Sociedad

Una buena noticia: ya se puede comprar y vender basura

La recuperación de los residuos cotidianos, como vasos y botellas de plástico, envases de alimentos, cajas, etc., es un gran reto ecológico.

Domingo 09 de Febrero de 2025

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19:05 | Domingo 09 de Febrero de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Empezar el año con una buena noticia es un gran incentivo. Desde ahora en más y de acuerdo al Decreto PEN 1/2025, muchísima basura reutilizable y reciclable que anteriormente terminaba en rellenos sanitarios, en basureros fuera de control, ilegales, o incluso en el fondo de ríos y arroyos, ahora podrá comercializarse o hasta exportarse; o de otro modo, esa basura se transformará en insumos competitivos para la industria nacional y la de otros países.

Este decreto, impulsado por la Subsecretaria de Ambiente de Nación, liderada por la Dra. Ana María Vidal de Lamas, y el Área de Residuos, a cargo del Lic. Gustavo Fernández Protomastro, se basó en un entendimiento de la economía de mercado y en prácticas más limpias y eficientes que reconocen que la Economía y la Ecología no son términos dispares y diametralmente opuestos; sino que más bien son conceptos con alto grado de parentesco y cercanía. 

Es importante recordar que los términos economía y ecología significan casi lo mismo

Mientras que economía proviene del griego “oikos”-hogar- y nomos –gestión, regulación-, el término ecología, primeramente utilizado por el alemán Ernst Haeckel en 1866, significa “oikos” –hogar- y logia, estudio de. Consecuentemente, se puede apreciar una clara relación de origen en los términos aludidos desde el punto de vista del "oikos", ya sea refiriéndose al "hogar humano" o al "hogar" como el ecosistema del cual dependemos. Siguiendo con el razonamiento, los términos "nomos" y "logia" tampoco son tan lejanos, puesto que ambos se refieren a aspectos lógicos y a una regulación de acuerdo con patrones que cuidan el aspecto del mencionado "oikos".

Ahora que podemos exportar e importar ¨residuos no peligrosos valorizados, entre ellos chatarras ferrosas/no ferrosas –cobre, aluminio-, plásticos, cartón/papel y otros, esto traerá diferentes consecuencias positivas sobre la economía y el medio ambiente del país. Por un lado, se reducirá la cantidad de residuos de esta índole que se dejan en simples basurales, cursos de aguas o enterrado en rellenos sanitarios habilitados. Con esto habrá menos suelos y aguas superficiales y subterráneas contaminadas (y, por ejemplo, costos asociados a la descontaminación), y se podrá utilizar ese espacio para fines más útiles como la agricultura y ganadería, habitación e incluso la preservación de ecosistemas y sus especies.

Del mismo modo, este re-economizar estos residuos, que ahora tendrán un precio de mercado variable, competirán con el precio las materias primas al inicio de los procesos industriales, hecho que también quizás reduzca, en alguna proporción, la extracción minera (caso de materiales ferrosos) y la presión de esta actividad económica también necesaria sobre los ecosistemas.

Desde la crisis del 2001, los precios del mercado formal e informal del sector recupero reciclaje y puesta en valor de residuos no peligrosos estuvo afectado por un conjunto de regulaciones, aranceles y prohibiciones que distorsionaban el precio de mercado de las materias primas secundarias, al regular la importación y prohibir la exportación de los residuos sólidos no peligrosos a valorizar. Esto ya no sucederá mas. De ahora en más la economía de mercado, naturalmente, dará el valor adecuado a estos residuos recuperados que competirán como cualquier otro bien en el mercado. 

Ahora, se podrá importar y exportar esta ex basura

Esto se dará cumpliendo con requisitos aduaneros y convenios internacionales a fin de garantizar la inocuidad y gestión del riesgo de dichos materiales. Se entiende que los residuos no peligrosos valorizados -debidamente clasificados y acondicionados según especificaciones técnicas- podrán importarse y exportarse en iguales condiciones que las materias primas que les dieron origen.

Esta nueva política económica permitirá mejorar la gestión de diaria de 50.000.000 de kilogramos de residuos en la Argentina, cuyo resultado será transformar residuos en una materia prima o una fuente alternativa de energía. Recordemos que luego del gasto en recursos humanos (empleados directos y contratados), la Gestión Integral del Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), que incluye el barrido, limpieza, recolección, transporte, valorización y/o disposición final, implica entre el 15 y el 30 % del erario de los más de 2.400 municipios y comunas de la Argentina. Este es ciertamente un costo significativo para los Municipios y que cuenta con tasas específicas como la de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL), pero que además requiere de poder reducir costos al transformar desechos en materias primas secundarias. Es decir, creando valor a partir de los residuos, vía recupero, reciclaje, compostado o gasificación de residuos.

En pocas palabras, esta nueva política económica permitirá la sustitución de materia prima virgen o de uso primario, por residuos no peligrosos valorizados o materias primas secundarias, permitiendo además a las empresas mejorar su competitividad, reducir costos, involucrarse en objetivos de sustentabilidad y colaborar con la reducción de la disposición final en vertederos o rellenos sanitarios.

 

 

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