener. No está especulando, porque porque fue educado en esa.

Contame un poco más de esa situación.

Claro. Un chico 18 años dice ‘yo tengo que tener un plan porque lo tuvo mi papá y lo tuvo mi abuela.

Como derecho adquirido…

Claro. Como derecho adquirido.

Sin necesidad de pensar en un trabajo.

Claro... Y no lo hace porque es malo. Lo hace porque para él es normal. Entonces lo que hay que hacer es trabajar en educación, mostrarle una salida.

¿Y cómo hacés para cambiar esa mentalidad de un adolescente que piensa eso?

Es tiempo. Es tiempo. Por eso creo que los planes no se eliminan en dos días, ni en dos meses.

Seis meses dijo Patricia Bulrich.

Creo que en seis meses recién podés empezar a eliminarlos. Eso sí. Mostrar un camino, que puede ser este u otro que se le ocurra algún otro, un camino de decir ‘bueno, ahora empezamos a bajar’. Nosotros tenemos una bolsa de laburo que funciona muy bien, Tenemos gente que viene a buscar trabajo. Lo escaneamos. Le enseñamos a hacer un currículum. Y el sector privado que se referencia a nosotros y ya colocamos muchísima gente. El 20% de los pedidos que tuvimos este año eran oficios, no lo pudimos cubrir, no hay gente.

¿Qué tipo de oficios?

Fundamentalmente mecánicos, gastronómicos -los gastronómicos no están consiguiendo gente- hay un centro gastronómico nuevo en Lanús fantástico, hay 50 restaurantes nuevos los últimos tres años y no consiguen baristas. Hicimos una escuela de gastronomía con los gastronómicos. Si logramos unir eso, si nos ponemos en el medio como Estado hacer las cosas que hay que hacer en educación y fundamentalmente en educación no formal para complementar la educación tradicional.

La actualidad y la crisis económica

Fuiste ministro de Hacienda de Mauricio como Jefe de Gobierno, ministro de Economía para la para la ciudad. Te digo desde ese lugar de tu experiencia, qué estás viendo de Guzmán presidente y la gestión que están llevando adelante.

Yo estoy muy preocupado. Ojalá hubiera un plan con el cual yo no estoy de acuerdo, porque entonces discutiríamos. Veo un no plan, una administración desesperada de la coyuntura, una frazada muy corta, ya casi no tienen herramientas de política para poder mejorar algo sin que taparse el cuello terminen por destaparse los pies. Creo que, sin entrar en temas demasiado técnicos, se están generando una serie de problemas a partir del endeudamiento en pesos que está habiendo. A partir de la brecha cambiaria. A partir del cepo las importaciones: yo digo, en esto del populismo, parecería que para el gobierno las importaciones son todas suntuosas. Se importan medicamentos se importan insumos vamos a tener un problema realmente muy serio. Yo tengo 67 años laburé en el sector privado y laburé en el sector público, pasé por muchas. Nunca vi una improvisación como la que estoy viendo ahora y una incertidumbre tan grande de nuevo producto del no plan. Porque vos podés decir: supone que viniera alguien comunista que dice vamos a estatizar todo. Yo no estoy de acuerdo y lo discuto. Yo no sé qué va a hacer esta gente. No sé qué van a hacer mañana y si dicen que van a hacer algo, no sé si lo van a cumplir.

Y ese escenario, para el segundo semestre, ¿cuál es tu perspectiva? Porque vos tenés que gestionar y tenés un municipio y tenés la gente ahí. Sí, sí se pudre todo al primero que van a ir a tocar la puerta es a vos.

Sí sí. No veo una crisis social de lío en la calle, por ahora, porque la gente muy humilde, los más pobres hoy están siendo asistidos por el Estado, están recibiendo el plan, el comedor. ¿Hasta dónde resiste eso? No sé. Ahora veo algo que en términos de futuro puede ser más preocupante, que es una anomia muy grande en la gente. Está cansada la gente, dice ‘de esta no salimos’. Hay una clase media empobrecida que tiene laburo porque antes, pobre era el que no tenía laburo. Hoy tienen laburo y son pobres. Tenés salario de gente que son profesionales, médicos, que ganan 50, 60 lucas, por mes y son pobres porque técnicamente son pobres. Todo esto que generó este gobierno, que generó esta política, yo no lo veo cómo podemos empezar a corregirlo. Y no hablo de la persona Guzmán digamos Guzmán es un accidente de la vida, que una persona. Pero es el no plan, es la improvisación y además fuego amigo todavía complicándotela más, con declaraciones.

A ese punto iba con el tema del fuego amigo y las declaraciones que cruzan y hacen pelota todo. ¿Sos conciente de que hay un plan de refugiarse en la provincia de Buenos Aires? Que el kirchnerismo tiene esa intención, liberarse de la suerte nacional y refugiarse en la provincia de Buenos Aires. ¿Lo estás viendo eso?

Puede ser y en algunas actitudes se ve eso. Ahora, les diría que no subestimen a la gente, porque ellos suponen que se pueden refugiar en Buenos Aires porque la gente los va a acompañar. Ojo, que la gente la está pasando mal. No subestimemos tanto a la gente. Hay mucha gente que tiene planes y no los quiere.

¿Estás viendo una ruptura en el vínculo de los sectores más empobrecidos con Cristina Kirchner?

Sí. Claramente, nadie lo puede negar, Cristina tiene un piso importante, pero yo veo un hartazgo muy grande en en la gente, que se transforma en una desazón en una desesperanza y esto es tremendo, que un pueblo esté así, es tremendo porque no no logras sacudir para decir vamos para adelante.

¿Qué pensás de la gestión de Axel Kicillof y cómo ves su gobierno? ¿Y qué pensás cuando Cristina lo menciona no en su condición de gobernador, sino en su condición de economista?

En términos económicos, yo estoy en las antípodas ideológicas de Axel, la verdad que no coincidimos casi en nada porque él tiene un concepto que yo lo veo tratando de interpretar sus declaraciones y todos que es: nosotros ganamos y por lo tanto podemos hacer lo que queremos, en una concepción muy muy rígida del Estado. Frente a eso, si eso efectivamente fuera, le respondería: ojo que nosotros la provincia la perdimos, pero tenemos el 40% de los votos y por lo tanto las Cámaras Legislativas con el peso específico, entonces me parece que esa concepción del Estado yo no estoy para nada de acuerdo. El gobierno de él creo que es un gobierno que no ha sido eficiente, que mejoró y esto también hay que decirlo, mejoró desde que él cambia el gabinete e incorpora algunos intendentes a la gestión, porque es este que sabe….

Insaurralde, por ejemplo…

Insaurralde, Juan Pablo de Jesús, Leonardo Nardini, es gente que yo les digo ‘che, tengo un problema, me deben tanta plata de tal cosa’ y entienden, que tampoco se soluciona rápido…

Hay un lenguaje común…

Hay interlocutores. Es muy distinto al gabinete que tenía antes Kicillof. Antes siempre decía los dos primeros años que cada vez que lo llamo por teléfono, Axel me atiende, me escucha, después no me soluciona ningún problema.

Un poco lo que pasa en Nación.

Más o menos. Lo que pasa es que en nación también hay ministros que realmente son como Katopodis o como Juanchi Zabaleta, que realmente le tocó bailar con una de las más feas, pero son gente que atienden, que escuchan y que entienden, fundamentalmente. Después te podrán decir que no, después vendrá la política, un montón de cosas, pero vos tenés la sensación de que es gente que tiene una idea de lo que estamos planteando.

¿Cómo creés que tendría que resolverse la discusión interna si va a ser Macri, si va a ser Larreta, si va a ser María Eugenia si va a ser Patricia Bullirch? ¿Cómo se tiene que dirimir eso? ¿Y hasta cuándo se puede seguir coqueteando con tener tres, cuatro o cinco candidatos a presidente?

Creo que si los tiempos electorales se mantienen, si las elecciones son en agosto y en octubre del año que viene, nosotros a principios del año que viene nos tenemos que poner de acuerdo y como te decía, para el caso de la Gobernación, tenemos la capacidad de ponernos de acuerdo y por otro lado la obligación de ponernos de acuerdo.

Para tener un solo candidato

Sí.

Ahora, volviendo a la pregunta incómoda. Si tuvieras que tomar una decisión ahora, Horacio, Mauricio, Patricia, María Eugenia.

No es que yo no quiera jugarme. Creo que sería una forma de presionar o yo lo sentiría así. A mí me parece que lo bueno y el activo son que están los cuatro. Veremos. Demos tiempo al tiempo, pensemos tranquilos: nosotros y, fundamentalmente, la gente. Dejémoslos, cada uno en lo suyo, que se vayan mostrando, que vayan haciendo, pero fundamentalmente que los cuatro escuchen a la gente. Creo que en ese tema, los cuatro están parejitos, los cuatro están escuchando.

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