Trump ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles para frenar las protestas contra las redadas migratorias

05:43 | Lunes 09 de Junio de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

En una medida sin precedentes en décadas, el presidente estadounidense Donald Trump ordenó este domingo el despliegue de 2000 efectivos de la Guardia Nacional en Los Ángeles, epicentro de una ola de protestas contra las redadas de inmigrantes realizadas por autoridades federales. La decisión generó una profunda crisis política e institucional, tras la intervención directa del gobierno federal en competencias de seguridad del estado de California.

El propio Trump asumió el control federal de las fuerzas de seguridad californianas, lo que fue calificado por el gobernador Gavin Newsom como un acto “deliberadamente provocador” y una amenaza a la autonomía estatal. El despliegue incluye patrullajes, detenciones y control de multitudes, principalmente en zonas con fuerte presencia latina, como Paramount, el Distrito de la Moda y el centro de Los Ángeles.

La medida fue tomada tras varios días de disturbios derivados de operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que ya dejaron más de 100 detenidos. Las redadas encendieron una protesta masiva en defensa de los derechos de los inmigrantes, marcada por enfrentamientos, incendios, vandalismo y uso de gases lacrimógenos por parte de fuerzas federales.

La tensión alcanzó un punto crítico luego de que el exjefe de inmigración Tom Homan, conocido como “el zar de la frontera”, advirtiera que la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y el propio Newsom podrían ser arrestados si interfieren con los operativos federales. “Es un delito grave ocultar inmigrantes ilegales o impedir que las fuerzas del orden hagan su trabajo”, declaró Homan a la cadena NBC.

El sábado por la noche, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, deslizó incluso la posibilidad de utilizar marines en servicio activo si la situación lo amerita. La iniciativa fue respaldada por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson.

Mientras tanto, Newsom utilizó su cuenta en X para instar a la población a no caer en provocaciones. “Las autoridades federales quieren un espectáculo. No se lo den. Nunca usen la violencia. Hablen pacíficamente”, escribió. A su vez, calificó como “desquiciada” la amenaza de arresto lanzada desde el gobierno federal.

Durante el fin de semana, la situación en las calles fue crítica. Agentes federales dispararon balas de goma, granadas aturdidoras y gases lacrimógenos contra manifestantes en distintos puntos de la ciudad. Las imágenes de KABC mostraban vehículos incendiados, policías en formación militar y manifestantes heridos. Una joven entrevistada por medios locales declaró: “No nos van a detener. Todo lo que nos queda es nuestra voz”.

Más de 300 soldados de la Guardia Nacional fueron desplegados este domingo en zonas clave como el Ayuntamiento, la calle Alameda, y varios barrios de Paramount, donde se produjeron los choques más intensos.

La alcaldesa Bass confirmó que hubo actos de vandalismo durante la noche, pero aseguró que la situación “está bajo control”, pese a las múltiples detenciones y heridos reportados. La policía local calificó algunas reuniones como asambleas ilegales y procedió con arrestos masivos.

Desde la Casa Blanca, el presidente Trump acusó a la “izquierda radical” de instigar los disturbios y ordenó que se prohíba el uso de máscaras en manifestaciones públicas. “¿Qué tienen que ocultar estas personas?”, escribió en redes sociales. Y añadió: “Estas protestas, por instigadores y a menudo alborotadores pagados, no serán toleradas”.

Trump también agradeció públicamente a la Guardia Nacional “por el trabajo bien hecho” y prometió continuar con las redadas contra inmigrantes “hasta restaurar el orden y la seguridad”.

Las manifestaciones comenzaron el viernes, cuando agentes del ICE realizaron detenciones masivas en el condado de Los Ángeles, incluso en áreas comerciales como el Distrito de la Moda, lo que despertó la alarma entre organizaciones sociales, religiosas y civiles.

Los Ángeles, una ciudad con fuerte presencia migrante y latina, se convirtió en el epicentro de la resistencia contra las políticas migratorias del gobierno de Trump, que ya fueron denunciadas por organismos de derechos humanos como Human Rights Watch, cuyo exdirector Kenneth Roth advirtió que es la primera vez desde 1965 que se despliega la Guardia Nacional sin el consentimiento del gobernador.

Mientras tanto, las protestas continúan y el conflicto político escala. La situación en Los Ángeles es seguida con preocupación por el resto del país, en un contexto preelectoral donde el manejo de la inmigración vuelve a estar en el centro del debate político estadounidense.