Es uno de los episodios de violencia más graves desde que se inició la guerra civil en Siria hace 14 años, que hace temer por la frágil estabilidad del país
11:19 | Domingo 09 de Marzo de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Es uno de los episodios de violencia más graves desde que se inició la guerra civil en Siria hace 14 años, que hace temer por la frágil estabilidad del país.
Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad sirias y hombres armados leales al antiguo régimen de Bashar al Assad habrían dejado más de un millar de muertos en los últimos dos días, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), un grupo con sede en Reino Unido que lleva documentando el conflicto sirio desde su inicio.
Entre los muertos hay, según la ONG, unos 745 civiles que habrían sido asesinados "a sangre fría" en unas 30 "masacres" sectarias dirigidas por las fuerzas de seguridad contra la minoría alauita este viernes y sábado.
La BBC no ha podido verificar de forma independiente estas afirmaciones.
Al parecer, cientos de personas han huido de sus hogares en la región, corazón del depuesto presidente Bashar Al Assad, que también es alauita.
Se trata de la peor insurrección a la que se enfrenta el nuevo gobierno de transición sirio desde la caída del régimen anterior, el pasado mes de diciembre.
"Debemos preservar la unidad nacional y la paz civil en la medida de lo posible y, si Dios quiere, podremos vivir juntos en este país", afirmó este domingo el nuevo líder sirio, Ahmed el Sharaa, desde una mezquita de Damasco.
Estos son algunos de los "retos previsibles" tras la caída del régimen de Al Assad, añadió en un mensaje de vídeo.
Entre los fallecidos hay decenas de tropas gubernamentales así como milicianos armados leales a Al Assad, que se han enzarzado en enfrentamientos en las provincias costeras de Latakia y Tartús desde el jueves.
Unos 125 miembros de las fuerzas de seguridad gubernamentales dirigidas por islamistas y 148 combatientes pro-Assad han muerto en la violencia, según el informe del OSDH.
Los alauíes o alauitas, cuya secta es una rama del islam chiita, representan alrededor del 10% de la población de Siria, de mayoría musulmana sunita.
Según afirmaron testigos a la agencia AP, hombres armados descritos como "sunitas leales al gobierno" iniciaron el viernes una campaña de asesinatos revanchistas contra pueblos y ciudades de mayoría alauí.
Al parecer, estos pistoleros dispararon contra vecinos alaúies, en su mayoría hombres, en plena calle o en las puertas de sus casas. Muchos hogares fueron saqueados e incendiados, declararon los testigos a la agencia desde los lugares en los que se habían escondido.
En la ciudad de Baniyas, una de las más afectadas, los residentes relataron que los muertos quedaron en mitad de las calles, en sus casas o en los tejados de los edificios sin recoger, ya que los hombres armados se lo impidieron, explicaron a AP.
Un vecino de Baniyas, Ali Sheha, que pudo hablar con la agencia, aseguró que los pistoleros dirpararon indiscriminadamente contra las casas y los residentes y que al menos en un incidente del que él tuvo constancia, los atacantes pidieron la documentación a los vecinos para comprobar su secta y religión antes de dispararles.
Los enfrentamientos se iniciaron el jueves en las regiones costeras de Latakia y Tartús, donde se concentra gran parte de la población alauí del país.
Un portavoz del Ministerio de Defensa sirio declaró a la agencia de noticias local Sana que el gobierno había logrado restablecer el control tras "ataques a traición" contra su personal de seguridad.
También dijeron que estaban intentando restablecer la calma y el orden e impedir cualquier violación contra la población civil en la región costera.
La violencia ha dejado a la comunidad alauí en "estado de terror", según declaró el viernes a la BBC un activista de la ciudad, donde cientos de personas habrían huido de las zonas afectadas.
Grandes multitudes buscaron refugio en una base militar rusa en Hmeimim, en Latakia, según la agencia de noticias Reuters.
Un vídeo compartido por Reuters mostró a decenas de personas coreando "el pueblo quiere protección rusa" frente a la base.
Mientras tanto, decenas de familias han huido al vecino Líbano, según los medios de comunicación locales.
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, se mostró "profundamente alarmado" por los "preocupantes informes sobre víctimas civiles" en las zonas costeras de Siria.
Pidió a todas las partes que se abstuvieran de llevar a cabo acciones que pudieran "desestabilizar" el país y poner en peligro una "transición política creíble e integradora".
La violencia se ha concentrado principalmente en las regiones de Latakia y Tartús, en la costa mediterránea.