por JULIETA CABRERA. Periodista Deportiva
12:07 | Miércoles 18 de Diciembre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
|El 18 de diciembre de 2022, Argentina conquistó su tercera Copa del Mundo en una final histórica contra Francia que quedará grabada en la memoria de todos. A dos años de esa épica victoria, donde se va a recordar el legado de Messi y cómo la "Scaloneta" se coronó campeona del mundo tras una tanda de penales inolvidable.
Después de tanto sufrir, la Selección Argentina finalmente pudo darnos la alegría que fue esquiva durante años. Ese 18 de diciembre será recordado como uno de los días más dramáticos y felices de nuestra historia reciente. Después de una montaña rusa de emociones, se dio lo que todos esperábamos: Argentina fue campeón del mundo en Qatar.
El 18 de diciembre de 2022, el Estadio Icónico de Lusail fue testigo de la mejor final en la historia de los Mundiales. La Selección argentina jugó 77 minutos perfectos en los que pasó por arriba a Francia para ponerse 2-0 gracias al gol de penal de Messi y a una de las mejores jugadas colectivas que terminó en la anotación de Ángel Di María.
Pero a partir de allí comenzó el suspenso. Kylian Mbappé descontó de penal tras una más que inocente falta de Nicolás Otamendi sobre Randal Kolo Muani. La estrella francesa fue la encargada de igualar el encuentro solo dos minutos después, con una potentísima volea, inatajable para el “Dibu” Martínez.
Luego del sacudón psicológico que significaron aquellos goles, la Selección argentina volvió a ponerse en ventaja a los 108 minutos a través de Messi, aunque todo debió definirse en los penales ya que Mbappé volvió a marcar desde los 12 pasos, esta vez tras una mano de Gonzalo Montiel a los 117 minutos.
Antes de los penales, la Selección pasó unos minutos infernales en los que pudo haber perdido: primero un centro que casi termina en gol, luego la atajada más importante de la historia que tuvo como protagonista al “Dibu” Martínez y a Kolo Muani en un mano a mano y por último aquella jugada individual de Mbappé en la que Paulo Dybala llegó con lo justo para despejar.
Cuando los corazones de los argentinos ya no daban para más, apareció nuevamente el “Dibu”, que se hizo más gigante que nunca en los penales (con bailecito incluido), para que la Argentina se impusiera por 4-2 y consiguiera su tercer título en una Copa del Mundo.
Ya pasaron dos años de aquella final contra Francia que significó la tercera copa del mundo para un país profundamente futbolero y con un talento particular para este deporte. De la mano del mejor del mundo y de un cuerpo técnico implacable, Argentina jugó un fútbol exquisito que lo coronó como uno de los mejores campeones mundiales de los últimos tiempos. Ese día cambio la historia, ese día los argentinos se abrazaron sin importar bandera política ni equipo de futbol del cual es hincha.